El jueves 13 de junio del presente año se llevó a cabo el XIII Diálogo Ético que tuvo como tema “10 años de la CVR: convivencia democrática y cultura de paz”.
Los invitados fueron el Padre Gastón Garatea (Ex miembro de la Comisión de la Verdad y Reconciliación), el Doctor Víctor Urbano (Representante del Colegio de Psicólogos del Perú) y Gloria Cueva (Jefa de la Oficina de Docencia e Investigación del Hospital Hermilio Valdizán). Moderando la mesa en representación del Comité de Ética, se encontraba Tesania Velásquez.
A lo largo del Diálogo, cada invitado expuso y compartió su experiencia en relación al conflicto armado interno. Además, se incentivó que cada uno postule hipótesis sobre soluciones frente al conflicto que se dio nuestro país desde la década de los ochenta.
A raíz del diálogo surgieron una serie de dudas al igual que “reclamos” con respecto a este tema, ya que es claro que hasta la actualidad sigue teniendo graves secuelas en nuestra población. Se planteó que existen muchos “pendientes” y que hay una enorme deuda por parte del estado quién en esa época no adoptó las medidas necesarias para proteger a los peruanos. Muchas personas se vieron afectadas por el conflicto armado interno y hasta el momento no han recibido la reparación correspondiente. Esta reparación va desde temas económicos hasta el hecho de ser escuchados o reconocidos.
De esta manera, surgieron una serie de interrogantes sobre los ajustes que se habían hecho hasta el momento y se puso en tela de juicio la ética del estado peruano. Se planteó que a pesar de existir numerosos planes de reparación y ayuda a la población afectada, el propio estado pone trabas para su ejecución.
Por otro lado, se comento que el Perú se encuentra en crecimiento económico y a pesar de eso no se invierte lo suficiente en salud mental, “solo el 2.3 por ciento del presupuesto nacional en salud es para salud mental” planteó la doctora Gloria Cueva. Con respecto a esto, se manifestó también que si bien algunas veces hay recursos para invertir en salud mental, no hay capacidad técnica lo cual está sumamente relacionado a la mala calidad educativa de nuestro sistema actual.
El grupo “Sendero Luminoso” liderado por Abimael Guzmán puso a nuestro país en una situación de “terror” y su proceder se caracterizó por ir en contra de los derechos humanos. A todo esto se le sumo un estado que propuso como “mejor solución” mandar a las fuerzas armadas quienes llegaron a cometer las mismas atrocidades que el enemigo, generando mucha confusión en las personas afectadas por no tener una fuente de protección.
Todo esto no debe ser olvidado. Es fundamental tomar conocimiento y consciencia pues de lo contrario no seremos capaces de aprender de los errores cometidos por diferentes actores de nuestro país. No hay un solo culpable por lo ocurrido, hasta las personas que retuvieron información como la prensa tuvieron un rol protagónico en el conflicto, al igual que las personas que en la actualidad no quieren oír nada de cambios.
Desparecer ideas es lo más peligroso pues como una persona mencionó en el diálogo: “todo pueblo que olvida su historia, está condenado a repetirla”. Es importante informar, registrar y no olvidar. De esta manera, el Comité de Ética busca incentivar la investigación sobre este tema con el fin de que se reconozca y se siga discutiendo acerca de las causas y consecuencias del conflicto que se dio en nuestro país. Esto es esencial, ya que las consecuencias nos afectan hasta la actualidad.
Todo lo anteriormente mencionado, permitió un ejercicio de reflexión en las personas que asistieron al Diálogo Ético. Se planteó que muchos peruanos han estado indiferentes y distantes con la situación y se postuló que esto no debería ser así.