A todos nos conmociona la crisis de Venezuela, ver a un gobierno elegido por el pueblo disparando contra ciudadanos que protestan es inadmisible. Un régimen democrático no lo es sólo porque ganó las elecciones. La democracia no es sólo un método para elegir gobernantes, es una manera de gobernar que implica división de poderes y vigencia de derechos y libertades para todos los ciudadanos. Eso no ocurre en Venezuela hoy.
¿Qué pruebas ha ofrecido el gobierno de Maduro de la existencia de un complot golpista? Mas bien parece que es una manera de criminalizar toda protesta opositora. Llamar fascistas a todos los opositores es una ideologización del conflicto, que polariza más de la cuenta. No tengo duda que las derechas están contra Maduro y que parte importante del pueblo apoya al Presidente, pero eso no significa que el gobierno tiene carta blanca para criminalizar la protesta y polarizar hasta el extremo.
Hay diez u once muertos, jóvenes que protestaban ejerciendo un derecho elemental en cualquier régimen democrático. Los videos muestran a paramilitares o militares sin uniforme asesinando a estos jóvenes y la polarización pasó los límites que cualquier democracia permite. Un régimen democrático no “pertenece” a los ganadores de una elección, es de todos, los que ganaron y los que perdieron. Eso es lo que ha desaparecido en Venezuela y el gobierno de Maduro no logra demostrar que los que protestan son golpistas, ni que en su acción estén dirigidos por el gobierno norteamericano. La política tiene que verse como es, desde los hechos y no a partir de anteojos ideológicos.
En el Perú que ha vivido gobiernos autoritarios muchas veces no podemos ser distantes y pusilánimes. No hablo del gobierno peruano que tiene que respetar cánones de la diplomacia hemisférica pero sí de los partidos que se están pronunciando, algunos demostrando que a pesar de tantos fracasos no aprendieron el abc de la democracia. Pero debemos reclamar y gritar por la violación de derechos fundamentales, el primero es el derecho a la vida y uno significativo es la libertad de expresión incluso gritando a los gobernantes. Para defenderlos no sirven las camisetas de izquierda o derecha, porque son derechos de todos y fuera del régimen democrático no hay cambio social y político que salga bien y perdure.
El gobierno peruano debiera concentrar su acción en UNASUR y desde allí, en conjunto tomar iniciativas, paso a paso. No sirven para nada declaraciones altisonantes por justas que sean. Pero los ciudadanos tenemos que pensar y evaluar, hoy en cabeza ajena, porque tenemos que defender la posibilidad de cambio y justicia social en democracia y no arrasando sus reglas.