Ayer se aprobó la moción de vacancia, no por una, sino, por varias bancadas, todo proviene de imputaciones políticas que tienen su propia lógica; lo primero que debe quedar claro es que en política se pueden perdonar los errores, pero no la mentira; a diferencia de los juicios ordinarios con imputaciones concretas, pruebas y procesos complejos, acá no manda la objetividad ni el estándar probatorio, sino, el criterio de conciencia para evaluar los actos anti-éticos o inmorales del Presidente cuestionado de acuerdo al procedimientos preestablecido en la Constitución y en el reglamento del Congreso.

PPK mintió y reiteró la mentira más de una vez (¿Si no había irregularidad alguna, por qué hacerlo?), a estas alturas, que #Odebrecht explique -a través de diarios de alcance nacional- que los contratos con Sepúlveda fueron lícitos y registrados en la contabilidad legal de dicha empresa, no enerva la responsabilidad política revestida de mentira, después de todo, la simulación contractual a través de terceros, no es novedad en las formas de la corrupción, de lo contrario, el dinero recibido por Sepúlveda no hubiese ido a parar a las cuentas de PPK a solo tres días de la transacción, sin perjuicio de que mientras se hicieron los contratos con supuestos terceros, la titularidad de una de las empresas siguió en el Presidente, máxime si tenemos en consideración que los cargos ministeriales son de dedicación exclusiva y prohíben la gestión de intereses.

No podemos ser -tan- cándidos y creer ciegamente lo que el Presidente no ha podido explicar bien en dos mensajes a la Nación, los ciudadanos peruanos no nos merecemos esto, y no podemos avalar a una persona, para contrarrestar al fujimorismo, al que no le cabe el ropaje de fiscal, y que por este proceder no se convierte en adalid de la justicia o de la transparencia, por el contrario no debemos olvidar su autoritarismo pasado y el actual respecto del Tribunal Constitucional y del Fiscal de la Nación, sin embargo, la vacancia es una forma democrática y además es parte del procedimiento constitucional, así, si el 21 de diciembre se decide que PPK se vaya ¡Que se vaya o renuncie antes -por decencia-! La lección de ninguna manera podría ser: ¡Demos una oportunidad al menos corrupto! La política es de gestos y hay que ver las lecciones que con esto damos a los más jóvenes y a nuestros hijos.

Patrick Emmanuel Pérez Deza

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