Izquierda o derecha son conceptos de posicionamiento relativo que dependen de cada tiempo político pero se suele olvidar esto. Debo responder a un informe de Jorge Saldaña (26-1-2012, A-2), porque yo no fui líder de una facción de Izquierda Unida ni esta fue facción de una alianza mayor. Fue una alianza electoral formada en 1980 que se rompió a fines de 1989, cuando Alfonso Barrantes se inscribió con dos de los partidos que hasta ese momento integraban Izquierda Unida (PSR, Bernales y PCR, Dammert) formando la alianza electoral Izquierda Socialista, que lo lanzó como candidato a la Presidencia de la República. Yo me negué a aceptar antes de esta ruptura las propuestas y solo acepté la candidatura presidencial de Izquierda Unida tras el retiro de su líder y le dije, a todo el que me quiso escuchar, que con la ruptura todos perdíamos. Más aun, desde que concluyó el congreso de IU en el verano de 1989 hasta la víspera de la inscripción que rompió IU, insistí y tomé iniciativas junto con Jorge del Prado y Gustavo Mohme Llona, para buscar un acuerdo que posibilitara su candidatura por Izquierda Unida.
Cuando Barrantes renunció a la presidencia de la IU (1987), fui de los que en su Comité Directivo propusieron hacer un congreso y me encargaron organizarlo con una comisión que incluyó a todos los partidos, incluso los que luego se retiraron con Alfonso. Empadronamos a más de 150.000 militantes y más de 100.000 eran como Barrantes y como yo: no pertenecían a ninguno de los partidos. Eso se lo expliqué a Alfonso, señalándole que solo él podía negociar en ese congreso, basándose en esa fuerza, para que conviniéramos que IU fuera una organización propia, democráticamente establecida superando los límites de una simple alianza de siete partidos ante el JNE. Barrantes se inscribió y firmó el padrón, pero no fue al congreso. Los que salieron con él si fueron.
Con Enrique Bernales competí por la Alcaldía de Lima en las municipales de 1989, que por mandato del congreso comenzaban con primarias internas en las que participé y gané. No es la primera vez que he deslindado sobre este tema. Lo hice en 1989 renunciando a seguir trabajando en Desco, cuando titularon un artículo de manera parecida en referencia a las candidaturas de Bernales y yo a la alcaldía. Pueden verlo en la revista “Quehacer” N°60, que yo fundé cuando presidía el Comité Directivo de Desco y la dirigí desde 1979 hasta 1983. Mis razones tenían que ver con las reglas de Desco como asociación civil y con su historia y la carta es anterior a la ruptura, cuando yo insistía en buscar salidas encabezadas por Barrantes. Sigo pensando que era lo correcto y los resultados confirmaron mi opinión pero sigo pensando que no podíamos dejar sin representación a tantos peruanos que se inscribieron en esa Izquierda Unida y a los más de 3.000 delegados que asistieron a Huampaní.
Desde 1983, tras la victoria de Alfonso Barrantes, cuyo jefe de campaña fui, me incorporaron al Comité Directivo de Izquierda Unida y trabajé por la unidad. Esa izquierda acabó en 1990, como consecuencia de la ruptura de 1989.
No me toca escribir una historia de la que fui actor pero debo dar mi testimonio, porque la versión de Jorge Saldaña tiene errores, que probablemente se originan en las fuentes y en el tiempo transcurrido. Analizar la actuación de Gana Perú, que objetivamente fue la candidatura que estaba a la izquierda del espectro político en las elecciones presidenciales del 2011, como si se tratara de la izquierda de los 80 no es correcto. No son los mismos contenidos y las mismas propuestas que en 1989. Los actores de entonces y los de ahora tienen que ser analizados en sus términos y mucho de lo anterior está escrito. Sigue leyendo