En ellos el gobierno se compromete a modificar la Constitución nacional para otorgar derechos a los pueblos indígenas de México y atender las demandas en materia de justicia e igualdad para los pueblos indígenas y los pobres del país.
La firma de estos acuerdos ocurrió en el poblado de San Andrés Larráinzar, Chiapas, después de varios años de negociaciones a raíz del levantamiento zapatista del 1 de enero de 1994.
El encuentro reunió representantes de los pueblos Tseltal, Tsotsil, Chol de Chiapas, Purépecha de Michoacán, Nashinandá (mazateco), Triqui, Ñuu Savi (mixteco) de Oaxaca, mixteco y náhuatl de Guerrero.
Asimismo, a delegados del pueblo Zapoteco del istmo, Yoreme-mayo (Sinaloa), Maya peninsular, náhuatl de Veracruz, jñatjro (mazahua) del Estado de México, mixe de Veracruz y náhuatl de Hidalgo.
Al finalizar suscribieron una declaración en la que demandan el cese a la violencia, represión, militarización y paramilitarización de los pueblos, así como la criminalización de los movimientos de los pueblos originarios.
Convocaron a los pueblos originarios a sumarse a la construcción y ejercicio de sus autonomías y exigieron a las autoridades el respeto a la autonomía y la libre determinación.
La declaración expresó su solidaridad con la lucha del pueblo triqui del municipio autónomo de San Juan Copala del estado de Oaxaca.
También demandó el reconocimiento oficial de la Universidad Intercultural de los Pueblos del Sur del estado de Guerrero, como una propuesta unificada de los 5 pueblos originarios de esa entidad.
Derecho a la consulta real y no simulada
Recuerda que las áreas naturales protegidas “se deben administrar y manejar desde la cosmogonía de los pueblos originarios, como lo marca la Ley General del Equilibrio Ecológico (art. 64 bis y 67)”.
Espectro radioeléctrico
Al respecto, piden se les garantice la asignación del 1% de los recursos públicos del Gobierno Federal, un fondo con presupuesto definido por la cámara de diputados para los medios audiovisuales e impresos y para la convergencia tecnológica.
También demandan el freno al desmantelamiento, cierre y persecución de las radios comunitarias; así como de las y los compañeros trabajadores de los medios de comunicación.
Declaratoria del Encuentro de los Pueblos Originarios de México
Celebrado en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, del 18 al 22 de octubre de 2010
Descendientes de los pueblos y culturas milenarias que mantenemos nuestros valores, manifestaciones y riqueza cultural, legado de nuestros padres-madres quienes reflexionamos acerca de nuestra historia, cultura y resistencia en la independencia y la revolución; considerando los temas que analizamos en las diferentes mesas de trabajo como son:
México independiente: “Los pueblos originarios y la construcción de Estado nacional mexicano”; Pueblos indios: “Movimientos sociales por la democracia y la justicia”; Conocimientos de los pueblos originarios: “Enfoques y paradigmas, repensar desde dentro”; “Diversidad cultural y lingüística en el contexto del estado nacional mexicano” y “La mujer indígena del México independiente al México actual”, hacemos el siguiente pronunciamiento:
Los representantes de los pueblos reunidos en estas fechas, queremos decir de manera enfática que estamos vivos y nuestra cultura milenaria existe. Para nosotros los pueblos originarios, nuestra lucha y resistencia inició desde hace 518 años, cuando nuestros territorios ancestrales fueron invadidos.
Por lo que consideramos que la lucha por la justicia social, el ejercicio de la libre autodeterminación y autonomía, es responsabilidad de las mujeres y hombres de nuestros pueblos para construir una sociedad más justa y equitativa respetando nuestra diversidad.
La celebración del bicentenario de la independencia y centenario de la revolución resulta ajena a nuestros pueblos, ya que dicho evento sólo rememora parcialmente acontecimientos de hace 200 y 100 años, cuando nosotros ya habitábamos estas tierras. En tal sentido el estado mexicano, está en deuda histórica con nosotros.
La independencia orquestada por un sector de la sociedad, obedeció a los intereses de los criollos, hijos de españoles para adueñarse de nuestras tierras y recursos naturales desde adentro, así como reproducir un colonialismo interno que favorecieron una vez más la explotación, opresión y desconocimiento de los saberes de nuestros pueblos. Por otro lado, en la revolución, tampoco cambiaron las cosas; nuestros abuelos y abuelas de los pueblos originarios, sólo sirvieron como carne de cañón.
No obstante, a la intención de aniquilar a nuestros pueblos, saberes y culturas por parte de los opresores, seguimos resguardando, valorando y revitalizando estas riquezas y conocimientos y continuaremos caminando la palabra desde nuestra memoria histórica.
Como pueblos nos pronunciamos por la construcción de una sociedad más justa y equitativa entre mujeres y hombres desde los pueblos y la sociedad en su conjunto.
Por lo tanto, exhortamos al Gobierno Federal para que de manera urgente dé cumplimiento de las siguientes demandas y denuncias:
1. Exigimos al Estado mexicano, el cumplimiento y aplicación de los acuerdos de San Andrés Larráinzar; y convocamos a los pueblos originarios para sumarse a la construcción y ejercicio de sus autonomías.
2. Exigimos la erradicación de la pobreza crónica y extrema en los pueblos originarios como consecuencia del despojo de los recursos naturales, la marginación, exclusión y distribución inequitativa de la riqueza.
3. Los ideales de calidad de vida con justicia y dignidad para todas y todos, como a la madre naturaleza que enuncian las mujeres de los pueblos originarios deben ser tomados en cuenta para la definición y aplicación de políticas públicas que conduzcan a la verdadera seguridad y soberanía alimentaria.
4. Exigimos el derecho de los pueblos originarios del uso, administración y operación de los medios de comunicación a través del acceso al espectro radioeléctrico, garantizando para los mismos la asignación del 1% de los recursos públicos del Gobierno Federal; un fondo con presupuesto definido por la cámara de diputados para los medios audiovisuales e impresos y para la convergencia tecnológica.
5. Alto al desmantelamiento, cierre y persecución de las radios comunitarias; así como de las y los compañeros trabajadores de los medios de comunicación, con base a los acuerdos del Congreso Nacional de Comunicación Indígena (CNCI) y Declaración de los Pueblos Indígenas de la Organización de la Naciones Unidas (ONU) de septiembre de 2007.
6. Para la definición de una nueva construcción de paradigmas de educación, salud, justicia social y desarrollo sustentable, exigimos que se tome en cuenta la palabra y conocimiento de las mujeres y hombres de los pueblos originarios.
7. Reorientar los actuales modelos educativos para el medio indígena y mejorar los servicios que brinda la Dirección General de Educación Indígena, para que se cumpla con las exigencias de cada pueblo originario de nuestro país; también garantizar que el sistema de educación indígena cumpla con el fortalecimiento y revitalización de las lenguas indígenas.
8. Cese a la violencia, represión, militarización y paramilitarización de nuestros pueblos, así como la criminalización de los movimientos de los pueblos originarios.
9. Respeto a la autonomía y la libre determinación de cada uno de los pueblos originarios.
10. En este Encuentro, nos solidarizamos con la lucha del pueblo triqui del municipio autónomo de San Juan Copala del estado de Oaxaca.
11. Reconocimiento oficial de la Universidad Intercultural de los Pueblos del Sur del estado de Guerrero, como una propuesta unificada de los 5 pueblos originarios de esa entidad.
12. Exigimos una real independencia, libertad y justicia para nuestros pueblos, finalizando así la dependencia económica y política y la hegemonía del saber-poder.
13. Exigimos al Gobierno Federal la consulta real y no simulada integración de los pueblos originarios en las próximas declaratorias de áreas naturales protegidas, para que sean sujetos y no objetos; para evitar otros atropellos e injusticias; despojo y explotación, por lo que las áreas naturales protegidas se deben administrar y manejar desde la cosmogonía de los pueblos originarios, como lo marca la Ley General del Equilibrio Ecológico (art. 64 bis y 67).
Democracia, Justicia y Dignidad para los Pueblos Originarios de México y del Mundo
San Cristóbal de las Casas, Chiapas, 21 de Octubre 2010.
Fuente: Servindi