Servindi, 22 de noviembre, 2010.- Dos heridos y ocho detenidos es el saldo de los enfrentamientos ocurridos hoy en la mañana entre pobladores del Frente de Defensa del Valle del Tambo (FDVT) y policías en la provincia arequipeña de Islay.
Los pobladores de Islay están en pie de lucha con el objetivo de presionar al gobierno para reanudar el diálogo y dar una solución al conflicto minero con la empresa Southern Perú.
La Southern Perú pretende desarrollar el proyecto de explotación minera Tía María en el Valle del Tambo, una zona netamente agrícola que la población sostiene se vería afectada.
En un pronunciamiento el frente señala que la decisión de reanudar una huelga indefinida se tomó debido a los constantes incumplimientos del gobierno y la empresa.
Los pobladores denuncian el incumplimiento en construir la represa de Compensación por usar las aguas de los ríos en las cabeceras de la cuenca.
Asimismo, acusan que existe una política de criminalizar la protesta, y la persecución política a los dirigentes se ha incrementado.
Cabe recordar que el 94 por ciento de habitantes rechazó la minería en una consulta vecinal realizada el 27 de septiembre del año pasado en seis distritos de Islay.
“Nuestro Valle de Tambo sólo pide que se respete nuestra consulta vecinal, nuestra libre decisión de vivir con nuestras propias costumbres en donde la agricultura y sus actividades conexas y complementarias deben ser el eje fundamental de nuestro desarrollo”, argumentan en un comunicado.
Tía María
Tía María es un proyecto minero que se prevé tendrá 18 años de operaciones, donde se explotará y procesará mineral oxidado de cobre a tajo abierto. El proyecto se ubica en el distrito de Cocachacra, en la provincia arequipeña de Islay.
En una primera etapa se explotará el depósito mineralizado La Tapada y, en la segunda etapa se explotará el depósito mineralizado Tía María.
La minería de tajo abierto es considerada muy peligrosa porque contamina el aire con la emanación de cianuro, óxido de nitrógeno, dióxido de azufre, entre otros gases.
Además, porque ocasiona desequilibrios hídricos, se afectan las aguas subterráneas o freáticas con las lluvias que caen sobre los reactivos, aceites y sales minerales residuales de los procesos de tratamiento.
Fuente: Servindi