Por Roberto Ochoa B.
Sucede con la catástrofe ambiental provocada por la extracción de oro fluvial en Madre De Dios. El gobierno y sus cómplices califican de “informales” a la explotación de los yacimientos de Huepetuhe, Guacamayo y Delta 1, pese a que cuentan con permisos emitidos por el Ministerio de Energía y Minas (MEM). Ni qué decir del apoyo que reciben del propio gobierno regional de Madre de Dios y de los municipios locales. Estos detalles le quita cualquier categoría de informalidad.
Y la cosa se repite en Tambogrande y en los yacimientos de La Libertad, Cajamarca y Lima. Todos con la bendición del MEM y con la coartada de “informales” como para justificar su política de tierra arrasada.
Confundir “informalidad” con mafias, trata de personas y catástrofes ambientales es un nuevo aporte minero.
Fuente: La República