Amazon. Una reflexión sobre la evolución de los mercados

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Normalmente se acostumbra a decir la frase “si es que (un personaje X) viviese y viera como está (cualquier episodio) se volvería a morir”. Esta alegpría pretender reflejar que “todo tiempo pasado fue mejor”. El presente resulta una deformación, una aberración de lo otrora vivido.

Considero que está situación sería diferente si es que un personaje particular volviese a la vida por esa misteriosa razón de la alegoría. Este personaje sería Adam Smith (también puede ser David Ricardo). Si Smith viviera y observara como está el comercio internacional, saltaría con los dos pies de contento.

La presente entrada pretende a través de un caso particular (Amazon) reconstruir a grandes rasgos el estado del comercio mundial (en que situación se encuentra la apertura de los mercados y la condición pragmática del neoliberalismo). Específicamente me centraré en la evolución de los mercados. Si es que defraudo su interés, le ruego que lo ponga en comentarios para así poder completar este escrito que, nuevamente, tiene contenido muy general y peca de ambicioso.

Amazon (al igual que páginas como Kotear, Mercado Libre, Deremate.com, etre otros) constituye un “nuevo” tipo de mercado en la historia. Es un mercado reforzado por la revolución informática de la segunda mitad del XX. Su característica más resaltante es que, para el encuentro entre el que oferta y el que demanda, no se requiere de un espacio físico (circunscrito a un lugar geográfico). Se puede hacer el contacto en el espacio virtual del internet y también el pago. A diferencia de las páginas señaladas (que requieren el encuentro entre las personas para el pago (quizás) o la entrega del producto) entre paréntesis, en Amazon el ofertante y demandante nunca se encuentran. La compra y venta se reduce totalmente al plano virtual. En esto radica la trascendencia histórica.

En la antiguedad, el mercado se formaba donde se encontraran dos personas dispuestas a intercambiar dos productos que (generalmente) son resultado de excedentes en las actividades de subsistencia que realizan. El problema radicó en cómo cambiar dos bienes distintos. Cuál era el valor de cada uno respecto del otro y cómo medirlo. Por ejemplo*, cuántas vacas equivalían a un numero de cuyes.

Esta limitación se vio superada cuando la moneda (o cualquier medio de cambio) hizo su aparición. La moneda sirvió como aquel bien, que en palabras de Marx, en el cual su valor de uso era el mismo que su valor de cambio. Su utilidad radicaba en ser intercambiado. Los productos adquirieron un valor en términos de la moneda. Las vacas valieron 30 y los cuyes 10. Esto agilizó de manera notable las transacciones y sirvió como base para la expansión de los mercados. En la Edad Media ya existían las ferias itinerantes como la de Champaña. Éstas se desplazaban de lugar en lugar donde permanecían de manera eventual.

Ya con el uso de la moneda interiorizado en toda transacción mercantil viene el desarrollo de la Edad Moderna. Considero que ésta comienza con el arribo de Colón a América pues marca que un punto de quiebre. Esto consiste en que un país europeo pasa someter a otro en distinto espacio geográfico. El país pasará a llamarse metropoli y el otro espacio, periferia. La diferencia de estos espacios llevó a que se intensificara el comercio marítimo para la transferencia de mercancías. La metropoli exigirá que sus productos se comercien de manera exclusiva en sus colonias donde se introduce la moneda. La periferia le confiere un tributo al monarca y es fuente de recursos con los cuales comerciar en el mercado europeo. Para el control de los territorios sometidos, las monarquías se valieron de la doctrina del mercantilismo que consistía en el monopolio de los mercados coloniales y el monopolio de las rutas comerciales. Además, la fuente de riqueza era la acumulación de oro y plata.

Con las Revoluciones Industriales los mercados también cambiaron “revolucionariamente”. Considero en esta entrada tres etapas de este fenómeno industrial: la revolución del algodón, la del carbón y el acero, y la eléctrica. Todas estas tienen como rasgo principal la extrema expansión de los bienes producidos y su traslado (de manera mucho más rápida) hacia los mercados.

La primera etapa es conocida como la “revolución del algodón”. En Inglaterra se comienza a tecnificar la producción textil mediante el empleo de máquinas que realicen producción en serie. Las máquinas cuentan con motores a vapor como los realizados por James Watt. Considero la más representativa la máquina Spinning Jenny cuya innovación era el poder emplear más carretes de hilo. Se incrementó la producción de textiles que se ofrecían en los mercados.

La segunda etapa es conocida como la “revolución del carbón y el acero”. En la misma Inglaterra empieza a utilizarse el carbón como fuente de energía. La combustión de éste genera una capacidad de producción mucho mayor que la del vapor. El acero marcó el empleo de un medio que cambiaría para siempre la manera de concebir las distancias: el ferrocarril. El ferrocarril consiguió que las distancias se redujesen invirtiendo un menor tiempo en los desplazamientos. Además, se obtuvo un medio que transporte de manera terrestre abundantes recursos. Otro aporte fue la innovación de los barcos los que se desplazaban velozmente tanto en los canales europeos como en los viajes oceánicos.

La tercera etapa es la “revolución eléctrica” que se produjo en los Estados Unidos. Ésta tuvo como fuente de energía la electricidad que se empleo desde los experimentos de Benjamin Franklin y los inventos de Thomas Alva Edison como el foco. La producción continuó expandiéndose.

Todas estas revoluciones ampliaron el espacio de abastecimiento de los mercados pero igual seguían circunscribiéndose a regiones geográficas específicas (lugares determinados). Se requería que los ofertantes y demandantes se reunieran para poder tranzar.

La Revolución de las Telecomunicaciones (que se viene dando desde la segunda mitad del XX) a llevado a que el mercado ya no esté más circunscrito a un espacio específico. Ya no tiene extensión debido a que no se sitúa en ningún lugar: no está en ningún lugar porque está en todos. Habrá mercado en cualquier lugar donde lleguen las ondas Wifi.

El mercado virtualmente no tiene límites y la consigna es continuar extendiéndolo. Por eso creo que se da una campaña imperiosa de extender la cobertura de internet. Se pasó de tener la conexión entre dos computadoras en un mismo lugar, a dos computadores en distinto espacio pero conectadas por un cable, se innovó con la fibra óptica para abarcar más distancias, y actualmente se utiliza un tipo de onda como son las Wifi. Todo es potencialmente cubierto (siempre y cuando permita la transmisión de ondas).

Pero la expansión del mercado se ve complementada también con la imperiosa necesidad de que la gente guarde su dinero en el banco y se le asigne una tarjeta. El individuo es bienvenido hacia un sistema donde el dinero son cifras, el reino de las finanzas. Con la tarjeta se pueden realizar tantas transferencias virtuales como dinero se cuente en la cuenta. Un mercado virtual exige una moneda virtual.**

En Amazon uno tiene acceso a un abundante catálogo de productos. Se puede comprar libros, artefactos, entre muchísimas otras cosas. Uno selecciona lo que gusta, se traslada a un “carrito virtual” donde se sitúa la potencial compra de manera transitoria(de la misma manera que en un supermercado), se efectúa la compra y se selecciona el tipo de envío que se quiere. Mientras menor sea el tiempo, mayor será el costo.

De manera muy sintética, el sistema funciona de la siguiente manera: revisar el catálogo -> seleccionar el producto -> posición en el “carrito” -> se efectúa la compra con la colocación del número de cuenta -> se efectúa el transporte que puede ser en DHL o en el sistema postal público -> se paga el arancel que en muchos casos es a contraentrega -> llega a las manos del consumidor para la satisfacción de su necesidad.

Es un sistema interesante porque permite el acceso a productos que no se encuentran en el mercado local. Pero lo que me llama más la atención es el nivel de conexión entre los países. Aún no es tan fino porque la cifra de los aranceles es burda. La transferencia de los recursos es muy eficiente y da que pensar el donde queda la moneda física. Las finanzas se mueven por la confianza de los mercados para llegar a ser de manera sencilla sólo el cambio de digitos.

A manera de síntesis quiero señalar la reflexión de que se destruye el espacio físico del mercado, su presencia, para hacerlo infinito en el plano virtual. Se pierde la capacidad de contacto directo entre el que compra y vende (se pierde el recurso del regateo). El costo de oportunidad de tener un bien novedoso vale la pena el costo invertido.

Es interesante el momento histórico en el cual vivimos, pero necesitamos conciencia de él para poder afrontarlo.

*Es imposible que se haya dado en la realidad el dilema en la antiguedad entre cuantas vacas se cambia por cuyes.
**Como evolucionaron los pagos en el futuro. Si en un inicio la moneda se emitió como el reflejo de una cantidad de oro determinada en los bancos. Tras el acuerdo de Bretton Woods se rije el valor de una moneda con respecto al dólar que viene a ser la divisa internacional. La reserva estadounidense mantiene el sistema guardando oro por la emisión de dólares. Es el presidente Nixon quien elimina esto y la moneda se vuelve netamente fiduciaria. Las finanzas representan la transferencia de dígitos producto de la confianza de los mercados. Cómo llegará a ser en el futuro? Será que el dinero se volverá netamente virtual. Pero si es así, cómo se podrá dar el balance entre lo virtual y lo real?

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