Mundo y mente sin fronteras: Pensamientos de una inmigrante
Joven (brasileño): Hola, disculpa soy nuevo en esta ciudad, ¿Podrías indicarme un buen lugar para comer?
Yo: Hola. Sí claro (le doy las indicaciones)
Joven: Qué lindo acento, ¿de donde eres?
Yo (sonrío): Soy de Lima, Perú
Joven (intenta hablar en español): Yo conozco Lima y Cuzco, todo muy bonito.
Yo (en español): Qué chévere, Cuzco es una de las ciudades más turísticas en Perú. (…) Disculpa, ¿entendiste mis indicaciones?.
Joven: Sí claro, hablas bien portugués. Muchas Gracias
Barão Geraldo – Campinas – São Paulo – Brasil
Quise empezar este artículo con esa pequeña conversación real que sucedió el último día de Julio 2018 en Campinas – Brasil, para demostrar lo enriquecedor que es compartir experiencias de nuestras culturas. ¡Qué orgullo decir que soy del Perú en tierras extranjeras!
Aprendí amar a un país que me acogió desde hace unos años: Brasil. Su idioma, su música, su arte, su naturaleza, sus tradiciones y especialmente su gente que siempre me trató con respeto, amabilidad, cariño y me dio la mano cuando lo necesitaba, hicieron que poco a poco Brasil se volviera un “hogar”. ¿Será que este trato al extranjero es el mismo en cualquier otro país? ¿ … en mi país, Perú?
No, decepcionada digo no.