Estaba preocupado por los agoreros, especialmente un aparatoso titular de El Comercio que anunciaba que pasaríamos el verano con la Costa Verde en obras. Ayer 4 de Enero, para recoger de la PUCP una tesis que debo estudiar durante estas vacaciones -¡la primera tesis del doctorado en Ciencia Política¡-la recorrí completa y en excelente estado. Siempre podrá haber pequeñas obras en tiempos de menor congestión y no faltarán iniciativas de los alcaldes ribereños y de los vecinos. Pero la tarea aquí de la Alcaldesa Susana Villarán está cumplida y lo silencian los medios que con énfasis la criticaron varias veces por las demoras.
Quedan problemas como en atoro que se produce en Miraflores a pesar de la actuación rápida de su Alcalde que retiró dos de los rompemuelles puestos antes pasar por el club Terrazas, pero quedan dos probablemente originados en un accidente de años atrás. Pero en una vía transitada no siempre son una solución ¿Por qué un club privado puede estar autorizado a tener una puerta que da a esa avenida que sólo puede usarse para cruzarla?¿por qué no se usa el puente por encima que existe en la bajada Balta y si el club lo necesita porque no hace uno suyo? Más aún, cada día hay mas autos aparcados en los bordes de la Costa Verde. Otra vez hay que saber priorizar el interés público y distinguirlo del interés privado.
En las obras públicas las autoridades debieran limitarse a señalar los términos del contrato y éste debiera anunciar las penalidades por demoras. Las críticas no toman en cuenta que todos nos demoramos y “quien la hace la paga” pero aquí por subjetividad o intereses políticos se daña la imagen de los alcaldes. Pocos políticos han vivido toda su gestión bajo el fuego cruzado de una parte clave, ahora concentrada, de medios de comunicación. Al final las obras hablarán por sí solas.
Anoche, saliendo de la Iglesia de Fátima, me paró una pareja de personas mayores. Venían felices de una reunión en Lima Norte en la que recibieron la publicación del Plan de desarrollo concertado de Lima Metropolitana hasta el 2025. Su elaboración se hizo con la participación de 18,200 ciudadanas y ciudadanos de todos los distritos de Lima y con la presencia de todas las entidades públicas y privadas que asistieron a las convocatorias. Es un mérito de la Alcaldesa Villarán haberlo impulsado sin vacilaciones en un año en que recibía ataques por todos lados y tenía que defenderse en medio de la larga campaña por la revocatoria. Pero no hay tampoco reconocimientos para ella cuando ya está en las manos de todos. Unos dirán “así es la política”, yo creo que no, que no es ético y que así no es nuestra gente, los peruanos sabemos reconocer a las autoridades que nos sirven bien.