Así lo expuso la lideresa indígena de Guatemala Otilia Lux de Coti en una intervención realizada en la décima sesión del Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas que se celebra del 16 al 27 de mayo en la sede de las Naciones Unidas, en New York.
Otilia propuso también redoblar la asignación de recursos materiales, financieros y humanos con el fin de erradicar las diferentes manifestaciones de violencia y en particular la mortalidad matema entre las mujeres indigenas.
Se debe “valorar y retribuir el trabajo de las mujeres indigenas que se ocupan de la prevención de la violencia, la reparaci6n emocional y el cuidado de la salud fisica y mental de las mujeres y niños que han sufrido violencia” expresó.
La intervención realizada en el tema del desarrollo económico y social se sustentó en la necesidad de que las mujeres indígenas tengan acceso “a una vida libre de violencia, con autonomía, desanollando el empoderamiento económico, sin dividir lo público y lo privado”.
“Las mujeres indígenas, no somos grupo vulnerable, no somos minorías, las mujeres indigenas somos sujetos de derechos, incluyendo derechos económicos y políticos y agentes económicas, agentes reproductoras de vida, de cultura, de identidades, de conocimientos y de memoria histórica” afirmó Lux de Coti.
Intervención completa de Otilia Lux de Coti
■Distinguidos Miembros del Foro Permanente para las Cuestiones Indigenas de las Naciones Unidas,
■Distinguidos representantes de los Estados Miembros,
■Agencias de las Naciones Unidas,
■Lideres y lideresas indigenas,
■Distinguidos representantes
Como Foro Intemacional de Mujeres Indigenas -red internacional que articula organizaciones regionales y nacionales de Amdrica, Asia y África- quisiera en primer lugar felicitar a la hermana Mirna Cunningham como nueva presidenta electa del Foro Permanente y expresar nuestro apoyo y compromiso a su gestión.
En esta sesión, donde el Foro Permanente estará analizando las recomendaciones sobre desarrollo económico y social, es importante resaltar que las mujeres indigenas contribuyen a las economías nacionales con el manejo y protección de los recursos naturales, la producción de alimentos y la soberanía alimentaria, la atención a la salud reproductiva, la transmisión de saberes tradicionales, el cuidado de los niños, niñas y mayores, entre otros aspectos.
Sin embargo aún el dia de hoy, cuando se trata el tema de mujeres indigenas, se caracterizan como grupos vulnerables, o bien se incorporan en esa frase tan repetida: “niños, jóvenes y mujeres indígenas…”.
Las mujeres indígenas, no somos grupo vulnerable, no somos minorías, las mujeres indigenas somos sujetos de derechos, incluyendo derechos económicos y políticos y agentes económicas, agentes reproductoras de vida, de cultura, de identidades, de conocimientos y de memoria histórica.
En este contexto si analizamos los obstáculos estructurales para el desarrollo desde las propia perspectiva de las mujeres indigenas, es necesario hacer un llamado de atención sobre el tema de la violencia.
Para lograr el desarrollo económico y social es necesario que las mujeres indígenas tengamos acceso a una vida libre de violencia, con autonomía, desarrollando el empoderamiento económico, sin dividir lo público y lo privado, identificando los tipos de violencia y sobre todo partiendo de nuestra visión, de nuestras lógicas, de nuestra cultura, de nuestros saberes, experiencias y nuestras propuestas.
Frente a esta situación el Foro Internacional de Mujeres Indigenas recomienda:
A los Estados, a los organismos financieros de cooperaci6n multi y bilaterales, a UNFPA, ONU MUJERES y otras agencias de Naciones Unidas:
1. Reconocer a las mujeres indígenas como portadoras de recursos y capacidades, como agentes activas de la economía y como sujetos de derechos económicos y politicos.
2. Asignar recursos financieros y diseñfar mecanismos y procesos culturalmente pertinentes para fortalecer las organizaciones y redes de mujeres indígenas construyendo liderazgos, capacidades e impulsando empoderamiento económico como una estrategia para acceder a una vida libre de violencia, con libertad y autonomía.
3. Promover y apoyar la creación y consolidaci6n de un Observatorio de Mujeres Indígenas contra la Violencia liderado por las propias mujeres indígenas con el objetivo de monitorear, sistematizar y documentar información sobre manifestaciones de violencias contra mujeres indígenas aportando mayor visibilidad al tema e incidiendo en los espacios de toma de decisi6n.
4. Desarrollar un mecanismo de articulación entre los organismos institucionales y los mecanismos comunitarios, para redoblar la asignación de recursos materiales, financieros y humanos con el fin de erradicar las diferentes manifestaciones de violencia y en particular la mortalidad matema entre las mujeres indígenas.
5. Valorar y retribuir el trabajo de las mujeres indígenas que se ocupan de la prevención de la violencia, la reparación emocional y el cuidado de la salud física y mental de las mujeres y niños que han sufrido violencia. Para lograrlo se requiere de políticas y programas apropiados recomendados por la CEDAW y por la Convención de Belen Do Para.
6. Documentar las experiencias y las buenas prácticas que se han desanollado en diversos espacios, experiencias valiosas muchas de éstas que han surgido de los espacios comunitarios.
7. Promover la ciudadanía de las mujeres indígenas en el ámbito del ejercicio de poder a fin de lograr la representación politica y paritaria en los espacios de decisión a todo nivel en nuestros paises. Esto permitiria el desarrollo de nuestros pueblos y de las mujeres indigenas.
Para concluir, resaltamos el compromiso del Foro Internacional de Mujeres Indigenas y nuestro apoyo para el cumplimiento de las recomendaciones adoptadas por el Foro Permanente para las Cuestiones Indigenas de las Naciones Unidas en la lucha por el pleno ejercicio de los derechos de las mujeres indígenas.
Fuente: Servindi