Archivo del Autor: Richard Angelo Leonardo Loayza

Acerca de Richard Angelo Leonardo Loayza

Es más que seguro que mi hermano Marco Antonio y yo sabíamos lo que nos esperaba afuera; por eso, a pesar de las urgencias y los dolores de nuestra pobre madre, nos negamos a salir hasta el décimo mes. Mi hermano cayó en batalla y muy temprano; el caso es que desde ese terrible día siento que algo me falta. Das ding? diría el viejo Lacan, recordando a Freud. No lo sé. Quería iniciar esta aventura hablando de aquel del cual nunca hablo. Quería buscarle una respuesta a la soledad del corredor de fondo, mi soledad. También tengo un hermano, Percy, a quien debo más de lo que él cree. Por qué perder el tiempo con un blog. Porque es el medio perfecto para compartir ideas (tanto las mías como las de aquellos que pueden decir mejor las cosas que yo). Por eso, aquí se pueden hallar una serie de textos nómades, que emigran de blog en blog, con la única intención de difundir ideas, muchas ideas. Es necesario que lo comenten? No, solo es fundamental leerlo. Después de todo también se puede escribir en lo virtual, que no es como en el aire, no? Tal vez es necesario soltar una palabra como quien suelta una botella al mar, como quien suelta una promesa, una queja, un grito de guerra. TODO EL MATERIAL USADO TIENE FINES ACADEMICOS SALVO EL SABER, TODO ES ILUSION

Gustave Flaubert

Gustave Flaubert

(Ruán, Francia, 1821 – Croisset, id., 1880) Escritor francés. Hijo de un médico, la precoz pasión de Gustave Flaubert por la literatura queda patente en la pequeña revista literaria Colibrí, que redactaba íntegramente, y en la que de una manera un tanto difusa pero sorprendente se reconocen los temas que desarrollaría el escritor adulto.

Estudió derecho en París, donde conoció a Maxime du Camp, cuya amistad conservó toda la vida, y junto al que realizó un viaje a pie por las regiones de Turena, Bretaña y Normandía. A este viaje siguió otro, más importante (1849-1851), a Egipto, Asia Menor, Turquía, Grecia e Italia, cuyos recuerdos le servirían más adelante para su novela Salambó.

Excepto durante sus viajes, Gustave Flaubert pasó toda su vida en su propiedad de Croisset, entregado a su labor de escritor. Entre 1847 y 1856 mantuvo una relación inestable pero apasionada con la poetisa Louise Colet, aunque su gran amor fue sin duda Elisa Schlésinger, quien le inspiró el personaje de Marie Arnoux de La educación sentimental y que nunca llegó a ser su amante.


Gustave Flaubert

Los viajes desempeñaron un papel importante en su aprendizaje como novelista, dado el valor que concedía a la observación de la realidad. Flaubert no dejaba nada en sus obras a merced de la pura inspiración, antes bien, trabajaba con empeño y precisión el estilo de su prosa, desterrando cualquier lirismo, y movilizaba una energía extraordinaria en la concepción de sus obras, en las que no deseaba nada que no fuera real; ahora bien, esa realidad debía tener la belleza de la irrealidad, de modo que tampoco le interesaba dejar traslucir en su escritura la experiencia personal que la alimentaba, ni se permitía verter opiniones propias.

Su voluntad púdica y firme de permanecer oculto en el texto, estar («como Dios») en todas partes y en ninguna, explica el esfuerzo enorme de preparación que le supuso cada una de sus obras (no consideró publicable La tentación de san Antonio hasta haberla reescrito tres veces), en las que nada se enunciaba sin estar previamente controlado. Las profundas investigaciones eruditas que llevó a cabo para escribir su novela Salambó, por ejemplo, tuvieron que ser completadas con otro viaje al norte de África.

Su primera gran novela publicada, y para muchos su obra maestra, es Madame Bovary (1856), cuya protagonista, una mujer mal casada que es víctima de sus propios sueños románticos, representa, a pesar de su propia mediocridad, toda la frustración que, según Flaubert, había producido el siglo XIX, siglo que él odiaba por identificarlo con la mezquindad y la estupidez que a su juicio caracterizaba a la burguesía.

De esa misma sátira de su tiempo participa toda su producción, incluido un brillante, aunque inacabado,Diccionario de los lugares comunes. La publicación deMadame Bovary, que supuso su rápida consagración literaria, le creó también serios problemas. Atacado por los moralistas, que condenaban el trato que daba al tema del adulterio, fue incluso sometido a juicio, lo cual lo decidió emprender a un proyecto fantasioso y barroco, lo más alejado posible de su realidad:Salambó, que relataba el amor imposible entre una princesa y un mercenario bárbaro en la antigua Cartago.

Su siguiente gran obra, La educación sentimental(1869), fue, en cambio, la más cercana a su propia experiencia, pues se proponía describir las esperanzas y decepciones de la generación de la revolución de 1848. Su última gran obra, Bouvard y Pécuchet, que quedaría inconclusa a su muerte, es una sátira a la vez terrible y tierna del ideal de conocimiento de la Ilustración.

La abundancia de los trabajos que posteriormente se han dedicado a Gustave Flaubert, y en particular a su estilo, confirma el papel central que desempeñó en la evolución del género novelístico hasta la mitad del siglo XX.

Fuente: http://www.biografiasyvidas.com/biografia/f/flaubert.htm

Sigue leyendo

Émile Zola

Émile Zola

(París, 1840 – 1902) Novelista francés, principal figura del naturalismo literario. Hijo de Francesco Zola, ingeniero emigrante italiano, y de Émilie Aubert, proveniente de la pequeña burguesía francesa, pasó su infancia en Aix-en-Provence y estudió en el colegio Bourbon. Fue compañero de Paul Cézanne, con quien mantuvo una sólida amistad, y tomó contacto con la literatura romántica, especialmente con la narrativa de Victor Hugo y la poesía de A. De Musset, su favorito.

Al morir su padre en 1847, se trasladó a París junto a su madre y continuó sus estudios en el instituto Saint-Louis. Tras fracasar en su examen de graduación, en 1859 consiguió un empleo administrativo en una oficina de Aduanas y en 1862 empezó a trabajar para el departamento de publicidad de la editorial Hachette. Se interesó por la poesía y el teatro, y colaboró para periódicos como Le Figaro, Le Petit Journal y Le Salut Public.


Émile Zola

Sus primeros libros publicados fueron un conjunto de relatos titulados Cuentos a Ninon (1864), y una novela autobiográfica con influencia del romanticismo,La confesión de Claude (1865). Escribió dos obras de teatro que no fueron representadas, La fea (1865) yMagdalena (1865), y en 1866 fue despedido de Hachette. Comenzó a trabajar como cronista literario y artístico en el periódico L’Événement, y publicó los trabajos de crítica pictórica Mis odios (1866) y Mi salón(1866), donde hizo una enérgica defensa de Manet, cuestionado en esa época por los sectores académicos.

A partir de ese momento se dedicó por completo a escribir, se alejó paulatinamente del romanticismo y sintió afinidad con el movimiento realista y el positivismo. Aplicó su experiencia periodística en Los misterios de Marsella (1867), una novela folletinesca, y publicó su primera obra importante, Teresa Raquin(1867), con la que ganó cierto prestigio en el ambiente literario.

Con la novela Madeleine Férat (1868) fue consolidando su estilo, y la lectura de Introducción a la medicina experimental, de Claude Bernard, lo inspiró para concebir un conjunto de novelas escritas “con rigor científico”, donde quería relatar la historia natural de varias generaciones de una familia bajo el Segundo Imperio.

Así nació la monumental serie Los Rougon-Macquart, integrada por La fortuna de los Rougon (1871), La ralea (1871), El vientre de París (1873), La conquista de Plassans (1874), La caída del Abate Mouret (1875), Su excelencia Eugène Rougon (1876), La taberna (1877),Una página de amor (1878), Naná (1879), Lo que se gasta (1882), El paraíso de las damas (1883), La alegría de vivir (1884), Germinal (1885), La obra (1886), La tierra (1887), El sueño (1888), La bestia humana(1890), El dinero (1891), La derrota (1892), y El Doctor Pascal (1893).

En los treinta y un volúmenes que comprenden las veinte novelas trazó la genealogía de más de doscientos personajes y sus textos fueron tan elogiados como criticados. Recibió duros cuestionamientos por parte de escritores católicos como M. Barrès, L. Bloy y B. d’Aurevilly que veían en el carácter positivista de su obra signos de decadencia, dogmatismo y una “absoluta carencia de espiritualidad”.

Su obra ensayística comprende volúmenes teóricos sobre el naturalismo, como La novela experimental(1880), El naturalismo en el teatro (1881), Nuestros autores dramáticos (1881), Los novelistas naturalistas(1881), Documentos literarios (1881), y Una campaña(1882); así como textos de crítica y polémica, entre los que destacan Viaje de vuelta (1892), Nueva campaña (1897), y fundamentalmente ¡Yo acuso!(1898), un extenso artículo dirigido al Jefe de Estado francés y publicado originalmente en el periódico L’Aurore, donde defendió la inocencia del capitán de origen judío A. Dreyfus, acusado de alta traición a la patria por los militares antisemitas.

El efecto causado por su participación en el Caso Dreyfus lo posicionó como líder de las fuerzas progresistas (republicanos y socialistas) que reclamaron al gobierno derechista la defensa de los derechos humanos en la República. El gobierno, apoyado por los partidos conservadores, el ejército nacionalista y la Iglesia Católica, lo acusó por injurias y lo persiguió, por lo que se exilió en Inglaterra hasta que se demostró la inocencia definitiva de Dreyfus y el complot militar.

En 1899 volvió a París y pudo ver indultado a Dreyfus, y el 29 de septiembre de 1902 murió asfixiado por la defectuosa combustión de una chimenea, hecho que suscitó muchas sospechas dadas las reiteradas amenazas de muerte que había recibido.

Su influencia sobre las generaciones posteriores de escritores no fue sólo literaria, ya que su actitud de involucrarse tanto en la literatura como en la realidad social se transformó en un paradigma del escritor comprometido y dominó la escena cultural de occidente hasta la década de los 70. También es autor de las series Las tres ciudades, compuesta porLourdes (1894), Roma (1896) y París (1898), y Los cuatro evangelios, integrada por Fecundidad (1899),Trabajo (1901), Verdad (póstuma, 1903) y Justicia(inacabada).

Fuente: http://www.biografiasyvidas.com/biografia/z/zola.htm

Sigue leyendo

Stendhal

Stendhal

(Marie Henri Beyle; Grenoble, Francia, 1783-París, 1842) Novelista francés. Huérfano de madre desde 1789, se crió entre su padre y su tía. Rechazó las virtudes monárquicas y religiosas que le inculcaron y expresó pronto la voluntad de huir de su ciudad natal. Abiertamente republicano, acogió con entusiasmo la ejecución del rey y celebró incluso el breve arresto de su padre. A partir de 1796 fue alumno de la Escuela central de Grenoble y en 1799 logró el primer premio de matemáticas. Viajó a París para ingresar en la Escuela Politécnica, pero enfermó y no se pudo presentar a la prueba de acceso.


Stendhal

Gracias a Pierre Daru, un pariente lejano que se convertiría en su protector, entró a trabajar en el ministerio de Guerra. Enviado por el ejército como ayudante del general Michaud, en 1800 descubrió Italia, país que tomó como su patria de elección. Desengañado por la vida militar, abandonó el ejército en 1801. Entre los salones y teatros parisienses, siempre enamorado de una mujer diferente, empezó (sin éxito) a cultivar ambiciones literarias.

En precaria situación económica, Daru le consiguió un nuevo puesto como intendente militar en Brunswick, destino en que permaneció entre 1806 y 1808. Admirador incondicional de Napoleón, ejerció diversos cargos oficiales y participó en las campañas imperiales. En 1814, a la caída del corso, se exilió en Italia, fijó su residencia en Milán y efectuó varios viajes por la península italiana.

Publicó sus primeros libros de crítica de arte bajo el seudónimo de L. A. C. Bombet, y en 1817 aparecióRoma, Nápoles y Florencia, un ensayo más original, donde mezcla la crítica con recuerdos personales, en el que utilizó por primera vez el seudónimo de Stendhal. El gobierno austriaco le acusó de apoyar el movimiento independentista italiano, por lo que abandonó Milán en 1821, pasó por Londres y se instaló de nuevo en París, cuando terminó la persecución de los partidarios de Napoleón.

Dandy afamado, frecuentaba los salones de manera asidua, mientras sobrevivía con los ingresos que le procuraban sus colaboraciones en algunas revistas literarias inglesas. En 1822 publicó Sobre el amor, ensayo basado en buena parte en sus propias experiencias y en el que expresaba ideas bastante avanzadas; destaca su teoría de la «cristalización», proceso por el que el espíritu, adaptando la realidad a sus deseos, cubre de perfecciones el objeto del deseo.

Asentó su renombre de escritor gracias a la Vida de Rossini y las dos partes de su Racine y Shakespeare, auténtico manifiesto del romanticismo. Después de una relación sentimental con la actriz Clémentine Curial, que duró hasta 1826, emprendió nuevos viajes al Reino Unido e Italia y redactó su primera novela, Armancia. En 1828, sin dinero ni éxito literario, solicitó un puesto en la Biblioteca Real, que no le fue concedido; hundido en una pésima situación económica, la muerte del conde Daru, al año siguiente, le afectó particularmente. Superó este período difícil gracias a los cargos de cónsul que obtuvo primero en Trieste y más tarde en Civitavecchia, mientras se entregaba sin reservas a la literatura.

En 1830 apareció su primera obra maestra: Rojo y negro, una crónica analítica de la sociedad francesa en la Restauración, en la que Stendhal representó las ambiciones de su época y las contradicciones de la emergente sociedad de clases, destacando sobre todo el análisis psicológico de los personajes y el estilo directo y objetivo de la narración.

En 1839 publicó La cartuja de Parma, mucho más novelesca que Rojo y negro, que escribió en tan sólo dos meses y que por su espontaneidad constituye una confesión poética extraordinariamente sincera, aunque sólo recibió el elogio de Balzac. Ambas son novelas de aprendizaje, y participan de rasgos románticos y realistas; en ellas aparece un nuevo tipo de héroe, típicamente moderno, caracterizado por su aislamiento de la sociedad y su enfrentamiento con sus convenciones e ideales, en el que muy posiblemente se refleja en parte la personalidad del propio Stendhal. Falleció de un ataque de apoplejía, sin concluir su última obra,Lamiel, que fue publicada mucho después de su óbito.

FUENTE:http://www.biografiasyvidas.com/biografia/s/stendhal.htm

Sigue leyendo

Honoré de Balzac

Honoré de Balzac

(Honoré u Honorato de Balzac; Tours, Francia, 1799 – París, 1850) Novelista francés. En 1814 se trasladó con su familia a París, donde estudió derecho y empezó a trabajar en un bufete, pero su afición a la literatura le movió a abandonar su carrera y escribir el drama Cromwell (1820), que fue un rotundo fracaso.


Honoré de Balzac

Sin embargo, el apoyo de Mme. de Berny, mujer casada y bastante mayor que él, le permitió seguir publicando novelas históricas y melodramáticas bajo seudónimo, que no le reportaron beneficio alguno. Emprendió varios negocios, que acabaron en fracaso y le cargaron de deudas, que, sumadas a las derivadas de su afición al coleccionismo de arte y su tendencia al derroche, lo pusieron en una difícil situación.

Sin embargo, con El último chuan (1829), la primera novela que publicó con su apellido, obtuvo un gran éxito. A partir de entonces inició una febril actividad, escribiendo entre otras novelas La fisiología del matrimonio (1829) y La piel de zapa (1831), con las que empezó a consolidar su prestigio. La amistad con la duquesa de Abrantes le abrió las puertas de los salones de sociedad y literarios.

En 1834, tras la publicación de La búsqueda de lo absoluto, concibió la idea de configurar una sociedad ficticia haciendo aparecer los mismos personajes en distintos relatos, lo que empezó a dar a su obra un sentido unitario. Por entonces inició su intercambio epistolar con la condesa polaca Eveline Hanska, con quien mantuvo una intensa relación, aunque sus encuentros fueron breves hasta la muerte del marido de ella (1843). En 1847, poco antes de morir, se casó con Eveline, pero entretanto mantuvo relaciones con sus otras amantes.

En los últimos años de su vida fue presidente de la Société des Gens de Lettres (desde 1839) e intervino en numerosos asuntos públicos como director de la Revue Parisienne, al tiempo que sufría el acoso de sus acreedores. En 1841 se inició la publicación de sus voluminosas obras completas bajo el título de La comedia humana, aunque de las 137 novelas que debían integrarla, cincuenta quedaron incompletas.

Balzac es considerado a menudo como el fundador de la novela moderna, y su preocupación por el realismo y el detallismo descriptivo se halla en la base de la posterior novela francesa, aunque su realismo convive siempre con elementos románticos y trazos del Balzac «visionario», tal como lo definió Baudelaire

Fuente: http://www.biografiasyvidas.com/biografia/b/balzac.htm

Sigue leyendo

Guy de Maupassant

Guy de Maupassant

(Henry René Albert Guy de Maupassant; Miromesnil, Francia, 1850 – Passy, id., 1893) Novelista francés. A pesar de que provenía de una familia de pequeños aristócratas librepensadores, recibió una educación religiosa; en 1868 provocó su expulsión del seminario, en el que había ingresado a los trece años, y al año siguiente inició en París sus estudios de derecho, interrumpidos por la guerra franco-prusiana y que reemprendería en 1871.


Guy de Maupassant

En 1879, su padre logró que ingresara en el ministerio de Instrucción Pública, que pronto abandonó para dedicarse a la literatura, por consejo de su gran maestro y amigo G. Flaubert. Éste lo introdujo en el círculo de escritores de la época, como Émile Zola, Iván Turgueniev, Edmond Goncourt y Henry James.

Su primer éxito, que apareció un mes antes de la muerte de Flaubert, fue el célebre cuento Bola de sebo, recogido en el volumen colectivo Las noches de Medan (1880). El mismo año publicó su libro de poemas, Versos. Afectado durante toda su vida de graves trastornos nerviosos, en 1892, tras un intento de suicidio en Cannes, fue ingresado en el manicomio de París, donde murió, después de dieciocho meses de agonía, de una parálisis general.

Maupassant es autor de una extensa obra entre cuentos y novelas, en general de corte naturalista. De ellas cabe señalar: La casa Tellier (1881); Los cuentos de la tonta (1883); Al solLas hermanas Roudoli y La señorita Harriet (1884); Cuentos del día y de la noche (1885); La orla (1887); las novelas Una vida (1883), Bel Ami (1885) y Pierre y Jean (1888). Después de su muerte se publicaron varias colecciones de cuentos: La cama (1895); El padre Milton (1899) y El vendedor (1900).

Fuente: http://www.biografiasyvidas.com/biografia/m/maupassant.htm

Sigue leyendo

PARA LORD BYRON, DE MARY SHELLEY

PARA LORD BYRON, DE MARY SHELLEY

George Gordon Byron

Un verano inusualmente lluvioso junto al lago Leman, cerca de Ginebra. Un grupo de jóvenes ingleses que han alquilado una casa allí se reúnen -en mi imaginación los veo alrededor de una chimenea, para ahuyentar la humedad, pero siendo británicos quizás no lo consideraron necesario- y la conversación deriva, cómo no, hacia las historias de fantasmas y monstruos. Hasta aquí, nada destacable. Podría ser el inicio del guión cualquier película boba en la que sabemos que pronto habrá sustos y muchos gritos. Pero el año es 1816 y el grupo está compuesto por el poeta Percy Shelley y la que más adelante sería su esposa, Mary Shelley (entonces aún Mary Godwin; ambos vivían “en pecado” y Mary ya había tenido dos hijos de esta unión, aunque el primero murió pronto), lord Byron y John William Polidori, médico y amigo de este último. A pesar de las apariencias, no fue una velada más, sino un momento relevante para la historia de la literatura, la famosa “noche de los monstruos”. Los presentes acordaron escribir cada uno una historia relacionada con seres fantásticos. De todos ellos, la que mejor cumplió el encargo fue Mary Shelley y el resultado fue una obra que es un clásico indiscutible, Frankenstein. Un resultado que es más sorprendente aún si consideramos que Mary sólo tenía diecinueve años cuando la escribió (y diecisiete cuando comenzó sus relaciones adúlteras con Percy Bysshe Shelley, quien a su vez tenía sólo veintidós años y estaba casado). Definitivamente, la trágica historia de esta pareja supera con mucho cualquier folletín romántico, baste decir que comenzaron su romance viéndose en secreto junto a la tumba de la madre de ella, Mary Wollstonecraft. Pero por hoy nos centraremos en lo que nos ocupa, es decir, la soprendente aparición de un ejemplar de la primera edición de Frankenstein dedicado por la propia autora a Byron. Un verdadero hallazgo bibliófilo que, según dicen, será subastado próximamente (si a alguien le sobran 350.000 libras de nada, puede comenzar a pujar).

Al parecer, el ejemplar estuvo durante más de cincuenta años en la biblioteca de Lord Jay, y fue descubierto casualmente cuando su nieto seleccionaba sus papeles. La primera edición del libro, publicado en 1818 -a la que pertenece esta edición- fue sólo de 500 ejemplares y de estos el editor le dio a Mary seis para su uso personal. Se cree que uno de ellos es el que nos ocupa, que la autora dedicó a Byron de su propia mano y que fue enviado al autor por Percy junto con una nota que decía: “Una vieja amiga vuestra me encarga que os envíe ‘Frankenstein’… Ha tenido un considerable éxito en Inglaterra; pero ella me ruega que os diga que ‘consideraría vuestra aprobación el testimonio más halagador de su mérito'”.  La pobre Mary pasó toda su vida enamorada de Shelley, quien parece que no siempre le correspondió del  mismo modo. A la muerte de éste, trágicamente ahogado a los treinta años, dedicaría todos sus esfuerzos a recopilar y publicar su obra. Y a escribir para ganarse, modestamente, la vida. Acosada por la penuria económica, en 1830 vendió el copyright deFrankenstein por 60 libras a los editores que publicarían una nueva edición (que contiene algunos cambios respecto a la primera). Nada que ver con las sumas que probablemente alcanzará ese ejemplar que hoy sale a la palestra. La vida es así de injusta y la fama así de esquiva.
Fuente: http://notasparalectorescuriosos.blogspot.com/2012/09/para-lord-byron-de-mary-shelley.html

Sigue leyendo

La cojera de Byron

LA COJERA DE BYRON
20140416-byron_1824.jpg
Se llamaba George Gordon Byron porque una cláusula testamentaria exigía que el heredero de los Gordon llevara en primer lugar el apellido, lo que constituía, casi de hecho, la única herencia. Tampoco los Byron aportaron mucho más, aparte de blasones y de sellos heráldicos. Un par de títulos con tratamiento, un puñado de deudas y una pequeña renta que le permitió vestir siempre levita, además de una aristocrática imposiblidad para las erres. Así, decía “Byrn” cuando se presentaba, como si tuviera en la boca un trozo de pescado con espinas. Fue un joven apuesto, elegante, de rasgos varoniles y armoniosos, dueño de una noble y decimonónica belleza únicamente empañada por una ostensible y notoria, desgraciada cojera. Tenía un pie deforme, algo zambo, que al apoyarse en el suelo hallaba bajo el talón un abismo, una sima, un barranco de riscos escarpados por los que resbalaba en caída libre cada vez que daba un paso.
Se odió siempre por eso. Y arrastró de por vida no solamente el pie, sino el eco punzante, doloroso, de su primer amor. Una prima lejana, Mary-Anne, jugosa y deseable a quien oyó decir, desatinada, torpe, a una de sus doncellas: “¿No pensarás acaso que me puedo enamorar de un pobre cojo?

JESÚS MARCHAMALO / DAMIÁN FLORES, 44 escritores de la literatura universal, Siruela, Madrid, 2009, pág. 35

Fuente: http://neorrabioso.blogspot.com/2010/12/anecdotario-de-poetas-303-la-cojera-de.html

Sigue leyendo

El París frívolo que conoció Henri Beyle, alias Sthendal

El París frívolo que conoció Henri Beyle, alias Sthendal

ÁLVARO CORTINA | Madrid

Egotismo, según la Real Academia, es el deseo de hablar de uno mismo. No implica egoísmo, o sea, amor a uno mismo. Estos ‘Recuerdos de egotismo’ de Henri-Marie Beyle, alias Sthendal, planean retrospectivamente en torno al yo con amor propio, sí, pero también con la severidad del autoanálisis.

[foto de la noticia]

Escribe Sthendal:

“No me conozco a mí mismo, y esto, cuando algunas noches pienso en ello, me deja desolado. ¿Soy bueno, malo, inteligente, tonto? ¿He sabido tomar partido de las circunstancias en que me ha puesto la omnipotencia de Napoleón?”.

Después de la caída de Napoleón (por quien Sthendal luchó y sufrió), y extintos ya sus tiempos dorados en Milán, con su amante Métilde Dembowski, el futuro novelista (que hizo fans, sobre todo, después de muerto) vive la Restauración borbónica (que él maldecía) y el desamor y el desamparo en París.

Los 10 años (entre 1821 y 1830) que él pasa allí son la materia que el autor egotista aplica para sondearse, para diseccionarse en 1831. Son pues memorias recientes, frescas.

Un París antipático parece tomar forma entre líneas. Avenidas luminosas y aburridas de una ciudad atildada y galante que juzgaba a la gente por su estilo epistolar. Óperas de Rossini y señoritas que morían de tisis, y linajes excelsos y duques atemorizados con que sus progenitores transmitan la herencia al confesor familiar. También apellidos excelsos, gente de genio. Cuenta:

“Pocos de esos grandes hombres a quienes tanto amé me adivinaron. Hasta creo que me encontraban más aburrido que a cualquier otro”.

Parece como si se mantuviera aún por París ese espíritu del Antiguo Régimen, de nobles abotargados por el tedio que coleccionan conquistas y dan cuenta de sus escarceos amatorios en comités privados al estilo de ‘Las amistades peligrosas’. Beyle dice a este respecto: “Me horrorizaba laconversación libertina francesa; la mezcla del ingenio con la emoción me crispa el alma”.

Sthendal nunca escribió una autobiografía como tal, pero sus estudiosos han encontrado un enjundioso festín documental y literario con sus obras autobiográficas.

Sus alter egos literarios

Su vida hasta 1800, retratada en ‘Vida de Henry Brulard’ y este escrito de sus años más avanzados, dan cuenta de muchas de sus claves, abiertas las esclusas de su yo. Muchos de sus propios rasgos plasmados después en sus héroes jovenzuelos, Fabrizio del Dongo (La cartuja de Parma) o Julien Sorel (Rojo y negro), pseudónimos de Henry Beyle soñado por sí mismo.

En ‘Recuerdos de egotismo’ se sugiere su conocido rencor hacia su padre (que le impidió estudiar música), su desconfianza patente hacia el clero, y su ciencia y experiencia en lo que a reveses afectivos se refiere. Sobre todo, su atracción hacia los mecanismos sociales, hacia las fuerzas ineluctables que marcan el tiempo y el compás de todo sarao, de toda conversación, el corazón de la rectitud.

Recuerda él las palabras de su tío Gagnon: “Tú eres feo, pero jamás te reprocharán tu fealdad, porque tienes expresión. Tus amantes te dejarán, y ten bien presente esto; nada más fácil que hacer el rídiculo en el momento en el que una mujer le deja a uno. Después de esto un hombre ya sólo sirve, a los ojos de otras mujeres, para echarlo a los perros del lugar. Antes de que pasen 24 horas de haberte dejado una mujer, declárate a otra,; aunque sea una criada, a falta de otra cosa”.

Sobre esta obra llena de digresión planea una gran melancolía, que se plasma en el doliente recuerdo de Métilde, aquella que le dejó en su amado Milán. Él despotrica contra su Grénoble natal, contra Londres y contra París, pero ama Italia, y en particular Milán, escenario interior de sus memorias más queridas, subtexto de sus andanzas confundidas de París.

Fuente: http://www.elmundo.es/elmundo/2009/01/12/cultura/1231781906.html

Sigue leyendo

Síndrome de Stendhal, cuando el placer por el arte ataca tu salud

Síndrome de Stendhal, cuando el placer por el arte ataca tu salud

 

El síndrome de Stendhal, denominado también como síndrome de Florencia, es considerado como un trastorno psicosomático que afecta especialmente a personas altamente sensibles. Se produce cuando en un breve periodo de tiempo, admiramos  de manera continuada un gran número de obras de arte, experimentando una especie de sobredosis de belleza artística. El origen de esta patología, reside en  el sujeto que observa el arte, y no en el objeto en sí. La admiración de obras artísticas, tiene multitud de interpretaciones y valoraciones subjetivas que dependen de la cultura de cada persona.

20140425-stendhal.jpg

Grupos de neurólogos explican, como un placer mental excesivo visualizando  obras maravillosas, puede acabar convirtiéndose en  un gran malestar. Los síntomas que se experimentan, suelen ser físico/psíquicos: sudoración, palpitaciones, mareos, visión borrosa. Sensaciones de stress y similares a un ataque de ansiedad, con alucinaciones y  sentimientos de euforia  y  depresión según el caso. El primero en escribir sobre esta patología, fue el escritor francés Stendhal, que describió su experiencia personal durante una visita a Florencia. Sin embargo, en la década de los 70, la psiquiatra Graziela Magherini, tras estudiar multitud de casos en turistas que visitaban Florencia, lo definió definitivamente como un síndrome.

sindrome-de-stendhal

Se suele desarrollar en ciudades emblemáticas desde el punto de vista artístico. Florencia, Roma, o Venecia, son los ejemplos más conocidos. La controversia ofrecida por algunos psicólogos, describe como único motivo responsable de este síndrome,  la sugestión que acompaña a  muchos turistas que ya son conocedores de dicha patología.  El síndrome de Stendhal, se ha convertido en un referente  romántico, y puede  producirse  en cualquier lugar, donde la concentración de belleza, (pintura, música, poesía etc. )resulta imposible de soportar. jrgcastro y J. Salmoral

 Fuente: http://lamenteesmaravillosa.com/sindrome-de-stendhal

Sigue leyendo

Balzac y las mujeres

Balzac y las mujeres

Al nacer Honorato de Balzac, en el año de 1799, Laure Sallambier, su madre, lo dejo al cuidado de una niñera los cuatro primeros años de su vida. Después fue enviado a un internado, en donde Laure, su madre, le hizo solo dos visitas en seis años. Luego, con el tiempo, Balzac diría que el jamás tuvo madre.

 /></p>
<p style=Honorato invento su propio universo, leyendo con avidez en las salas de la biblioteca de su escuela, y Napoleón se convirtió en su héroe y su ídolo. En una estatuilla del corso escribiría mas tarde que lo que Napoleón no pudo alcanzar con su espada el lo conseguiría con la pluma, y decidió convertirse en el más grande escritor de todos los tiempos.

Su madre no compartía la seguridad de su hijo en cuanto dedicarse a las letras y lo destinó a estudiar leyesBalzac mas se aparto de su madre y solo confiaba en su hermana Laure, y desde ese momento concibió una idea despiadada de la vida en familia, que fue, a la postre, el tema que mas gustó en sus novelas. Durante los años que trabajó entre abogados adquirió una especial facilidad para hacer descripciones de los profesionales y los secretos de aquella profesión. Ese futuro lo aborrecía, hasta que un día, durante 1819, Balzac se fue del bufete para nunca más volver. Su madre, al no poder convencerlo de su intención de ser escritor, y deseosa de verlo como un triunfador, optó por sostenerlo en su actividad por dos años.

Durante esos años estaban de moda las novelas históricas, y Balzac escogió como personaje principal a Cromwell, e hizo una tragedia en cinco actos. Un profesor delColegio de Francia, que leyera los originales, dio su opinión diciendo que se tenia que alentar al joven Balzac para que emprendiera cualquier actividad, excepto la de escritor. Pero Honorato no sufrió por este revés, se dedico a escribir novelas y comenzó a ganar algo de dinero, con folletines turbios que publicó en series bajo diversos nombres.

Al mismo tiempo empezó a buscar a su mujer ideal para que durara toda la vida. Balzac era bajito, de piernas cortas, su cabeza era desproporcionadamente grande y era poseedor de una gruesa melena negra, además de faltarle varios dientes. Es decir, que su figura no era para nada atractiva, sin embargo siempre era muy agradable a las mujeres por su excelente humor y elocuencia. Sus ojos azulinos enmarcados en una aureola dorada, mas su interés por los problemas que le ocurrían a las mujeres, terminaban por convertirlo en encantador para todas ellas. De esa forma logró vencer la resistencia de Laure de Berny, dama de la aristocracia y 22 años mayor que el. Hasta el día de la muerte de esta señora, Balzac fue su protegido predilecto.

La mujer de Treinta Años lanza a la mujer liberada que paga la infidelidad de su marido de la misma forma

Poco tiempo después sus redes capturaron a otra Laure, y casi de la misma edad que la otra. Y de esa manera, reuniendo todas esas experiencias, logro transformarlas en muchísimo dinero. Su primera Después publicó la aplaudida serie Escenas de la Vida Privada, en donde defiende la fidelidad entre los esposos, pero en La mujer de Treinta Años lanza a la mujer liberada que paga la infidelidad de su marido de la misma forma. Balzac fue el primer escritor que trató a la mujer y su problemática con sicología.

Gastaba dinero en enormes proporciones y siempre se mantenía endeudado. Les pedía dinero a todos los conocidos de manera compulsiva, y a las recepciones solía ir vestido con una levita verde con botones dorados, pantalones de color amarillo y en la mano un bastón con incrustaciones de turquesas. Mientras que en la otra mano llevaba unos impertinentes y entraba hablando maravillas de su última novela. Era un magnifico modelo para los dibujantes y caricaturistas de la época, pero a él poco le importaba que lo ridiculizaran, se sentía con meritos de sobra para ser el gran novelista.

Se mudaba con frecuencia para eludir a los cobradores y muchas veces arrendaba bajo nombres ficticios. En esos lugares cerraba las ventanas y escribía cubierto con un hábito blanco y un cinturón de cadena de oro. Bebía innumerables tazas de café y trabajaba desde la medianoche hasta las ocho de la mañana. En el transcurso de los años 1830 al 1831,Balzac escribió 70 obras. Cuentos, novelas cortas, artículos y ensayos de crítica. Su primera obra larga fue La Piel de Zapa. Libro absorbente que trata de la soledad y desnuda las intrigas y la corrupción que hay en sus niveles. Sus más bellas novelas fueron inspiradas por Evelina Hanska, esposa de un noble ruso-polaco.

En 1840 se trasladó por última vez de casa. Su candidatura presentada para ser parte de laAcademia Francesa solo tuvo cuatro votos a su favor, aunque Balzac hacia más en ese tiempo para hacer grande las letras de Francia que todos los académicos juntos. Inició una gran campaña para poner fin a la piratería literaria, ( sus propios Honorato invento su propio universo, leyendo con avidez en las salas de la biblioteca de su escuela, y Napoleón se convirtió en su héroe y su ídolo

 width=

Tal vez su mas grande aporte fue La Comedia Humana, obra en 80 tomos y con mas de 2000 personajes. Balzac murió el 18 de agosto de 1850 y fue enterrado en el cementerio de Père-Lachaise.

Fuente: http://pe.globedia.com/balzac-y-las-mujeres

Sigue leyendo