El fin de Crítica Cultural: Prefiero los finales rotundos. Entrevista a Nelly Richard
Nelly Richard Teórica del arte
Nelly Richard
El fin de Crítica Cultural: Prefiero los finales rotundos
Por: Óscar Contardo
La revista “Crítica Cultural” se acabó. Nelly Richard, su creadora, decidió que era suficiente y marca el final de la revista con la publicación de una antología de los mejores artículos.
“Debates críticos en América Latina” (Editorial Arcis/Cuarto Propio) es el nombre de la antología que recoge una selección de textos de la revista fundada en 1990. El primer número aparecido en mayo del 90 fue una portada que era a la vez una declaración de intenciones: la fotografía de la avioneta del alemán Mathias Rust aterrizando en la Plaza Roja de Moscú.
Fueron 18 años de una propuesta intelectual. Ensayos, entrevistas, crónicas, literatura y artes visuales. Son los “tránsitos” de los que habla Nelly Richard: “entre disciplinas, entre márgenes, entre la academia y sus afueras”. Nelly Richard -francesa de nacimiento, radicada en Chile desde 1970- es un nombre imprescindible para el arte chileno de los últimos 30 años. Si a su propio tránsito como teórica del arte hubiera que marcarlo con hilos que comunicaran los nombres y los hitos con los que está asociada partiría con Carlos Leppe, Carlos Altamirano y la Escena de Avanzada y se expandiría a través de los años en un entramado que va del arte a la política, de la sociología a la literatura.
-¿Por qué se termina Crítica Cultural?
“Primero no habría que sorprenderse, porque 18 años es mucho tiempo en la vida de una revista independiente. Yo cito en el prólogo de la antología a Beatriz Sarlo, una intelectual a quien respeto mucho, directora de la revista “Punto de Vista” en argentina, de cierto modo una revista compañera de “Crítica Cultural”. “Punto de Vista” alcanzó a cumplir treinta años y en el editorial de cierre Beatriz Sarlo habla del fin del “deseo de revista”, en el sentido de que las revistas independientes no deben responder a ningún pedido, encargo, nada externo a ellas, sólo se requiere fuertemente lo que ella llama “el deseo de revista”. Si ese “deseo de revista” se diluye uno tiende a creer que la revista deja de ser indispensable”.
-Cuál era el objetivo con el que arrancó la revista…
“Cuando la fundamos el interés era armar tránsitos entre la cultura académica y un campo cultural más amplio. Con los años la revista se fue transformando en un elemento de consulta académica, entonces hubo un destino seguro. Pero digamos que esa seguridad le quitó un poco del espíritu de aventura de la revista independiente. Sentí que la revista ya había cumplido su función y prefiero los finales nítidos, rotundos antes que estar desgastándose en una especie de continuidad monótona o un proyecto que languidece”.
-¿Cuál es la diferencia entre el cierre de Critica Cultural en Chile y “Punto de Vista” de Beatriz Sarlo en Argentina?
“La diferencia es que el cierre de “Punto de Vista” ocurre en una escena cultural mucho más viva, aguda más cruzada por la polémica. Una revista que quiere imprimirle una marca, un campo de reflexión y crítica vive a través del diálogo. En Chile hay muy poco espacio para eso. Muchas revistas que han nacido y muerto al tercer número carecieron de atención del medio y vieron frustrados sus proyectos editoriales en parte por esta falta de capacidad de diálogo, debate, polémica”.
-Si uno atiende a las estadísticas, el medio actual debería ser mucho más propenso a publicaciones de este tipo que el medio en 1990: hoy existen fondos públicos, la educación superior se ha ampliado como nunca, hay más facultades de arte y humanidades, lo que significaría mayor público y masa crítica…
“Cuando te digo que hay una mezquindad en el modo en que la prensa y los medios de comunicación abordan el tema de la cultura, también tiene que ver, por ejemplo, con el lugar que ocupa el ensayo, incluso en los suplementos de libros, hay una atención más puesta en la narrativa ligada a las transnacionales. Entonces claro, hay un público universitario para una producción de textos ensayísticos, pero es muy dramático el nulo espacio que ocupa el debate de ideas. Prevalece una mirada sobre la cultura de entretención y por otro lado una industria del paper subordinada a una lógica ejecutiva en la lógica del mercado”.
-¿Qué rol tuvo la transición en la escena artística y cultural?
“Yo creo que la transición ha tenido respecto de lo social una función de aquietamiento, de normalización y en la cultura y en el arte me parece que hubo un redisciplinamiento. Me parece que surge una paradoja. Por un lado sería muy poco sensato no celebrar lo que significó el Fondart y los fondos concursables en general. Ahora, creo que eso tuvo un efecto de burocratización del proyecto artístico. Lo que en los años de la Escena de Avanzada había de crítico y experimental hoy se transforma en una especie de cultura del catálogo”.
Una categoría intimidante
El viernes fueron presentados en el Centro Cultural Palacio de la Moneda los tomos 1 y 2 de la antología de Crítica Cultural. Ha pasado mucha agua bajo el puente desde la época en que la Escena de Avanzada irrumpió, a fines de los setenta. Nelly Richard, actualmente directora del magíster de Estudios Culturales de Arcis, recuerda:”En esos años uno tenía a Garretón y a Brunner entre los espectadores habituales de las acciones de artes más transgresoras. Con la transición, todo se aquietó; se volvió a delimitar”.
-¿Qué significa actualmente ser un intelectual de izquierda?
“Creo que hay un cierto pudor actual en usar esa categoría. Tendría que decir que la figura del intelectual ha sido encarnada de distintas formas: el intelecual comprometido (Sartre), el orgánico (Gramsci), el sectorial (Foucault). Me parece que la figura de intelectual de izquierda -como figuraque habla en nombre de todos y de todo- ha entrado en crisis; se ha quebrado, y por una parte me parece bien… Entonces, más que hablar del intelectual de izquierda, hablaría de prácticas de oposición, más acotadas. De actos críticos de oposición . Habría que preguntarse qué vamos a entender por izquierda, porque se han multiplicado las formas de entender la categoría”.
Fuente: El mercurio, Domingo 11 de Enero de 2009
Hola, se han dado cuenta que en nuestro país no se da a conocer nuestra historia, no hay muchos programas culturales que nos hablen de los mitos y leyendas o de las creencias de los pobladores de la costa, sierra y selva peruana y que por cierto forman parte de nuestra historia. Pues les contaré que hace unos días tomando un café en un Restaurante Centrico encontré una revista cultural, la leí y me pareció bastante interesante, ya que no sólo tenía los artículos en español si no también en inglés francés y quechua, la revista se llama “Peruvian Heritage” (Herencia Peruana) y por lo que pude leer es de distribución gratuita así que me pareció lo suficiente bueno para difundirla. Las suscripciones son gratuitas también y se hacen por medio de este correo enquiries@onetooneperu.org o también la puedes descargar en http://www.onetooneperu.org…