Editorial de hoy en el diario El Comercio
El riesgo es más que evidente y finalmente nos toca a todos, aunque algunos quisieran mirar al otro lado. Debemos entender que la contaminación industrial y vehicular sigue siendo un problema grave en nuestro país y que tiene efectos directos en el medio ambiente y en la capa de ozono.
El panorama es, pues, sombrío, pero depende de nosotros promover un cambio efectivo.
La creación del Ministerio del Ambiente fue un buen paso, al igual que la inclusión de normas recíprocas y protectoras en los tratados de libre comercio. Igualmente, a pesar de la reticencia de algunos países desarrollados, como Estados Unidos, la mayoría de gobiernos siguen asumiendo compromisos con el medio ambiente, aun sin instrumentos para hacerlos obligatorios.
Del otro lado, sin embargo, hay hechos negativos, como la ampliación de plazos para la importación de vehículos de segunda mano, que son altamente contaminantes, así como la laxitud de las autoridades para proteger la riqueza forestal, nuestras especies en peligro de extinción y los bosques naturales. El enemigo, como siempre, es el mismo hombre y las mafias que, de modo inescrupuloso, se dedican a depredar algo que es patrimonio de todos los peruanos.
Ante esto, lo que se exige es una actitud más proactiva de las autoridades, tanto para mejorar la legislación de protección ambiental, cuanto para hacerla cumplir. Paralelamente, debe lanzarse campañas de concientización, desde la más tierna edad en las escuelas, sobre la importancia de preservar el ambiente y evitar la contaminación. En todo esto el tratamiento de desechos y el reciclaje de productos son aspectos realmente cruciales.
En tanto, otros temas, como el de los alimentos transgénicos, reclaman un pronunciamiento más acorde del Gobierno, pues somos un país que debe proteger sus ventajas competitivas en productos orgánicos y germoplasma, es decir material genético no modificado de especies vegetales oriundas.
En suma, el Día de la Tierra debe encontrarnos preparados para defender nuestra gran casa, antes de que sea agujereada y arrasada por algunos irresponsables, con todo lo que ello significa para nuestra calidad de vida e incluso nuestra supervivencia.
Fuente: http://www.elcomercio.pe
esta re buena
soy anto la k-pa