Me harté, me cansé de los vampiros de ahora, vampiros los de mi época (como dicen los abuelos). Estoy harto de ver en el cine y la televisión vampiritos de mentira que se enamoran de forma platónica, que regalan chocolates, que buscan el bien de la humanidad y la paz mundial, COJUDECES!!! Los vampiros matan, violan, destruyen, asesinan. Les juro que espero que aparezca Van Helsing y les patee el culo a todos estos vampiritos patéticos y los destierre del cine y la tele.

Desde hace algún tiempo, miento, tengo el momento exacto en que esto se convirtió en una payasada estúpida llena de sangre con edulcorante, fue allá por el año 2008 cuando se estrena un bodrio llamado Crepúsculo, una película donde los vampiros pueden salir a la luz del sol, donde se enamoran y viven en una perfecta familia feliz. ¿Porque deberían de ser vampiros? Sin ningún problema la película se podría tratar de dos bandas de nerds o una pandilla de maniaco depresivos con fotofobia, que sean vampiros o no, dada la clase de vampiros que presenta la película es totalmente irrelevante.

Luego de esto sale a luz una basura de seria llamada The Vampire Diaries, una copia casi exacta de Crepúsculo sin pies ni cabeza donde otra vez los vampiros pueden ser reemplazados con gente común con algún desorden de personalidad o con adolescentes con súper poderes.

Supongo que Bram Stoker esta revolcándose en su tumba con las porquerías que se han creado entorno a su mítico personaje Drácula, un personaje complejo pero cruel, que engaña, mata, maquina y que si, se enamora, pero no de una manera romántica, es casi salvaje, se mete en la mente de Mina Harker, la engatusa, la seduce y casi sin pensarlo la muerde y se alimenta de ella, ESE ES UN VAMPIRO CARAJO.

De los vampiros modernos, creo que la serie True Blood es una heredera digna de una saga vampírica, les confieso que no he visto muchos capítulos pero me parece que se ajusta a la idea de lo que un vampiro debe ser.

Hace algún tiempo seguía en la tele las series Buffy y Angel, aquí a la mayoría de los vampiros se les presentaba como seres sin alma, sedientos de sangre, capaces de asesinar sin piedad, de ser irónicos y jugar con sus víctimas como un gato juguetea con un ratón para darles una muerte dolorosa y lenta. El único que era diferente era Angel, el vampiro que por una maldición le fue devuelta su alma y vivía atormentado por sus acciones de vampiro desalmado. Lo divertido de esta situación era que el tipo perdía el alma como quien pierde sus llaves y cada cierto tiempo le reventaba la vida a cuanto inocente se le cruzára hasta que el alma le era devuelta y de nuevo el sufrido Angel terminaba lamentándose por calles y plazas.

En serio basta ya de estos vampiros acojudados, de estos fantoches que lo único que esperan es una oportunidad para quitarse la camisa y provocar suspiros calenturientos de más de una cholita aguantada (celebérrima frase de Servando y Florentino), basta de estos personajes sosos sin aristas, sin gracia que a nadie convencen.

Por favor, los vampiros son fruto de un pacto con el diablo, son desalmados, se queman con agua bendita, tienen colmillos (o al menos les crecen en la ocasión precisa), no pueden ver la luz del sol y se alimentan de humanos indefensos, basta ya de esos vampiritos medio amariconados con pinta de metrosexuales pálidos que buscan el amor de su vida en personas mortales y que por el gran amor que les profesan no son capaces de convertirlas en vampiros, tanta gilipollada a veces me da nauseas.

Seamos claros, los vampiros se crearon para infundir miedo, no ternura ni cariño, por lo tanto lo que están haciendo es mandar a la mierda toda la mitología tejida por años alrededor de los vampiros para convertirlos en sex symbols adolescentes y poder venderle más a mocosas horny; se vende sexo y nada más que sexo y eso está convirtiendo a los vampiros en una sarta de niñitos bien, ahuevados y medio mariposones que pululan por la pantalla calateándose cada vez que tienen la oportunidad provocando humedad en la audiencia femenina adolescente.

Felizmente aun tenemos a los muertos vivientes come cerebros, los zombies malolientes y chorreantes, esos son los monstruos de ahora, los vampiros ya fueron. Ojala que a ningún imbécil se le ocurra hacer una historia de amor entre dos zombies que se regalan rosas y se besan a la luz de la luna y comparte un intestino al estilo de “La Dama y el Vagabundo”, eso ya sería el colmo.

Descansa humanidad donde quiera que estés … y descansa vampiro cruel y sediento de sangre, descansa en tu ataúd lleno de tierra de Transilvania.