Según consultora Arellano, problema se asocia más con la inflación. Los limeños son optimistas ante los efectos de un contagio local
Por Christian Navarro
Hay un vocablo casi omnipresente en las últimas noticias y discusiones sobre el futuro: la palabra crisis. Y es que con noticias sobre recesión, quiebras y despidos en la economía más grande del planeta (Estados Unidos), nadie puede quedarse tranquilo. Por ello, la firma de investigación de mercados Arellano Márketing (AM) decidió realizar un estudio para saber si los limeños estaban al tanto de la crisis financiera internacional, de sus efectos e implicancias.
MI “CRISIS” NO ES TU CRISIS
Lo primero que reveló este estudio fue que si bien un 69% de los limeños habla de crisis internacional, “están pensando en sus recuerdos de las crisis anteriores, despertadas por las recientes alzas de precios”, dicen Johan Vega y Diego Chang, responsables del estudio. “Para la gente, crisis es que suba el pollo, el aceite, el arroz”, comenta Rolando Arellano, presidente de AM.
En síntesis, nada más lejano para un limeño que este problema global. “No hay relación entre la sensación de crisis actual, que tiene el 76% de limeños, con la internacional”, dice Vega.
Jorge Chávez, ex presidente del BCR y presidente de Maximixe, afirma que esta confusión es más habitual de lo que muchos creen, pues el concepto es muy abstracto. Pero ello, sostiene el especialista, “tiene sus ventajas, pues explica por qué la gente no reacciona ante las noticias y podría ser incluso favorable para que la economía local siga caminando”.
Sin embargo, Gianfranco Castagnola, presidente ejecutivo de Apoyo Consultoría, muestra escepticismo sobre este punto: “El impacto de la crisis internacional en el Perú recién se va a sentir en el segundo trimestre del 2009. Por ahora, la crisis está en las noticias”.
SALIDAS Y RIESGOS
El estudio de Arellano también da más razones para el optimismo: las respuestas de los limeños ante una crisis futura. “Hay optimismo, la mayoría dice: yo me las ingenio”, resalta Arellano. Así, solo el 5% de limeños señala que reduciría sus gastos, una actitud que proviene de la confianza de haber sobrevivido, con éxito, a crisis anteriores.
Pero Castagnola vuelve a la carga: “una cosa es lo que uno dice y otra lo que va a poder hacer luego. Y al final del día el último recurso es siempre ajustar el gasto”. De acuerdo con el economista, los efectos en la generación de empleo aún se sentirán dentro de 12 a 18 meses.
En chino, crisis se escribe con dos caracteres: peligro y oportunidad. Aún tendremos que esperar para saber cuál de estos símbolos representa.
De líderes y afectados
Uno de los aspectos que destaca en el estudio de Arellano Márketing es que los limeños asocian con “crisis” al presidente Alan García. “Cada vez que sale a decir que vamos a luchar contra la crisis, la gente considera que él la ha creado”, resalta Rolando Arellano.
Para el psicoanalista Moisés Lemlij esa asociación no se justifica, pues considera que en el problema de la inflación tuvo un antecesor: Fernando Belaunde.
De otro lado, el estudio reporta qué negocios de consumo estarían entre los más afectados por un eventual recorte en los ingresos de los limeños: los rubros de diversión, ropa y estética. Sin embargo, Arellano destaca que “se va a mantener la tendencia a exigir cierto tipo de gasto y de consumo”.
El Comercio.
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