En Holanda están investigando en qué medida el utilizar diferentes colores e intensidades de luz en el aula puede contribuir a mejorar el proceso de aprendizaje. Así, un color naranja suave es utilizado para que los estudiantes se relajen un poco y una luz blanca intensa para mejorar los niveles de concentración.
Hasta el momento, el experimento está demostrando que el uso de diferentes tonalidades e intensidades de luz (de acuerdo a la actividad realizada en el aula) tiene un efecto positivo en el estudiante, y en el profesor.
El efecto de la luz en el aprendizaje
Está muy interesante 🙂