Como se venía solicitando, la ONPE ha presentado proyectos de leyes muy positivos que plantean su participación obligatoria, y no solo facultativa, en las elecciones internas que convoquen los diferentes partidos políticos. En otras palabras, una norma que podría contribuir a la democracia interna partidaria y a su mejor fiscalización.
La iniciativa ha generado algunos cuestionamientos del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), que aduce ser el único organismo con facultad para presentar este tipo de proyectos. Sin embargo, más allá de este celo institucional, lo cierto es que las instituciones electorales no pueden seguir cruzadas de brazos ante la crisis de las agrupaciones políticas.
La situación es insostenible y se patentiza en los sucesivos escándalos y deficiencias que protagonizan las bancadas representadas en el Congreso. Sin embargo, el tema trasciende el otoronguismo y se explica precisamente en los vacíos que existen en la Ley de Partidos Políticos.
Por ejemplo, tiene que modificarse todo lo referente al registro de las organizaciones políticas, las alianzas y los planes de gobierno. No olvidemos la inconveniencia de que las agrupaciones políticas tengan un 20% de invitados en sus listas parlamentarias, que la valla electoral del 4% ha resultado insuficiente y la falta de transparencia en las elecciones internas, si se realizan.
Ese es el reto. Si el Congreso lo asume demostrará voluntad de cambio. Y si el JNE desea abocarse a lo fundamental, que empiece por fiscalizar los comités provinciales de los partidos.
El Comercio.