El domingo próximo pasado leí en El Comercio una entrevista a Jaime Saavedra (Ministro de Educación) respecto de la ejecución de todo lo planificado para la realización de los Juegos Panamericanos 2019, en su contenido precisa que el calendario se está ejecutando de acuerdo a lo previsto y que, salvo algunas complicaciones administrativas y municipales, todo irá bien, agrega además que tendrán que ajustar el calendario y que de acuerdo a ello, en materia de procesos de contratación tendrán que iniciarlos cuanto antes o en su defecto tendrán que pedir facultades o legislación especial para abreviar algunos procesos ¡He ahí el problema! La puerta abierta al lobby, como ya vimos con Moreno, asesor cercano al Presidente de la República para temas de salud a quien han querido lavarle la cara todo el fin de semana.
Tal parece que el técnico en educación (Saavedra), quien conoce mucho de educación y sus procesos, no conoce mucho de las gestiones que serán necesarias para sacar adelante los juegos en comento, sobre todo en lo vinculado a los procesos de contratación en el marco de la inversión pública, lo que significa la inversión de cerca de mil doscientos millones de soles.
Sépase que el sistema de contratación pública cuenta con un marco legal regulatorio con reglas y plazos prescritos para favorecer la contratación bajo parámetros ideales de eficiencia y cero corrupción, ahora, si el ministro dice que para los procesos (licitaciones) serán necesarias algunas modificaciones o permisos legales que le habiliten contratar a dedo o fuera de las reglas, es evidente que quebramos esos procesos y anteponemos los famosos decretos de urgencia, las exoneraciones y demás formales legales o ilegales, para tramitar sin control cualquier tipo de proceso (adquisición de bienes o servicios).
Entonces, ya no creo que todo esté bajo control, que todo esté planificado con algunas pequeñas variaciones en el calendario, sino que, ya todo está quebrado y para sacar esto adelante se tendrá que apelar a todo, claro, el país no puede quedar mal, pero una vez más queda en evidencia la desidia de los técnicos del primer nivel de gobierno para llevar adelante los procesos dentro del marco de la planificación, los sistemas administrativos y sobre todo los plazos que hacen transparentes a las licitaciones para evitar que se contrate a dedo, a las mismas constructoras de siempre, a los amigos de siempre, a los Moreno de la gestión pública, esos que trafican con las necesidades de la nación.
Pregunto, a qué gobernador regional, alcalde provincial o distrital no le ha pasado o tocado enfrentarse a un director técnico, viceministro o ministro para dar explicaciones acerca de las irregularidades en sus procesos de inversión o contratación pública, yo he visto muchos, tiemblan frente a los técnicos de primer nivel, tartamudean y no saben explicar cómo o por qué fallaron los procesos dentro de los sistemas administrativos, muchas veces, sin saber que en todas partes se cuecen habas y que los tecnócratas de ministerio –muchas veces- tampoco tienen al toro por las astas, que tramitan procesos de manera irregular, que quiebran los procesos de inversión y peor aún, a diferencia de los gobiernos sub-nacionales, que acuden muchas veces a la milagrosa excepción a la regla con el permiso de normas cuestionables o mecanismos ilegales o con legalidad maquillada para invertir y sobre todo para corromper.
Creo que al margen de todo el tema educativo y la capacidad de Saavedra para ello, la Contraloría le deberá pisar los talones para proteger los mil doscientos millones que se invertirán para la –probable- realización los Juegos Panamericanos 2019.
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