El Cantar de Rolando y El Cantar de los Nibelungos
El presente texto tiene como eje central a los Cantares de Gesta europeos y está dividido en dos partes principales: primero, una visión general sobre las características de los cantares; segundo, un análisis comparativo entre el Cantar de Rolando y el Cantar de los Nibelungos.
Importancia de los Cantares de Gesta
Las obras literarias tienen la especial característica de pertenecer a un pasado remoto en su producción y, aún en la lejanía temporal con el lector, seguirán contribuyendo en la formación cultural del hombre. Es por esto, que hoy podemos leer con agrado los cantares de gesta que están enmarcados en lo que hoy conocemos como Alta Edad Media.
Según Hauser “toda época cultural tiene su Homero propio, su Nibelungos propio y su cantar de Roldán propio”
[1]. La importancia de estas obras no sólo radica en su pertenencia temporal sino que también a su pertenencia local como cantos identitarios de pueblos como el griego en el caso de Homero y hasta en el chileno si recordamos el poema épico La Araucana.
Antecedentes
Los cantares de gestas tienen su significado desde la palabra latina “gesto, ōrum”[2] que significa hazaña; por consiguiente, se trata de cantos que celebran las hazañas de alguien no sin importancia.
Los antecedentes directos de los cantares de gestas están reflejados en las epopeyas clásicas de Homero. Wolfgang Kayser nos dice que “a la epopeya parece serle esencial referirse a algo existente fuera de la obra”[3] que en el caso nórdico, germano e inglés tienen elementos legendarios y míticos pero en Francia como en España hay un componente histórico en su épica porque “el recuerdo parecía más cercano”[4].
Evolución
“Primeramente fue el hecho histórico. En seguida fue la leyenda. Después, la canción de gesta”[5]. La cita anterior engloba muy bien como fue el proceso de construcción del cantar aunque siga en discusión la veracidad de cada una de las teorías que abordan este tema. Algunas teoría creen firmemente en la adición de elementos hasta llegar a la concretización del cantar por medio de la escritura; sin embargo, otros investigadores niegan esta adición y dan mayor valor a la labor del poeta como creador. Lo que si se debe tener claro es que los cantares de gestas nacen en forma escrita en el periodo de la Alta Edad Media, es decir, alrededor de los siglos XI y XII.
Poetas
Según Romero en la elaboración de la leyenda épica el poeta es en muchas veces un clérigo que desea introducir en el héroe el elemento previsto por el espíritu de las cruzadas[6], al parecer son ellos quienes desean guiar a los lectores hacia ciertos valores dignos de imitar y hacia cierto fervor religioso con determinados lugares. Esta presunción teórica parece cumplirse en el caso de los cantares españoles y franceses porque en los demás casos la intención parece ser otra debido a su carácter legendario.
En el caso germano podemos descubrir una evolución del poeta desde un origen primitivo hasta una mayor concretización en skop y skald. El skop es el poeta profesional de lo germano occidental y meridional; el skald es de la zona septentrional y siguió siendo poeta de profesión y guerrero. Ambos contribuyen a dar las formas definitivas a los cantares pero es el skald quien tiene realiza mayormente la creación personal según explica Hauser[7]
Los Cantares de Gesta europeos
– la épica anglosajona: tiene como obra representativa a Beowulfo que data del siglo VII y cuya redacción ocurre alrededor del año 1000. “Por su asunto pertenece a un fondo común de leyendas teutónicas”[8]. Beowulfo realiza grandes hazañas para liberar a su rey Hrothgar del monstruoso Grendel. Es una composición igual a toda la poesía germánica primitiva.
– épica nórdica: está compuesta por los Edda escandinavos que son el conjunto de tradiciones legendarias de la época de los vikingos (800-1100) y donde aparecen personajes como Sigfrido, Atila, Brunilda, etc.
– épica francesa: nace alrededor de Carlomagno como figura de múltiples hazañas que fueron difundidas a través de varios cantares. El más importante es el Cantar de Rolando, surgido al calor de las luchas entre cristianos y los infieles, según José Luis Romero[9]
– épica germánica: según Johannes Bühler, la principal característica es la capacidad para asimilar todas las sugestiones de fuera y por eso logra el “universalismo germánico”[10]. La épica germánica primitiva está oculta para nosotros porque al convertirse los pueblos al cristianismo fue desestimada por pagana, sin embargo tenemos el Cantar de Hildebrando del siglo IX donde el padre combate con su hijo Hadubrando. El más importante cantar es el de los Nibelungos (Nibelungenlied) que está ambientado en el s VIII pero fue refundido en el s. XIII, es el canto grandioso a una raza que luchó hasta la muerte. Gudrun, según Gili Gaya[11] es otro cantar que data de 1220 y donde el protagonista es exaltado por ser duro, fiel, inquebrantable y constante.
El Cantar de Rolando
Pertenece a lo que se conoce como el siglo de Carlomagno[12]quien es el personaje histórico pero también es quien logra sistematizar la cultura al mandar coleccionar y escribir los “antiguos cantos bárbaros”[13]. Como se dijo anteriormente, hubo un hecho histórico que es el regreso de Carlomagno a Francia luego de no haber podido conquistar España, lo hace formando sólo una columna: la retaguardia estaba custodiado por Rolando y sus hombres, pero fueron atacados sorpresivamente por los moros y muerto el heroico protagonista… Carlomagno vuelve a vengar la muerte de Rolando. Sin embargo, la escritura que fue varios siglos después del hecho histórico está distorsionada al agregarse el elemento “traición” a la trama.
El texto que hoy tenemos del Cantar de Rolando figura en un manuscrito registrado en la Biblioteca Bodleinana de Oxford desde 1634 pero su escritura de ser anterior 1170[14].
El Cantar de los Nibelungos
Pertenece a la edad de oro de la literatura germánica y está compuesto de dos grandes momentos: primero, la campaña de Sigfrido para casarse con Krimilda y la ayuda que brinda al rey Gunter para casarse con Brunilda; segundo, ya pasada la muerte de Sigfrido cuando Krimilda se casa con Atila sólo para vengar a su primer esposo, lo que terminará con el exterminio de los nibelungos.
¿Quiénes son los Nibelungos? “Los nibelungos es la antigua denominación germánica de una raza poseedora de inmensa riqueza, que según la leyenda estaban guardadas por el enano Alberich, al que Sigfrido derrotó, apoderándose de su tesoro y del nombre de este legendario pueblo”[15]. El cantar posee tres fuentes de las leyendas germánicas: a) la saga de Sigfrido y Brunilda (Sigfried und Brünhild Sage), b) destrucción del reino burgundio a manos de Atila y los hunos eslavos (Burgunde Sage) y c) la muerte de Atila.
El Cantar de los Nibelungos está perfectamente resumido en palabras de Kayser quien nos da tres características formales de la estructura: la parte original de la historia, junto a ella está la abreviación por efecto de la condensación de la historia y un retrabajo en un sentido esperanzador que tiene que ver con la finalidad de la obra[16].
Comparación de los dos cantares
La comparación pretende mostrar más nítidamente como ambos cantares, tanto La Chanson de Roland y Nibelungenlied, siendo de europea y refundidos en un mismo periodo histórico presentan diferencias importantes en cuanto los motivos, a el asunto, a la función de la obra, la religiosidad y a la concepción de la mujer.
Los Motivos
Kayser define el motivo como “una situación típica que se repite; llena, por tanto, de significado humano”[17]. En el caso de Nibelungenlied el motivo es la culpa que está concatenada desde el inicio hasta el final del cantar: primero es Sigfrido que oculta sus reales intenciones, al rey Gunter, de casarse con Krimilda; después prosiguen las culpas entre Sigfrido y Gunter al engañar, por medio de la capa que vuelve invisible a quien la usa, a Brunilda como vencida en el combate para que se case con Gunter… así las culpas van uniendo, cual tragedia griega, hasta terminar con la supuesta venganza de la muerte de Sigfrido a través de su viuda pero que significa la muerte para muchos: entre ellos los nibelungos. Cada acción va involucrando a los personajes, cada uno será culpable de un porcentaje del resultado: la tragedia del exterminio.
La Chanson de Roland tiene como motivo la soberbia de Rolando, lo que los griegos llamaban el pecado de híbriz. Al ver Oliveros que serán atacados por los moros y, por consiguiente, que corren peligro por estar en desventaja le aconseja a Rolando que toque el olifante para avisarle a Carlomagno de la batalla; Rolando cree ser lo suficientemente fuerte y capaz de llevar la batalla a buen puerto pero cuando se vio en apuros toca el olifante y ya es demasiado tarde porque la muerte los espera.
Pese a que los motivos son distintos en los cantares vale mencionar que ambo se refieren a aspectos ya presentes en la antigüedad clásica: el pecado de hibriz y el concepto de tragedia.
El Asunto
Según Kayser “lo que vive en una tradición propia, ajena a la obra literaria y va a influir en su contenido, se llama asunto”[18]. Parecerá imposible conocer el asunto de cada uno de los cantares por su lejanía en el tiempo pero hay luces esclarecedoras.
En Nibelungelied el o los asuntos son las leyendas, de allí nace la causa para cantar la tragedia de los nibelungos que pese a toda su valentía no tuvieron la posibilidad de continuar su raza.
En La Chanson de Roland el asunto es claro por medio de la historiografía que nos habla del fallido intento de Carlomagno de conquistar España que le significó retirarse y ser atacados en la zona de Navarra por los vascos y no por los moros como dice el texto aunque parezca feo que los cristianos ataquen a cristianos.
Función de la Obra
Nibelungenlied cumple la sencilla función de cantar a la valentía de los nibelungos que lucharon aún cuando sabía que iban a morir y narra la triste tragedia.
En el otro lado, La Chanson de Roland tiene por función, según algunos investigadores, el mostrar a Carlomagno como el primer peregrino de Santiago de Compostela porque la ruta histórica efectivamente pasa por el lugar donde está sepultado el apóstol Santiago. Los poetas clérigos recurrían a estas artimañas “casi propagandísticas” para lograr fieles que peregrinasen a los lugares santos donde había algún artículo de un santo y se arrodillasen ante él. Algunos dicen que en todo el texto no hay mencionada una vez a Santiago de Compostela a lo que podrán responder otros: “si el poeta no cita, justamente, el término del viaje”[19].
Religiosidad
En Nibelungenlied la religiosidad está dada por las leyendas de las Edda. Como conjunto de tradiciones que a ojos cristianos son paganas. Quedan de estas tradiciones la leyenda de los nibelungos propiamente tal como los forjadores de un anillo que puede dominar el mundo, la capa que vuelve invisible a Sigfrido y su inmersión en sangre de dragón y que lo vuelve invulnerable excepto en un punto, etc.
La Chanson de Roland es un muestrario de la defensa del cristianismo que llevan a cabo Carlomagno y sus hombres al luchar contra los moros, aún cuando históricamente fueron atacados por los vascos (no hubiese sido bien visto que fueran cristianos contra cristianos). Aún cuando Rolando fallece en la batalla, Carlomagno venga la muerte de su fiel vasallo.
Presencia de la mujer
Este es el punto más discutible desde el punto valórico: por un lado, es el Cantar de los Nibelungos quien presenta a dos mujeres decididas, con participación y coraje como lo son Krimilda y Brunilda; en cambio, las dos mujeres del Cantar de Rolando son cuidadas y su realización completa está determinada por el dominio de un hombre.
Como el asunto del Cantar de los Nibelungos está en tradiciones vikingas desde el siglo VII el matiz de la mujer es sumamente pagano a ojos cristianos: mujeres que determinan la muerte del otro, pero que en el caso de Krimilda es bárbaramente fiel a la imagen de su marido asesinado hasta llegar a cobrar venganza.
En el Cantar de Rolando hay dos casos excepcionales para representar la mujer cristiana: Alda y Bramimunda. En primer lugar Alda es la mujer que cumple el deber supremo de “amar al marido”[20] y lo cumple a cabalidad al mostrar su desprecio por la vida al saber que su prometido está muerto, queda incompleta y porque le falta más de la mitad de su ser. Bramimunda, la viuda del rey Marsil acepta convertirse al cristianismo, ella cumple con la segunda imagen salvadora –después de María- y es el de María Magdalena como la pecadora redimida.
La Edad Media fue construida casi en su totalidad por los hombres a través de la escritura (no el único medio), por lo que “no aparece nada femenino sino a través de la mirada de los hombres”[21]. En el Cantar de Rolando esto se cumple a cabalidad porque las dos imágenes de mujeres que guían el comportamiento de otras mujeres son María la madre de Jesús y María Magdalena; en el Cantar de los Nibelungos, al parecer, es predominante la imagen de Eva como la que busca mayor poder y arrastra a los demás con sus errores.
Sin lugar a dudas, los Cantares de Gesta europeos, pese a la unidad geográfica y temporal, presentan cualidades diferenciadoras que logran unirlos en un solo punto: en cantar a una hazaña hecha por un personaje importante adoctrinando al público lector. Tanto las leyendas como los hechos históricos son la masa con la que trabaja el poeta en el siglo XI y XII.
Bibliografía
– El Cantar de los Nibelungos. Ed. Porrúa, Argentina 1982.
– El Cantar de Rolando. Ed. Nascimento, Santiago 1982.
– Georges Duby. Mujeres del siglo XII. Volumen I. Ed. Andrés Bello, Santiago 1997.
– Georges Duby y Michelle Perrot, ed. Historia de las Mujeres en Occidente. Ed. Taurus, Madrid 1992.
– José Luis Romero. La Edad Media. Fondo de Cultura Económica, México 1956.
– Consultor Estudiantil. Literatura Alemana/ Rusa /Escandinava. Volumen IV. Ed. Grijabo, Barcelona 1987.
– Johannes Bühler. Vida y Cultura en la Edad Media. Fondo de Cultura Económica, México 1957.
– Enriquez Vásquez Pita, “¿Plagió Tolkien a Wagner? Análisis de las fuentes literarias de “El Señor de los Anillos””. En
www.geocities.com/europanamochila/tolkien.htm– Wolfgang Kayser. Interpretación y Análisis de la Obra Literaria. Ed. Gredos, Madrid 1985.
– Herausgegeben von Wolfgang Kayser. Kleines Literarisches Lexikon. Francke Verlag Bern und München, 1961.
– Agustín Blánquez Fraile. Diccionario Latino-Español. Ed. Ramón Sopena, Barcelona 1961.
– Samuel Gili Gaya. Iniciación en la Historia Literaria Universal. Ed. Teide, Barcelona 1954.
– Arnold Hauser. Historia Social de la Literatura y el Arte. Ed. Debate, Madrid 1998.
[1] Arnold Hauser. Historia Social de la Literatura y el Arte. Ed. Debate, Madrid 1998. Pág. 203
[2] Agustín Blánquez F. Diccionario Latino-Español. Ed. Ramón Sopena, Barcelona 1961. Pág. 758
[3] Wolfgang Kayser. Interpretación y Análisis de la Obra Literaria. Ed. Gredos, Madrid 1985. Pág. 71
[4] José Luis Romero. La Edad Media. Fondo de Cultura Económica, México 1956. Pág. 175
[5] El Cantar de Rolando. Ed. Nascimento, Santiago 1982. Traducción, prefacio y notas de Braulio Arenas. Pág. 19
[6] Romero, 151
[7] Hauser, 195
[8] Samuel Gili Gaya. Iniciación en la Historia Literaria Universal. Ed. Teide, Barcelona 1954. Pág. 64
[9] José Luis Romero, 148
[10] Johannes Bühler. Vida y Cultura en la Edad Media. Fondo de Cultura Económica, México 1957. Pág. 27
[11] Gili Gaya, 70
[12] Gili Gaya, 70
[13] Hauser, 193
[14] Braulio Arenas, 40
[15] Enrique Vásquez Pita. “¿Plagió Tolkien a Wagner? Análisis de las fuentes literarias de “El Señor de los Anillos””. En
http://www.geocities/.com/europanamochila/tolkien.htm
[16] Herausgegeben von Wolfgang Kayser. Kleines Literarisches Lexikon. Franke Verlag Bern un München, 1961. Pág. 595. „Das Epos ist in drei Fassungen erhalten: B, die dem Original am nächsten steht, A, eine Kürzung, u. C. Eine Umarbeitung in höfischem Sinne“ (La epopeya es sostenida en tres sentidos: en el original, junto a está ubidado una abreviación y un retrabajo en un sentido espiritual)
[17] Wolfgang Kayser. Interpretación y Análisis de la Obra Literaria. Ed. Gredos, Madrid 1985. Pág. 77
[18] Kayser, 71
[19] Hauser, 200-201
[20] Georges Duby, Michelle Perrot, ed. Volumen II. Historia de las Mujeres en Occidente. Ed. Taururs, Madrid 1992. Pág. 138
[21] Georges Duby. Mujeres del siglo XII. Volumen I. Ed. Andrés Bello, Santiago 1997. Pág. 13
Fuente: http://sersur.blogspot.com/2007/10/cantares-de-gesta-europeos_24.html
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