La Repùblica, 2 de julio del 2008.
Encarecimiento de alimentos y combustibles afecta a pobres.
Muchos Gobiernos tendrán que ajustar sus políticas en respuesta al alza de precios, y la comunidad internacional deberá poner de su parte para atajar esta crisis global, dijo Dominique Strauss, director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI).
El encarecimiento de alimentos y combustibles afecta más a los países pobres, dependientes de las importaciones y con problemas en su balanza de pagos, dice el FMI.
“Si los alimentos siguen subiendo y los del petróleo se mantienen donde están, algunos Gobiernos ya no podrán alimentar a sus pueblos ni, al mismo tiempo, mantener la estabilidad de sus economías”.
El FMI determinó que los precios más altos de los alimentos hicieron que 33 países pobres, importadores netos de alimentos, gasten US$ 2,300 millones, o un 0.5% de su PBI del 2007, adicionales desde enero del 2007.