Noël Pallais Checa, PhD
Colaborador – Diario El Tiempo
El resultado de las negociaciones de la reunión sobre el Cambio Climático que se llevará a cabo dentro de 60 días en Copenhague, por ejemplo, va a determinar en gran parte nuestro futuro como civilización humana. Es decir, con la resolución final programada para el próximo 21 de diciembre -que deberá reemplazar el acuerdo de Kioto- vamos a conocer si continuaremos destruyendo el planeta al paso acelerado que llevamos, o no.
El acuerdo tiene nubes grises que son necesarias despejar porque va a depender de los tres países (Estados Unidos, China, India) que producen cerca de la mitad de las emisiones de carbono del mundo. Puesto sus galopantes economías se basan en la explotación de hidrocarburos. La realidad es que van a ser las posiciones de los dos primeros países las que van a liderar las discusiones, se espera que la posición de India va a estar fuertemente relacionada con lo que decidan EE.UU. y China.
Los científicos mantienen que para reducir los peores impactos del calentamiento global los Estados Unidos y el mundo desarrollado tiene que reducir emisiones de carbón para 2020 entre 25 y 40% por debajo de los niveles de 1990; y entre 80 y 95% para 2050. En principio, EE.UU. está de acuerdo con este nivel pero basado en 2005 y no 1990. Usando 1990, el senado de EE.UU. estaría dispuesto a reducir sus emisiones en apenas 7% para 2020. Esta posición refleja la falta de compromiso que existe en EE.UU., y de mantenerse en esta posición sería una amenaza al progreso de alcanzar un tratado efectivo en diciembre en Copenhague.
Delegados de 180 naciones concluyen el 9 de octubre en Bangkok, dos semanas de reuniones para tratar de reducir sus diferencias, profundizar la batalla contra el cambio climático, y sellar un pacto global en reemplazo al Protocolo de Kioto. De acuerdo a Yvo de Boer, Director del secretariado de la UN sobre Cambio Climático, hasta el viernes pasado, los esfuerzos de convencer a los países ricos de endurecer sus reducciones de emisión de carbón no han tenido mucho éxito. De Boer le adjudicó la culpa a la posición no comprometida de los EE.UU. Los EE.UU. nunca ratificaron el acuerdo de Kioto y por ende no se encuentra entre las 37 naciones industrializadas comprometidas con los objetivos 2008-2012. Washington continúa al margen de las discusiones formales en pos de acuerdos más estrictos post-2012. Se espera que Obama actúe de acuerdo a la presión popular que existe entre sus electores en pos de un acuerdo más estricto.
El acuerdo en Copenhague podría significar un impulso mayor hacia una economía global más “verde” al incentivar inversiones en energías renovables, expansión de mercados de carbón y métodos de trasporte más eficientes. “El no conocer lo que los EE.UU. está dispuesto a traer a la mesa de negociaciones en Copenhague hace muy difícil para las demás naciones incrementar el nivel de ambición en los números a reducir,” dijo De Boer. John Bruton, el embajador de la UE en los EE.UU., opinó en una entrevista que el acuerdo tiene que ser global y que sin la participación de ambos países, EE.UU. y China, este último donde se producen las mayores emisiones de carbón, el acuerdo tendría muy poca relevancia.
En una reciente entrevista con AP, De Boer expresó que China e India han saltado a la punta del liderazgo para enfrentar el cambio climático con planes ambiciosos planes energéticos enfocados en aumentar el desarrollo de energías renovables. Y terminó, “la gran pregunta sigue siendo EE.UU.”.
Fuente: La Mula
ps como no ps si todos nos estamos empezando apreocupar por nuetro planeta tierra no?????