Por: Mariella Balbi
El majadero debate sobre si la diablada puneña era de aquí o de allá dio la vuelta a medio mundo, seguramente porque se trataba de un lío folclórico, en el sentido más amplio de la palabra. El atroz linchamiento de Jack Briceño a cargo de un dizque “comité de seguridad” de Juliaca solo recibió la indiferencia de la opinión pública y de la prensa también. Vaya destino despiadado el de este puneño, hijo de un respetado fiscal superior, que fue a pasar vacaciones y a visitar a sus paisanos. Sus amigos dicen que Jack era alegre, bromista, lleno de vida y ajeno a la tremenda violencia social que vive Puno actualmente. Esa que lo masacró con una brutalidad que ni siquiera se aplica a un animal. No fue el hado quien lo llevó a la muerte sino la descomposición en la que se ha sumido este hermoso y ancestral departamento del Perú.
Mis amigos puneños viven horrorizados con lo que ocurre en su tierra y no entienden la pasividad de su entorno. Uno de ellos cuenta: “Ese barrio es, coincidentemente, la residencia de los más grandes contrabandistas y narcotraficantes de Juliaca, todos lo saben. La policía nunca interviene porque el vecindario está organizado para impedirlo, o porque reciben su “alita” y se hacen de la vista gorda. Lo grave es que la práctica de la justicia popular se extiende y con esto del arresto ciudadano se legitimará tropelía y media. El crimen del alcalde de Ilave no tiene encausado ni detenido alguno, cuando miles de peruanos lo vimos en vivo y en directo”.
Agrega que Juliaca es emprendedora, pero que casi todo es informal: “Hay contrabando al por mayor. La famosa “culebra” puede ser de 100 camiones y buses. Aduaneros, policías y hasta militares nunca ven nada porque todos viven de ello, aunque la ruta está plagada de puestos de control en ambas fronteras. Pasta básica y cocaína salen de los valles de Sandia y Carabaya hacia Juliaca, Crucero, Ilave y otros poblados para ir a Bolivia y Tacna-Chile. No incluyo la cocaína que va directamente hacia Bolivia y Brasil, ni la que llega del VRAE por tierra (creo que esa es purísima). Parece que Puno ha recuperado su función de eje vial para unir el Alto y el Bajo Perú con negocios ilegales. Fuentes es un legítimo representante de lo que es ahora la sociedad puneña. Evo Morales es fuerte, se ha convertido en un álter ego, un referente de lo que se puede conseguir con los votos. Los pensantes somos pocos”. Atención, congresistas, políticos puneños y peruanos: ¡Abran los ojos!
Fuente: El Comercio