Desde hace un tiempo leo a lideres de opinión proponer oficinas de gestión de proyectos (PMO) para proyectos de inversión pública que nos permita no solo tener el producto o servicio resultado del proyecto sino también los beneficios esperados del mismo.
A través de artículos periodísticos – se propone la incorporación de PMOs para la gestión de proyectos públicos a nivel de gobierno central y/o local. Dias atrás, el propio responsable del MTC (1) menciono esta posibilidad para el Aeropuerto de Chincheros.
Hoy mismo tenemos en el país a la empresa británica Mace dando servicios de PMO para los Panamericanos #Lima2019 ($73M) lo cual debe permitir algún tipo de transferencia tecnológica a fin de desarrollar capacidades locales y estar en capacidad de replicar las mejores practicas y mas importante aun – mejorar nuestra normativa para que sea mas ágil, efectiva como segura.
Pero el problema no se limita a temas de corrupción sino que también encontramos que los proyectos no alcanzan o alcanzarán los beneficios esperados pues además del producto del proyecto, es decir, la infraestructura (Interoceánica Sur y Refinería Talara) se logre el beneficio del proyecto.
Apunto particularmente a PMOs para los proyectos de inversión pública sabiendo que estos impactan de mayor manera en los menos favorecidos, que son llevados adelante por funcionarios públicos bajo normativas bastante engorrosas.
Hablando con uno de los autores de los artículos que aquí comparto, me comentaba como hemos perdido – en los últimos 30 años – muchas oportunidades de contar con empresas de reconocido prestigio internacional ayudando a gestionar importantes proyectos de infraestructura y desarrollo que han preferido estar lejos de gestiones corruptas que necesitan la contraparte que se ajusta a sus necesidades.
Me he interesado en el tema desde el punto académico con la intención de hacer una investigación sobre la implementación de PMOs asociadas a la gestión de proyectos públicos. Aquellos que estamos de alguna manera comprometidos en formar mejores profesionales debemos ir mas allá de compartir con estudiantes nuestra experiencia profesional o los contenidos de una norma para lograr alguna certificación. Debemos salir de un “encasillamiento certificador” buscando comprender de manera integral la problemática asociada a la gestión de proyectos públicos.
Como me dice un colega y experimentado gerente de proyectos “no formemos gerentes de obra, formemos gerentes de proyecto”. Tenemos como reto compartir nuevos y mejores modelos para la gestión de proyectos utilizando diferentes medios para desarrollar capacidades que permita al profesional afrontar las particularidades de cada proyecto que les tocará gestionar.
Exitos
Lectura sugerida (para poner las cosas en contexto)
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