Multitudinario adiós al ‘Zambo’

Arturo Cavero fue sepultado luego de tres días de funerales

“Cada domingo a las 12 saldré a la ventana, para esperarte como antes después de la misa. Se irá el sol de la mañana, te llorarán las campanas… cada domingo a las 12, después de la misa…”, interpretaba Arturo Cavero. Ayer, exactamente al mediodía, las personas que llenaron la Plaza de Armas guardaron un minuto de silencio en su memoria. Escoltado por los Húsares de Junín y acompañado por sus hijas Zorca, Morayna y Elena Cavero, el féretro del desaparecido cantante criollo se paseó por la ciudad, aquella que fue testigo de su impresionante voz y su contagiante pasión interpretativa.

El cuerpo de Cavero fue trasladado a la iglesia de Las Nazarenas sobre la misma carroza que llevó a los ex presidentes Fernando Belaunde Terry y Valentín Paniagua durante sus funerales, y fue asistido por la primera cuadrilla del Señor de los Milagros, de la cual era integrante por su ferviente amor al Cristo de Pachacamilla.

En el templo del venerado patrón de la ciudad se ofició una misa de cuerpo presente que contó con la asistencia del presidente Alan García, quien luego acompañó el cortejo fúnebre hasta Palacio de Gobierno.

Una vez en la Plaza de Armas, el intérprete del emblemático tema “Contigo Perú” recibió los homenajes póstumos del alcalde de Lima, Luis Castañeda Lossio, y del propio jefe del Estado. El primero le otorgó la Medalla de la Ciudad de Lima, mientras que Alan García lo condecoró con la Orden El Sol del Perú en el grado de Gran Cruz.

“La nación entera se muestra acongojada ante los restos de nuestro hermano Arturo. Ahora que deja la vida, su voz quedará con nosotros. Su presencia fue una compañía de entusiasmo, de afecto y de alegría. El Perú lo fue reconociendo como un símbolo y un ícono, por eso lo homenajeamos como símbolo de nuestra identidad. Más allá de tener una garganta prodigiosa, él tenía el corazón en cada nota”, manifestó el primer mandatario.

A Palacio de Gobierno acudieron el cardenal Juan Luis Cipriani, ministros de Estado, el compositor Augusto Polo Campos, entre otros artistas y autoridades.

Inmediatamente después, los restos de Cavero fueron trasladados hacia el Congreso de la República, donde lo esperaba su gran amigo Pepe Vásquez, quien al lado del conjunto de cajones Perú Negro y al ritmo del “Jipi Jai” armó una verdadera jarana en el Hall de los Pasos Perdidos. El presidente del Congreso, Luis Alva Castro, le otorgó la Medalla de Honor en el grado de Gran Cruz. Finalmente, el féretro fue llevado al cementerio Jardines de la Paz de La Molina, donde fue sepultado en medio del llanto de sus hijas y los cantos del público presente, quienes entonaron el tema “Yo también me llamo Perú”.

EL MÁS RECONOCIDO

Las condecoraciones póstumas otorgadas a Arturo “Zambo” Cavero son las primeras que se entregan a un cantante representativo de nuestro país.

El 8 de marzo de 1983, Chabuca Granda murió en Miami víctima de un infarto. Al traer su cuerpo a Lima, el entonces ministro de Educación, José Benavides Muñoz, pidió que sus restos fueran velados en el Convento de los Descalzos, y las exequias se realizaron en olor de multitud. El alcalde de Lima, Eduardo Orrego, anunció que como homenaje a la cantante se le pondría su nombre a una plaza.

En tanto, Lucha Reyes, quien falleció en 1973, también de un infarto, fue velada en la Casa de la Cultura de la Municipalidad de Lince y a su velorio concurrieron artistas y una gran cantidad de sus seguidores.

LAS FRASES
“Aunque su vida se apague, su voz quedará con nosotros siempre”.
ALAN GARCÍA. PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA

“El dolor es inmenso, pero entiendo que mi padre era muy querido”.
ZORCA CAVERO. HIJA DE ARTURO CAVERO

Fuente: El Comercio

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