El documento fue presentado públicamente en una ceremonia ritual realizada la tarde de ayer en el Parque Universitario ubicado en el Cercado de Lima.
El citado documento se pronuncia sobre temas como el derecho al territorio, la participación política, la identidad y la educación indígena, conocimientos ancestrales y salud indígena, así como la violencia contra la mujer.
En la ceremonia realizada ayer participó la congresista cusqueña Hilaria Supa, mujer indígena del pueblo quechua, que se ha convertido en un símbolo de identidad por su reafirmación en los valores andinos y el ser víctima de actos de discriminación.
Los Pueblos y Nacionalidades Indígenas, suscribimos el presente Decreto de Urgencia “Mujeres Indígenas del Perú en el Día Internacional de la Mujer” ejerciendo nuestro derecho de autodeterminación en concordancia con el Convenio Nº 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Declaración de las Naciones Unidas sobre Derechos de los Pueblos Indígenas.
Nosotras, las mujeres indígenas andinas y amazónicas, manifestamos que hoy al igual que 100 años atrás, seguimos siendo invisibilidades, discriminadas, excluida y marginadas por los grandes grupos enquistados en el poder. Siempre quieren hablar por nosotras, pero es momento que levantemos nuestra voz, con firmeza y convicción para decirle al Perú y al Mundo que seguimos luchando y defendiendo los derechos de nuestra Madre Tierra, por ser el espíritu femenino más bondadoso del universo.
Considerando:
La presente iniciativa, surge de la reflexión y análisis de los y las dirigentas y lideresas indígenas andinas y amazónicas, de diversas organizaciones nacionales; quienes vienen impulsando un proceso de unidad entre los pueblos indígenas del Perú. El mundo se encuentra en una crisis total, es la crisis del modelo civilizatorio hegemónico, que nos coloca en un nuevo escenario, donde los Pueblos Indígenas propugnamos nuevos paradigmas para un cambio estructural del sistema de poder en el mundo.
Para nosotras las mujeres indígenas, el territorio es la vida misma, es el embrión que da origen a nuestra existencia, donde vivimos en estrecha relación con nuestra Madre Tierra. Sin territorio somos un pueblo sin vida sentenciado a la extinción, sin un pueblo no existen las mujeres indígenas.
Nuestra Madre Tierra, viene siendo amenazada por el gobierno de turno y empresas transnacionales que depredan y explotan indiscriminadamente nuestros territorios y bienes naturales. Somos las mujeres indígenas las directamente afectadas por la contaminación de nuestra agua, tierra y aire, ya que somos las encargadas de preservar la biodiversidad. Cuando el agua se contamina, las mujeres y los niños son los primeros en enfermarse, somos quienes nos quedamos en casa haciendo las labores domestica, las que estamos en permanente contacto con los agentes contaminantes. Cuando hay escases de agua por la actividad minera o petrolera somos las mujeres las que caminas varios kilómetros para conseguir agua limpia para cocinar; y si estamos embarazadas, somos nosotras y nuestros hijos los que absorbemos el polvo contaminante y nos llenamos de partículas de plomo en la sangre.
Para ello, planteamos tres lineamientos:
El Buen Vivir: Significa complementarnos y no competir, compartir y no aprovecharnos del vecino, vivir en armonía entre las personas y con la Madre Tierra. Es vivir en comunidad, en hermandad, sin individualismo ni egoísmo, donde no hay explotados ni explotadores, donde no hayan excluidos y ni quienes excluyan; donde las mujeres y varones disfruten de las mismas oportunidades y derechos, es vivir en paridad, complementariedad, dualidad, equilibrio y armonía, sin ninguna expresión de violencia. Es volver a nuestras raíces para proyectarnos al futuro.
Estados Plurinacionales: Es una alternativa para descolonializar el poder, es refundar el actual modelo Estado-Nación que durante todos estos años nunca nos ha representado, por el contrario, nos excluye y margina. El Estado Plurinacional se basa en el derecho de autodeterminación de los pueblos. Es la incorporación dentro de la estructura del estado de nuestra pluriculturalidad, multilingüismo y multietnicidad, sin dividir ni fraccionar el Estado actual.
El “machismo” es una enfermedad que nace en el sistema colonial hegemónico, se manifiesta en la discriminación, exclusión y violencia estructural hacia la mujer. El machista considera a las mujeres seres inferiores, por tanto no reconoce sus derechos, capacidades y virtudes, por el contrario trata de obstaculizar y sabotear las oportunidades que se les presenta; quienes somos victimas del machismo nos volvemos sumisas, inseguras, débiles, temerosas y desconfiadas.
Los pueblos indígenas no podemos mantener ni reproducir el machismo que atenta contra los principios del Buen Vivir.
Decretamos:
Artículo 1º.- Sobre el Territorio y Bienes Naturales:
– Deróguese todas las normas legislativas nacionales, regionales y locales que atentan contra el Derecho de la Madre Tierra, los territorios indígenas, bienes naturales y derechos colectivos.
– Exíjase el cumplimiento de las recomendaciones de la Organización Internacional del Trabajo – OIT al Estado Peruano en su reciente Informe 2010 sobre cumplimiento del Convenio Nº 169.
– Suspéndase de inmediato todas las actividades de exploración y explotación de bienes naturales en territorios de los pueblos indígenas, así mismo, los proyectos vinculados a la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Sudamericana – IIRSA, Tratados de Libre Comercio – TLC con Estados Unidos, Unión Europea y China, que se viene desarrollando sin el consentimiento, previo, libre e informado de los pueblos indígenas.
– Impleméntese el derecho de Consentimiento Previo Libre e Informado (CPLI) de los pueblos indígenas para cualquier actividad que se desarrolle en sus territorios, o de la adopción de medidas legislativas o administrativas que afecten directa o indirectamente, a los pueblos indígenas y de manera particular a las mujeres indígenas.
– Deténgase la persecución y encarcelamiento de las lideresas y lideres indígenas que luchan por la defesa de nuestros territorios, en especial del Apu Alberto Pizango Chota.
Artículo 2º.- Sobre la Participación Política de la Mujer Indígena:
– Garantícese la participación política de las mujeres indígenas en forma alternada con los varones en todos los espacios de decisión local, regional, nacional e internacional, sin ningún tipo de discriminación, exclusión o marginación, garantizando así el Buen Vivir de los nuestros pueblos.
– Impleméntese la reforma política del Estados a partir de la Constitución de Estados Plurinacionales que garanticen el derecho de la Madre Tierra y el Buen Vivir de los pueblos.
– Cúmplase el principio de “Dualidad y Complementariedad” en alternancia -varón y mujer- en todos los espacios y niveles de participación política y social, que conlleve al equilibrio y armonía de lo femenino y masculino, de esta manera fortaleceremos la unidad de nuestros pueblos, en un solo pensamiento, una sola fuerza y un solo corazón.
– Promúlguese la Ley de la Alternancia y su aplicación a fin de garantizar la participación política de las mujeres, en merito a la igualdad de oportunidades entre varones y mujeres.
– Gestiónese la reconversión de los Programas Sociales como Juntos, Crecer, Construyendo Perú, Vaso de Leche, Agro Rural y PRONAA, entre otros, que han generado una relación asistencialista, dependiente y de dominación de algunos órganos del Estado sobre los derechos de las mujeres indígenas y campesinas.
– Póngase en práctica los valores éticos de nuestra sociedad pluricultural, erradicando la corrupción del Estado, de los gobiernos, fuerzas armadas y policiales, iglesias, y en todos los ámbitos; desarrollando la coherencia entre el discurso y practicas, y el principio del movimiento indígena de “mandar obedeciendo”.
– Elabórese e impleméntense un Plan Nacional de Igualdad de Oportunidades para Pueblos Indígenas, en el marco de la Ley de Igualdad de Oportunidades, que este acorde a nuestras demandas y propuestas, basado en nuestra cosmovisión.
Artículo 3º.- Sobre la Identidad y Educación Indígena:
– Promuévase la descolonización del conocimiento, a través de la revaloración y reafirmación de la identidad y cosmovisión de nuestros pueblos. Diséñese un sistema de educación indígena, adecuado a la realidad sociocultural y económica de los pueblos, garantizando la igualdad de oportunidades de hombres y mujeres sin ningún tipo de discriminación ni exclusión y reconociendo el aporte de las culturas milenarias en el proceso histórico, social y político del Perú.
– Cúmplase con el derecho de libre determinación de los pueblos y el respeto de nuestra identidad sin ninguna forma de discriminación, exclusión o marginación.
– Inclúyase en todo el sistema administrativo y político del estado el uso de traductores y materiales impresos en idioma materno de los pueblos originarios para todos los tramites que se recurra a instituciones publicas y privadas; es decir, dependencias policiales, militares, centros de salud, centros educativos, bancos, entre otros.
– Considérese la identidad y educación de calidad un derecho humano, por tanto debe ser adecuada, pertinente, acorde a la realidad, vida y cultura de cada pueblo, en tanto debe ser gratuita en todos los niveles.
– Promuévase que las familias andinas y amazónicas se comprometan a estimular la permanencia en el sistema escolar de las niñas, adolescentes y jóvenes indígenas y campesinas. Que se brinde más oportunidades de estudios a las mujeres en zonas rurales, para disminuir la deserción escolar y analfabetismo en las mujeres indígenas.
– Reestructúrese el sistema educativo y el currículo nacional dirigida a los pueblos indígenas según las demandas de los pueblos, donde la educación intercultural bilingüe no sea un programa nacional de castellanización que promueve la hegemonía cultural e idiomática, sino que promueva una educación para la vida acorde con la realidad y en idioma materno de cada pueblo, y que sea de manera integral y en todos los niveles, incluido la educación superior.
Artículo 4º.- Sobre los Conocimientos Ancestrales y Salud Indígena:
– Reconózcase los conocimientos ancestrales y medicina tradicional de los pueblos indígenas para el ejercicio pleno del derecho universal a la salud, garantizando la soberanía alimentaria para el Buen Vivir de nuestros pueblos.
– Protéjase los conocimientos ancestrales y medicina tradicional como parte del patrimonio cultural de los pueblos indígenas, y no se permita la patente a personas individuales y/o empresas, por que es parte de la sabiduría colectiva.
– Elabórese un inventario de plantas y hierbas medicinales, así como un registro de otras formas de curación que usamos en nuestros pueblos.
– Deténgase la contaminación de nuestros ríos, lagos y lagunas, que son nuestras fuentes de agua, y proclámese la intangibilidad de las cabeceras de cuenca para evitar la contaminación de empresas extractivas.
– Reconózcase que la contaminación de plomo en la sangre en los niños, niñas y mujeres, es un crimen de lesa humanidad que nos condena a una muerte lenta, por ello las empresas responsables de este crimen deben ser sancionadas y expulsadas del territorio de los pueblos y comunidades.
– Garantícese la soberanía alimentaria a partir de la conservación de semillas, producción y consumo de alimentos originarios de los pueblos andinos y amazónicos que conservan un alto valor nutritivo, así acabaremos con el hambre y la desnutrición. Declaramos los territorios indígenas libres de productos transgénicos, agroquímicos y agrocombustibles.
– Bríndese servicios de salud de calidad a las comunidades y pueblos indígenas, respetando los valores y conocimientos de la medicina tradicional, además se debe garantizar un seguro universal de salud que ayude a erradicar la mortalidad materna e infantil.
Artículo 5º.- Sobre la Violencia contra la Mujer:
– Promover una cultura de armonía, equilibrio y paz entre los pueblos y con la Madre Tierra, para erradicar la violencia estructural y violencia familiar de la que somos victimas las mujeres indígenas que se contrapone al Buen Vivir de nuestros pueblos.
– Declárese como Crímenes de Odio, el etnocidio, el machismo, el racismo, la discriminación, la esclavitud, la trata, la explotación sexual, el feminicidio y otras manifestaciones de violencia contra la mujer, que día a día sufren nuestras hermanas campesinas, nativas e indígenas.
– Deróguese los Decretos Legislativos que criminalizan la protesta social. La lucha por los derechos de la Madre Tierra y nuestros territorios no es un crimen.
– Investíguese y judicialícese los miles de casos de violencia sexual y esterilización forzada que sufrieron nuestras hermanas campesinas e indígenas andinas y amazónicas durante el conflicto armado interno, y que hasta el momento son crímenes de lesa humanidad que están impunes. Que nunca más se repita en el Perú crímenes de lesa humanidad y etnocidio.
– Declárese la lucha permanente contra el machismo y todas las formas de violencia contra la mujer. Esta no será una lucha sólo de las mujeres, es un desafío para todas las comunidades y pueblos indígenas por que es parte de la mucha contra el sistema de modelo hegemónico dominante. “Varones y mujeres romperemos las cadenas que nos esclavizan al machismo y la violencia para lograr el Buen Vivir”.
Costo beneficio:
La presente Decreto de Urgencia ofrecerá los siguientes beneficios sin costo alguno:
Evitará los conflictos socio ambiental.
Acabaremos con el sistema empobrecedor, de hambre, miseria y explotación que gobierna el Perú.
Disposiciones finales
Primera.- Derogación de la norma
Deróguese todas las leyes y decretos legislativos que se opongan al presente Decreto.
Segunda: Vigencia de la ley
El presente Decreto de Urgencia entra en vigencia al día siguiente de su publicación y difusión en todos los medios de comunicación.
Comuníquese al señor Presidente de la República del Perú que los Pueblos Indígenas han promulgado el presente Decreto de Urgencia.
¡Por el Derecho de la Madre Tierra!
¡Por el Buen Vivir!
¡Por la No Violencia hacia la Mujer!
¡Por la Unidad de Nuestros Pueblos!
Suscriben:
Fuente: Servindi