La evidente falta de espacio en las diferentes cafeterías de la Universidad hace que muchos alumnos busquen diferentes lugares en donde poder sentarse a degustar su básico o menú, según sea el caso. Así pues, es fácil encontrar gente sentada debajo de un árbol, jardines o bancas, para comer. Hasta allí, nada de malo.Sin embargo, sorprende y da verguenza ajena el ver como ciertos estudiantes luego de comer, dejan bandeja, plato, cubiertos y restos en el lugar alternativo que encontraron para comer. Es decir, dejan estas cosas debajo de un arból, o entre algunas plantas, esperando que algún encargado de la cafetería en la cual adquirieron el alimento se dé una vuelta para que recoja y ponga en su sitio la vajilla. ¿Es qué tan indiferentes somos que dejamos las cosas en donde sea para que otros hagan el trabajo que no les corresponde?. ¿Es tan pesado coger la bandeja y devolverla al lugar de donde la obtuvieron -la cafetería-?.
En el colmo de todo, el día de hoy mientras presenciaba esto que les comento, un horrible perro merodeaba por la cafetería de Artes. Su dueño parecía creer que estaba en su casa, pues el can se paseaba a sus anchas por los jardines de la cafetería donde algunas personas comían. Justo una de esas personas tuvo la mala costumbre de dejar la vajilla en el jardín y el perro hambriento devoró todo lo que allí encontró. Es decir, los que lavan los platos en la Cafetería de Artes no sólo lavaran hoy los platos donde algunos hemos comido, sino que también lavarán el del perro ajeno. Como para poner la cereza en la torta a tanta indiferencia.
La vez pasada me di una vuelta por la facultad de arquitectura. ¿Qué sentí?
La mole de cemento se erige y tiende un puente que va a dar sobre el techo de una "caseta" del teatro de la pucp.
Desde el último piso de este edificio de gradas iluminadas y espaciosos salones se veía abajo la "caseta" de los empleados de la católica, de material poco noble, y digamos contrito ante el desparpajo del concreto arquitectónico.
Es decir, la administración de cultura y el sindicato de trabajadores marginados del material noble que se extiende en sus sobrantes como mirador de los vecinos pobres, casi periféricos de la gran pucp.
Eu! Tenemos que matar al perro que permite que hayan perros hambrientos dentro de la facu. Pero si no queremos alimentar a los perros que se propone de lo de dejar la bandeja? No recuerdo ningun mostrados a la Macdo’ para tirar los residuos y tu bandeja también. Si volvemos al mostrador de donde partimos con nuestra bandeja simplemente entorpeceriamos el transito por lo estrecho que resulta circular a la hora pico de almuerzo gracias a nuestra "ingeniosa y culta" idea de devolver nuestra bandejita, hasta el perro hambriento se reiria!. Gente: creo que deberíamos de exigir mas platos nacionales en los menùes o basicos. Saludos gente, sigan opinando.
un comentario por el cierre de la cafeteria de artes, creo que es una pena que se aleje este consesionario, De todas las cafetas de la pucp, creo que era la mejor, en una empresa privada como es la pucp, los gerentes pueden tomar cualquier decision, y los subditos acatar la orden, pero (creo compartir el sentimiento de muchas personas) extranharemos el servicio y atencion de esta cafeta, Si la fepuc y la rea premiaron mas de una vez a quienes administraron esta cafeta, deberian darle publicas gracias por los servicios prestados. Ahora nos volveremos a Cafetal y muy pronto a los saludables KFC o Burger king que reinaran en esta nueva pucp. Una despedida para quienes administraron la cafeteria de artes, y mis mejores parabienes. (dejan un vacio que costara llenar)