El mundo al revés. María Eugenia Ulfe

El mundo al revés
Fiesta en los Andes. Las celebraciones de carnavales en la sierra coinciden con la época de lluvias y con la maduración de los cultivos, de modo que tienen una estrecha relación con la celebración de la fertilidad

Por: María Eugenia Ulfe *

08 de febrero de 2009

“Romper el orden social, violentar el cuerpo, abandonar la propia personalidad equilibrada y hundirse en una especie de subconsciente colectivo”, así describe Caro Baroja la esencia del carnaval. La lógica de que todo es posible: los hombres se sentirán locos y sabios, fuertes y débiles, en síntesis se vivirán toda clase de inversiones y descontroles sociales. Por ello, se trata también de un momento de cambio, de transformaciones sociales y de amores. Conocido durante la Edad Media como la fiesta de carnestolendas por su permisividad o antruejo por el uso de máscaras para ocultar (o develar) otros aspectos de la personalidad, esta es una fiesta que comienza después de la Navidad y el Año Nuevo hasta el Miércoles de Ceniza. Sus días centrales coinciden con los tres días previos al inicio de la Cuaresma, el momento de reflexión, ayuno y abstinencia cristianos.

Durante este período, es decir después del Año Nuevo y antes del Miércoles de Ceniza, se llevan a cabo una serie de festividades en los Andes. Destacan, por ejemplo, el Tinkuy en las pampas de Chiaraje en el sur del Cusco, la Bajada de Reyes de Cangallo (Ayacucho), el Niño Occe en Huancavelica, la fiesta de la Virgen Candelaria en Puno, las wylanchas o marcaciones de ganado en las comunidades de altura. Estas fiestas preceden, en muchos casos, la celebración misma de los carnavales. Son momentos de competencia y encuentro para jóvenes, negociación de conflictos de comunidades y fortalecimiento de las identidades locales.

Durante el período de carnavales se exalta la fertilidad. Y es que el calendario anual en los Andes se regirá por las actividades agrícolas y ganaderas y las celebraciones de fiestas patronales. Este momento del año coincide con el período de lluvias, con la aparición de los primeros frutos en el campo y la maduración de los cultivos. Así, al ritmo de ¡chayraq! y proveídos de waracas y liwis los jóvenes jugarán con manzanas, naranjas y tunas en Socos (Ayacucho). Este es el contexto en el cual se espera la salida de las pandillas y de los jóvenes varones que se enfrentarán en los siqullus o latigueos. Y es que la violencia es otra forma de romper la normatividad de la vida cotidiana.

En este sentido, como juego y competencia, el vocablo quechua pukllay reflejará el espíritu festivo y sensual que se exacerba durante este período como la siguiente canción lo muestra:

“… esta noche nos gozaremos
la fiebre llegó a este barrio
pukllay
que cantemos sobre las guitarras
salgan las muchachas
fuego, fuego, fuego
pukllay
que cantemos sobre las guitarras
salgan los muchachos
fuego, fuego, fuego
pukllay”

La música es un aspecto fundamental de toda fiesta o ritual. En los Andes la música sirve para demarcar el momento. Así, géneros musicales específicos serán ejecutados en ciertos momentos. En Víctor Fajardo (Ayacucho), por ejemplo, será el pum pin que acompañará las celebraciones de carnaval y en la ciudad de Ayacucho serán el chayraq y las chimaychas. Y las coplas serán el mayor atractivo de las fiestas de Carnaval en Cajamarca. En la creación de la lírica participarán maestros, representantes de los distritos, caseríos y barrios. La música, como creación personal y sin abandonar la temática amorosa, reflejará la coyuntura política, social o económica. A través de las canciones, las poblaciones pueden alzar su voz ante las autoridades, sean locales o estatales, y mostrar su preocupación ante políticas del gobierno regional o central. El carnaval es el momento para las licencias y para los encuentros, momento de diversión para todos por igual. Como la siguiente copla cajamarquina lo dice:

“Que bonito es el carnaval,
pa´l que lo sabe gozar,
para el rico, para el pobre,
para todos por igual”.

O, como esta otra canción de Lircay (Huancavelica) también expresa:
“carnaval de mi pueblo
gozan chicos y grandes
olvidando las penas,
tristezas,
resentimientos,
uniendo corazones”.

Antropóloga. Docente del Departamento de Ciencias Sociales de la PUCP

Fuente: http://www.elcomercio.com.pe/impresa/notas/mundo-al-reves_1/20090208/242987 Leer más