El pasado 16 de octubre representantes del Gobierno ecuatoriano y de la CONAIE instalaron una mesa de diálogo para conversar sobre el proyecto de la Ley de Aguas -motivo de protestas en todo el país que terminaron con la muerte de un indígena Shuar y 40 personas heridas.
Los representantes indígenas intentaron evidenciar ante los comisionados de la CIDH las diferencias existentes entre los derechos indígenas reconocidos en la nueva Constitución y las leyes y prácticas de rango inferior, especialmente aquellas que regulan la extracción de recursos naturales.
El líder indígena expresó su preocupación por el hecho de que haya leyes que afecten a los territorios de los indígenas y a su espacio de vida, y pidió que las mesas de diálogo que se están constituyendo tengan “veedores” internacionales como la CIDH.
En declaraciones a la agencia EFE, Santi explicó que la presencia de un observador de este organismo -que podría ser el relator para los Pueblos Indígenas de la CIDH, Víctor Abramovich-, permitiría tener un testigo de lo acordado en las mesas de diálogo y garantizar que se implemente efectivamente.
En tanto, el Gobierno de Ecuador recordó que recientemente ha invitado a Abramovich para que visite el país y verifique in situ la situación de los pueblos indígenas en el país.
Fuente: Servindi