La crisis hídrica, una de las principales consecuencias de la elevación de la temperatura del planeta en el futuro, azotará especialmente a las zonas andinas de Colombia, Perú, Ecuador, Bolivia y Chile.
Grandes derretimientos de glaciares están ya en proceso en esas áreas, donde ciudades como La Paz y Quito enfrentarán restricciones en el abastecimiento de agua en el futuro próximo, dijo el experto.
“Por eso hay que trabajar para garantizar la disponibilidad de alimentos y proteger los sistemas de agua”, agregó el funcionario, uno de los autores del informe “Estudio Económico y Social Mundial 2009: Promover el Desarrollo, Salvar el Planeta”, que analiza los crecientes problemas que enfrentan los países en vías de desarrollo, en particular el calentamiento global, que se suma a los desafíos propios y de larga data relacionados con el desarrollo.
Cifras de los propios gobiernos latinoamericanos indican que la región perdió unas 70.000 hectáreas de bosques desde 1990 a la fecha. Las mayores pérdidas ocurrieron en Brasil (42.000), seguido de Ecuador, México, Bolivia, Venezuela, Honduras y Paraguay.
Este retroceso coincidió con un alza de un diez por ciento del consumo per cápita de hidrocarburos, que en Chile, Perú, Costa Rica, Panamá o Cuba superó el 20 por ciento, desde 1990.
En total, la mayor demanda energética indujo la emisión de unas 720 millones de toneladas de dióxido de carbono en Latinoamérica, donde ciudades como Río de Janeiro y Ciudad de México encabezan los índices.
A lo anterior se suma, según las estadísticas de los gobiernos, que los países latinoamericanos elevaron los últimos diez años su consumo de energía por cada dólar producido.
En otras palabras, desmejoró su eficiencia energética, situación que paradójicamente es mayor en naciones con bajo desarrollo industrial como Bolivia, Ecuador, Haití, Honduras y Paraguay.
El escenario, de no adoptarse medidas urgentes, provocará colapsos en las ciudades, fallas en los sistemas agrícolas y migraciones por cambio climático, añadió el experto.
“Es cosa de ver que sucedió en África con las sequías prolongadas”, opinó.
En medio de la alerta, Vos valoró sin embargo las acciones iniciadas por Brasil, en especial en materia de uso de energías limpias, como el biodiesel.
Sobre lo mismo, dijo que la manera más adecuada de enfrentar el problema que tienen los gobiernos es apoyando la reforestación, usando energías limpias y promoviendo un desarrollo sustentable en el corto plazo.
Fuente: El Comercio