Sobreviviente de Lucanamarca fallece en raras circunstancias

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Médicos señalan que se trató de muerte súbita. Edmundo Camana fue traído a Lima por la congresista Juana Huancahuari para que reciba mejor atención médica.

María Elena Castillo.

Todo lo que quería Edmundo Camana Sumari, uno de los sobrevivientes de la matanza cometida por Sendero Luminoso en la comunidad de Lucanamarca en 1983, era apoyo económico para solventar los estudios de su hija y atención médica para curar las heridas físicas y psicológicas que le dejó la guerra. Sin embargo, a la semana de haber llegado a Lima, murió en extrañas circunstancias.

La congresista Juana Huancahuari, quien lo ubicó en Ica y lo trasladó a la capital para facilitarle la ayuda que él requería, informó que los médicos de la Clínica Virgen de las Mercedes le comunicaron escuetamente que se trató de una muerte súbita.

Camana se hizo conocido al ser identificado como el sobreviviente de Lucanamarca, cuya foto está en la Exposición Yuyanapaq, que recuerda a las víctimas de la violencia política y que ha sido duramente criticada por un sector del APRA y el fujimorismo.
La parlamentaria responsabilizó de su fallecimiento al congresista Edgar Núñez, quien el viernes pasado instó a sus familiares a sacarlo del Instituto de Ciencias Neurológicas donde había sido hospitalizado.

“Lo sacó subrepticiamente sin dar ninguna información. Junto a los familiares lo llevamos al instituto neurológico y se le realizó los análisis que requería. Estuvo en buenas condiciones. Por eso exigimos que se investigue su muerte”, sostuvo.

Fue manipulado

Huancahuari refirió que, tras contactar a Camana, solicitó a la Comisión de Defensa que se gestione ayuda humanitaria y que el Estado cumpla con su responsabilidad de resarcirlo al ser una víctima del conflicto armado interno.

“Lejos de dar apoyo objetivo, lo que hizo fue manipularlo para hacer juego a la campaña de desprestigio a la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR). Esto merece una denuncia a la Comisión de Ética”, señaló, y afirmó que lo utilizó para cuestionar la propuesta para construir el Museo de la Memoria.

La parlamentaria recordó que cuando ella conversó con Camana en ningún momento cuestionó el trabajo de los organismos de derechos humanos ni de la CVR, y que solo buscaba ayuda tras haber perdido la facultad de caminar a causa de los hachazos que le propinaron los senderistas.

El sobrino del comunero, Wilmer Jiménez Camana, quien lo acompañó en los últimos días, confirmó estas declaraciones: “El solo quería apoyo para vivir mejor y educar a su hija, Nancy, de 18 años. No quiso hablar de lo que pasó en Lucanamarca, pues quería olvidar esos momentos terribles”.

Se espera el resultado de la necropsia para conocer las verdaderas causas de la muerte de Edmundo Camana, a quien lamentablemente el Estado olvidó hasta el final.

Precisión

Reparaciones. Al llegar a Lima Edmundo Camana fue inscrito en el Registro Único de Víctimas. El director de Paz y Esperanza, Germán Vargas, pidió que el Estado inicie el pago de las reparaciones individuales para evitar otros casos similares.

Fuente: http://www.larepublica.pe

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