Sólo en el Perú existen, por lo menos, catorce pueblos en aislamiento voluntario, y el Gobierno peruano ya reconoció cinco reservas territoriales que fueron propuestas por organizaciones indígenas: Kugapakori-Nahua, Madre de Dios, Mashco Piro, Murunahua e Isconahua.
En ese sentido, las cinco propuestas territoriales han sido solicitadas por la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP), la Federación Nativa del Río Madre de Dios y Afluentes (FENAMAD), el Comité Indígena Internacional para la Protección de Pueblos en Aislamiento y Contacto Inicial de la Amazonía, el Gran Chaco y la Región Oriental del Paraguay (CIPIACI) y IBC ante el Estado peruano.
En representación de la AIDESEP, Israil Aquise presentó las directrices de actuación de la organización indígena frente a los pueblos en aislamiento y recordó la aprobación de cinco estudios para la creación de las reservas territoriales: Napo Tigre, Yavari Mirin, Tapiche Blanco, Sierra del Divisor y Cacataibo.
Aquise lamentó que a pesar que estos estudios fueron elaborados y entregados a finales de los años 90, “los datos no están siendo utilizados”, a lo que Margarita Benavides, del IBC, manifestó que los Cacataibo en aislamiento están desprotegidos por el Estado peruano.
Por su parte, Marcelo Piedrafita del CPI-ACRE de Brasil enfatizó en la necesidad de “una política de protección del lado peruano y de agencias binacionales conjuntas para garantizar los límites y la integridad de estos territorios mediante acciones de fiscalización”.
Fortalecer al INDEPA
“Es en este momento que se renueva la necesidad de darle cumplimiento a dicho documento y la conveniencia de iniciar un diálogo similar al establecido en la época del difunto Presidente”, explicó. Actualmente y gracias a ello, el proceso de diálogo està bastante avanzado, opinó Soria Dall’Orso.
Además, comentó que hay un proyecto de Ley de Consulta consensuado entre los pueblos indígenas y un proyecto de lo que sería la nueva Ley Forestal.
“Existe una posición consensuada frente a los decretos legislativos que deben ser derogados, de manera que hay señales positivas que podrían referir un cambio en la política pública respecto a los pueblos indígenas”, relató el especialista legal.
“En ese sentido quiero aportar señalando la necesidad de fortalecer al Instituto Nacional de Desarrollo de los Pueblos Indígenas, Amazónicos y Afroperuano (INDEPA) para convertirlo en una entidad con presencia en las reservas territoriales y en el debate de las políticas nacionales”, promovió Soria.
“Hay necesidad de modificar el artículo 5 de la Ley de Pueblos Indígenas en Aislamiento Voluntario que permite las industrias extractivas dentro de reservas territoriales. También es necesario zanjar una definición política respecto de la actividades de hidrocarburos que están afectando a tantas reservas territoriales. Y finalmente es necesario asegurarse de quién ejerce la supervisión del cumplimiento de la Ley sobre PIAV”, concluyó.
“Aislados saben lo que sucede a su alrededor”
“Todos saben lo que sucede a su alrededor y precisamente son esas experiencias con el entorno las que han llevado a sus pueblos a limitar sus interacciones”, explicó, alertando que “falta avanzar mucho en el reconocimiento de sus territorios y la implementación de mecanismos de protección efectivos”.
La definición, además, no expresa adecuadamente la complejidad de las culturas y formas de vida propias de estos pueblos.
Aislados, bravos, no contactados, pueblos libres, auto aislados, pueblos profundos, no alcanzados, silvícolas o vulnerables son diferentes denominaciones atribuidas a estos pueblos indígenas, que -según Huertas Castillo- “pueden tener diferentes connotaciones”.
“No alcanzados es la denominación utilizada por los evangélicos de Nuevas Tribus para referirse a que no han sido alcanzados por la religión”, agregó la secretaria técnica del CIPIACI.
Sin embargo, a pesar de todas las imprecisiones, existe un consenso entre organizaciones indígenas, estados y organismos supranacionales a fin de avanzar en la problemática de estos pueblos, como la creciente reducción de sus espacios vitales, y no entramparse en los problemas conceptuales.
Urge reconocimiento de sus territorios
El Centro de Trabalho Indigenista, previamente, alertó sobre la “urgencia de reconocer oficialmente los territorios de los pueblos indígenas en aislamiento voluntario para garantizar su integridad”
La conferencia –realizada en el Auditorio de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) que reunió a más de 100 personas- contó con la exposición de Azanha del CTI de Brasil, sobre la identificación de la Tierra Indígena Kawahiva de Río Pardo en Brasil y Piedrafita del CPI-ACRE de Brasil sobre el caso de las tierras indígenas para pueblos aislados en la frontera Perú-Brasil (Ucayali-Acre).
Por parte de Perú, el evento convocó a los panelistas Israil Aquise de la AIDESEP, a Margarita Benavides del IBC, la Federación Nativa del Río Madre de Dios y Afluentes (FENAMAD) y al Comité Indígena Internacional para la Protección de Pueblos en Aislamiento y Contacto Inicial de la Amazonía, el Gran Chaco y la Región Oriental del Paraguay (CIPIACI).
Hoy 10 de diciembre, el Centro de Trabalho Indigenista (CTI) organizador de la Conferencia Internacional “Metodología de investigación para la identificación de territorios de pueblos indígenas en aislamiento voluntario”, cumplió 30 años de fundación.
El CTI, fundado en 1979 por antropólogos e indigenistas brasileros, busca contribuir a que los Pueblos Indígenas asuman el control efectivo de todas y cada una de las intervenciones en sus territorios, considerando el papel del Estado en la protección y garantía de sus derechos constitucionales.
Fuente: Servindi