Por Miguel Ángel Cadenas y Manolo Berjón*
Nadie ha tenido la valentía de comunicarles el derrame para recoger agua del río antes de que llegaran las manchas. Se han enterado por las radiofonías, pero ningún comunicado oficial: ni del Estado, ni de Pluspetrol.
El doctor de Maypuco ha visitado el martes pasado la comunidad de San Juan del Chambira para atender a los pacientes. Eso es todo. La gente se queja. El Estado no responde y la petrolera sólo está pendiente de sus cuentas bancarias (con el aval del Estado), claro está.
¿Que hemos aprendido?
De momento nada:
2. No se hacen presentes las autoridades. El aparato del Estado sólo se hace presente para proteger los intereses de las petroleras. (¿Para qué sirve un fiscal? ¿Y un juez? ¿Y un funcionario encargado del ministerio de Energía y Minas? Pregúntenselo a las petroleras).
Las comunidades esperan una reunión con la petrolera para poder negociar. No sabemos lo que pedirán pero será fácil adivinar: un poco de dinero, atención de sus enfermos, alimentación y agua por un tiempo. Una negociación tan asimétrica no da para más.
Pero nadie estará acompañando a las comunidades, nadie. Si alguien se pone de lado de las comunidades surgirán celos (muchas veces alimentados por las propias petroleras) para echar abajo cualquier tipo de negociación más equitativa.
¿Por qué ocurre?
Siempre nos pareció una respuesta poco afortunada. Han pasado 10 años, ahora muchas comunidades tienen teléfono, algo se ha mejorado, pero los niveles de exclusión son los mismos, o peores porque la brecha es más grande aún, a pesar de los teléfonos.
Todo esto a cuento de qué. Ahora ya existen algunos teléfonos en el Chambira. Y qué. Saben a quién tienen que dirigirse. Sí, a la compañía petrolera. No hay Estado (los pobladores no lo perciben), ni medios de comunicación, ni nada. La exclusión provoca clientelismo, no saber defenderse y una espiral incómoda de pagar las facturas de otros.
Los mismos esquemas
Algo más hay que hacer. Esto es como una persona que se ha quemado y le ponemos una curita. No sirve para nada. Ahí están las comunidades, ¿esperando a Godot?
Iquitos, 28 de enero de 2011
* Miguel Angel Cadenas y Manolo Berjón son padres de la Parroquia Santa Rita de Castilla.
Fuente: Servindi. Artículo recibido de Leonardo Tello Imaina de radio Ucamara, de Nauta.