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Niveles de aproximación a la alteridad

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El ser humano es único, pero no es el único ser. Al igual que uno existen otros. Estos otros son los que no son el que es. Tienen una condición de ser otro que viene a ser denominada por los términos de alteridad u otredad.

Un ejemplo de alteridad. Imagínese usted lectora (o lector con el respectivo cambio de género) que encuentra al chico de sus sueños. Sale una vez, dos veces, tres, etc. Se da cuenta que lo de sus sueños encuadra con la realidad hasta que sucede algo que le cambia todo el pensamiento. Descubre que gusta de personas de su mismo género. Si usted tenía intenciones con él ya tendrá que dejarlas y poder llegar a ser amigos sería interesante. Lo que descuadra a uno de su concepción tradicional considero que es un atributo de la alteridad.

Para entrar en contacto con el otro y lidiar con su alteridad, el ser usa tres niveles. Estos van acorde con la constitución cerebral en parte reactiva o reptilácea (la de los actos no pensados), la parte límbica o emotiva (parte emocional) y la consciente o racional.

Es necesario señalar que la alteridad ya juega un papel importante (y determinante) con la madurez del individuo. Cuando uno es niño esto se ve obstaculizado por el narcisismo propio de la infancia. Más adelante se reconoce al otor y debe serlo con la condición humana intacta (sino no es madurez). Es muy hermosa la frase de Levinas en la cual señala lo necesario de reconocer el rostro del otro.

El otro es como yo en cuanto a la diferencia, pero distinto a mi en tanto ella. Ambos poseemos la condición humano pero con la diferencia propia de la alteridad inserta. Ésta es la magia de la existencia.

El primer nivel de reconocimiento del otro y contacto con la alteridad es cuando se actúa de manera impulsiva (impensada) contra el otr. La persona no puede lidiar con la alteridad al tener emociones muy intensas que no puede deconstruir. No tiene manejo e inteligencia emocional. Es un comportamiento típicamente infantil y narcisista. Es esta parte, la alteridad se ve en sentido netamente negativo (como una amenaza contra la existencia del yo). También se encuentra la carencia de empatía no porque no exista sino por agresiones. En este nivel no se encuentran testimonios escritos porque implica acciones.

El segundo nivel es el límbico o emotivo. Se le asocia una emoción al oro. Puede ser de amor, gusto, afinidad, entre otras emociones. También pueden ser de rabia, cólera, odio, etc. En este nivel se pueden situar, por ejemplo, los habitantes de Estados Unidos en su posición contra los emigrantes latinos porque atentan contra su trabajo. También las élites peruanas del siglo XIX en su relación con el idnio. En este nivel sí se pueden dejar testimonios escritos como los relatos.

En estos dos niveles el patrón de comportamiento podría estar dirigido (asociarse) con los mecanismos de defensa del yo propios del psicoanálisis. Un estadounidense puede transferir su psique al inmigrante o las élites proyectarse en el indio. Pero no se habla del otro y su alteridad en sí mismo, sólo en su relación en tanto al yo. Es una representación prejuiciosa de la alteridad de manera muy infantil.

El tercer nivel es el óptimo que implica la madurez de la persona. No es una elección sino una responsabilidad y deber. Es el nivel donde se reconoce al otro como ser con la misma condición humana que el uno. Al reconocerlo al mismo vinel, entonces se produce un intercambio entre el yo y el otro propios de una conversación. Se realiza un diálogo que llevará a una posterior interpretación. En este nivel la hermeneútica resulta importante.

En esta entrada quise repsar los niveles de relación entre el uno y el otro. Además de entrar en contacto con la alteridad o condición de ser otro. Uno puede situar cada experiencia personal en este modelo.

Una última idea. La ética radica en considerar la alteridad como algo positivo (como realmente lo es).

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Poema I

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que es lo que brilla mas que todo?
tu rostro
que es aquello que abre la historia?
tu sonrisa
y lo que abre el lenguaje?
poder expresar lo hermoso de contemplarte
que es lo que me hace avanzar cada día?
saber que te amo
y sabes lo que me hace ser feliz?
saber que me amas Sigue leyendo

Somos Libres? Parte III: La Independencia y la República

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La Independencia viene a ser un proceso que llega a tener sus picos el 28 de Julio de 1821, el 6 de Agosto de 1824 y el 9 de Diciembre del mismo año. El Perú al ser la capital del virreinato, ser Lima la residencia del virrey; y una clase criolla heredera de la tradición hispánica no consiguieron desarrollar una junta gubernativa que derivara en posteriores declaraciones independentistas. Juega un rol trascendental el virrey Abascal quien, mediante sus habilidades políticas, consiguió tener contentos a los criollos resentidos por la presencia cada vez mayor de peninsulares como funcionarios.
El contexto de este importante suceso político fue la invasión napoleónica a España. En el marco de la expansión Europea, Napoleón llegó a España donde recibió la corona por cesión tras la farsa de Bayona. El emperador francés le cedió la corona a su hermano José, mejor conocido como Pepe Botella (por su afición a la bebida). El pueblo español no consideró legítimo este acto al ser un atentado al gobernante que habían elegido para gobernarlos. La tradición política dejó importantes tratados como los de Francisco de Suárez quien señalaba que el monarca debía servir al pueblo o Juan de Mariana quien justificaba el tiranicidio. El pueblo español se levantó en armas contra la Gran Armee francesa en una batalla de guerrillas. Esta modalidad informal de guerra no la conocía el ejército sirvió como una causa para la derrota francesa. Cautivantes son las pinturas de Goya sobre este episodio.
Los territorios gobernados por el rey de España tuvieron que reunirse bajo Juntas Gubernativas ya que no acataron a los franceses. Estas Juntas fueron en un primer momento leales a la corona española pero poco a poco fueron adquiriendo tendencias separatistas. En España, se unieron representantes elegidos por el voto popular para discutir temas políticos. El evento de esta índole más importante fueron las Cortes de Cádiz.
Considero que para formar un estado se requieren de dos componentes: una background teórico sobre política a nivel estatal y una capacidad pragmática para poder llevar este corpus a la realidad. Una persona con el corpus teóricos muy interiorizado que le permitió hacer escritos trascendentales fue Juan Pablo Vizcardo y Guzmán en Carta a los Españoles Americanos. Hasta ahora no nos conozco un personaje que tuviera la capacidad pragmática. Esto es relevante porque en el Perú no hubo un criollo como Simón Bolívar y don José de San Martín que reunieran estas dos habilidades en conjunto. Además, no contaban con experiencia militar en el extranjero.
Al ser Lima el punto medular en la creciese hispana en América del Sur, no se produjo en ella el mismo contacto con las potencias imperialistas en el centro como en la periferia. En lugares como Buenos Aires y la ciudad de colonia en el Uruguay, se produjo un intenso contacto comercial con Inglaterra. Así cómo existía una economía dinámica, también existió un tránsito de ideas ilustradas. Ingresaron por los límites territoriales bienes comerciales productos del contrabando puesto que evitaban pagar los impuestos que la corona mandaba grabar. Las ideas que vinieron a la ciudad fueron brindadas en los claustros universitarios y policiales así como en los respectivos libros que componían sus bibliotecas. De esta manera, los ánimos no se encontraban tan exaltados contra la metrópoli.
Los primeros años de República del Perú tuvieron como protagonistas a una elite con pocas habilidades iniciativa y una élite regional con muchas ansias de poder político. Pero el principal papel lo jugaron los militares que hubieron combatido en las guerras por la independencia y reclamaron un lugar en la dirigencia del país. Se puede señalar que la anarquía gubernamental fue la constante en los primeros años de vida de esta naciente institución nacional. El poder recayó en unos líderes regionales de trayectoria militar bajo lo cual se plegaba la población. La base de legitimidad de los caudillos provenía principalmente de sus propiedades territoriales. Si es que eran pocas el caudillo tendría un alcance político local, si eran de gran tamaño podía llegar a tener una importancia regional e incluso, nacional. Cada caudillo se consideraba el encargado de salvar a la patria y liderarla hacia su desarrollo.
La República inicial nos deja tanto en los indicios de una autonomía quizás nunca vistos en nuestra historia. El país se encontraba dividido en circuitos comerciales independientes correspondientes al norte y al sur del país. El norte se dedicaba a la plantación de caña para la fabricación de azúcar que se exportaría hacia Chile a cambio de harina. Es una constituida un circuito comercial muy diversificado de importante magnitud. Un trabajo de Paul Gootenberg evidencia, los gobiernos negaban la introducción comercial de bienes provenientes de Estados Unidos puesto que su bajo precio atentaba contra su bienestar económico.
En este período también se considera un suceso político muy importante que es la formación de la Confederación Peruano-Boliviana. Este proyecto fue esposado y llevado a cabo por el militar boliviano José Santacruz que proponía dividir el territorio de Perú y Bolivia en tres partes: el estado norperuano, el estado sur peruano y el alto pero. A este proyecto se le presentaron diversos opositores como Agustín Gamarra (que falleció batallando a la Confederación en Yungay), Ramón Castilla, Felipe Santiago Salaverry (consideraba el presidente más joven de la historia del Perú), entre otros. A Santa Cruz se le pegan en determinados momentos Orbegoso y José de la Riva Agüero. Se declararon abiertamente contra la confederación las repúblicas de Argentina y de Chile que enviaron expediciones militares para entablar batallas tienen en ejecución de este proyecto. Ha quedado retratado el ministro chileno Diego Portales quien se encargó de dirigir a Chile hace un futuro promisorio.
Entre caudillismo y una especie de anarquía transcurrió la primera mitad del siglo XIX.
La segunda mitad de este siglo resulta éste muy importante trascendencia para la Configuración del actual Perú. Es en siglo XVIII donde las expediciones científicas europeas, especialmente la de Alexander Von Humboldt, pusieron énfasis en importancia del guano. Este recurso natural estaba formado por el excremento de las aves marítimas que se acopiaban en unas islas al sur de Lima. Es interesante reflexionar acerca del empleo del guano en tiempos prehispánicos puesto que, en esos tiempos, la estructura económica era principalmente agrícola. El guano servía para potenciar el crecimiento de las plantas por eso no se puede evitar considerar su empleo en el antiguo Perú. Quizás el poderío del señor de Chincha se fundó en que tenía la capacidad de extraer y distribuir este importante recurso a lo largo del Tawantinsuyo.
A diferencia de Jorge Basadre que llama a este periodo “la prosperidad falaz” consideró que el período durante el cual se produjo la explotación del guano fue trascendental puesto que permitió vertebrar un aparato estatal, armar un estado, quien en un inicio era impensado por la lucha entre caudillos. Por primera vez se tuvo en un solo recinto todas las oficinas ministeriales reunidas. Esto brindaba un cierto dinamismo a la gorra de efectuar políticas públicas puesto que, todos los especialistas, se encontraban a segundos de distancia. El volumen obtuvo los recursos necesarios para poder solventar una burocracia estatal que se dedicara a tiempo completo al desempeño de su oficio.
El guano fue explotado inicio por el Presidente Ramón Castilla sin empleo el mecanismo de consignatarios. Se les asignaba la explotación del guano a empresarios nacionales, llamados hijos del país. Ellos se encargaban del proceso extractivo, de su traslado y comercialización en el extranjero de nuestro de los principales mercados del mundo. La inversión para la actividad guanera no era un monto muy elevado. El guano se encontraba acopiado sobre la superficie de manera que el recurso ubicado en la parte superior conservaba mejor sus propiedades, al ser más fresca, que la interior. El modo de extracción puede semejarse, como analogía, a un queso con sus respectivos huequitos: se picaba desde la superficie hasta el interior. Como mano de obra se empleó mano de obra china proveniente de las regiones de Cantón y de Macao. Los coolíes, nombre como se les conocía, trabajaban en condiciones de semi esclavitud y fueron traídos en contratos hechos por empresarios como Domingo Elías.
La cercanía de las islas guaneras a Lima hizo que la élite de esta ciudad adquiriera mayor importancia frente a las élites provinciales como la arequipeña y la cuzqueña. Los ingresos del guano beneficiaron a esta élite puesto que en ellos quienes tenían mayor accesibilidad para la explotación del recurso. Además, el beneficio al pagarles todos los gastos que aportaron en calidad de préstamo para la financiación de la independencia. La retribución que se les concedió excedió al monto real de las aportaciones que contribuyeron al ejército libertador. Esto se dio con la finalidad de que tuviera los recursos necesarios con las cuales forman la industria y desarrollar el país. Se intentó formar una élite que tuviera la capacidad de ser dinámica e incursionar en los negocios de mayor beneficio en la economía. Esto no se consiguió al parecer posee un rezago de la mentalidad rentista de nuestras élites.
Después de la de la modalidad de venta por consignaciones, se utilizó el mecanismo que consistía en una casa comercial que se dedicaba exclusivamente a la explotación del guano y a su comercialización. Las dos principales casas en llegar al Perú y hacerse del negocio del guano fueron la inglesa Gibbs y la francesa Dreyffus. El estado peruano con sus apremiantes necesidades económicas para financiar sus actividades gubernativas recurrió a los empréstitos que las casas comerciales les asignaban. Los empréstitos consistieron en una especie de préstamo de una cantidad monetaria a cambio de la venta de una cantidad de guano a vender en el futuro. Poco a poco se iba generando, y se iba contrayendo, una intensa dependencia económica. Esto debido al desbalance que se iba dando entre la cantidad vendida en calidad de empréstito y el monto de la exportación del guano. Se iban contrayendo muchas deudas por cantidades de guano que todavía no se habían exportado ni bendición. Un agravante es que el estado no tenía una política específica de financiación de la deuda. Se perdió una oportunidad importante para intentar tener una estructura económica independiente de las potencias imperialistas. Pero al menos nos dejo el estado.
Los empréstitos fueron destinados en el gobierno del presidente José Balta la construcción de ferrocarriles que integrarán el interior del país. Balta falló negligentemente en la orientación de los ferrocarriles pues esta repercutiría en el tipo de estructura económica que iba a tener estado. Si es que las líneas férreas si hubiesen dado de manera vertical posiblemente se hubiese formado un mercado interno un importante que permitiese una producción interna dedicada a satisfacer sus demandas. Esta orientación no es para nada descabellada puesto que pudo ser el símil de los caminos coloniales que formaron un importante mercado debido al comercio fluido en el sur peruano se articulaba también al Alto Perú y al norte de Argentina.
Las líneas férreas fueron de orientación horizontal que hacía y acentuaba una estructura económica netamente extractiva. Se le suele llamar una economía de enclave puesto que las líneas férreas servían para lograr que los centros productivos funcionaran como islas que no se articulan entre ellas para formar una importante producción nacional. La ruta de los recursos era de las haciendas o las minas hacia el mar. Estuvo es la intensificación de un económico insular que no articula los sectores productivos entre sí. Los más beneficiados de la construcción ferroviaria fueron los ingleses puesto que fueron ellos quienes exportaban su tecnología y el abanderado producto de su segunda revolución industrial. Con el ferrocarril se exportaban piezas para reparación, técnicos capacitados para su mantenimiento, entre otros productos gastos. Se podría señalar que se comienza una nueva etapa de dependencia tecnológica.
Es necesario señalar que las nuevas repúblicas americanas se insertan en un mundo interrelacionado económicamente en gran magnitud desde el siglo XVII. El liberalismo se había desarrollado bastante teniendo como grandes teóricos a Adam Smith y David Ricardo. Este último fue quien señaló mediante u un ejemplo que los estados deberían especializarse en aquel recurso donde tuvieran mayores ventajas comparativas. Por este tipo de ventajas Ricardo entiende a lo que es más beneficioso desde el punto de vista económico producir. El ejemplo de este liberalista clásico consiste en las relaciones económicas entre Portugal e Inglaterra. Se tienen dos tipos de bienes, los textiles y el oporto. A Inglaterra y sale más barato especializarse en textiles puesto que cuenta con las máquinas necesarias para su producción. En cambio, Portugal no cuenta con las máquinas que producirían un textil de la misma calidad que Inglaterra pero si cuenta con extensiones de tierra para producir oporto. A Portugal le sale más barato comprar textiles a Inglaterra y venderle oporto. En el caso contrario, a Inglaterra le sale más barato producir textiles y venderlos para adquirir oporto.
Ese escenario me gritaba una decisión que era típicamente impositiva. El Perú tuvo la posibilidad de invertir en una estructura económica con los recursos capaces de desarrollar una producción con la cual abastecer a la región. Otros países ya se encontraban tan industrializados que dificultaba que las economías de los nuevos países se especialicen en la producción. El lugar que les quedaba era la exportación de materias primas. Era más beneficioso y más fácil esto que industrializarse con recursos que no contaban. Siguiendo el modelo de Heckscher-Ohlin, que es una versión más moderna de lo planteado por Ricardo, un estado debiese orientar su economía de acuerdo a la dotación de factores. Los factores económicos son tres: la tierra, el capital y el trabajo. Aquel factor que se tuviera en mayor cantidad sería para determinar la orientación.
En América no se tenía mucho capital, tanto máquinas como dinero. Pero si se contaba con mano de obra no capacitada y con tierra en abundancia. Por tanto, el modelo económico a seguir por las nuevas economías americanas debía ser extractivos o primario. De esta manera, Argentina al tener en esas trampas se especializó en la crianza de ganado vacuno para la venta de su carne. Colombia y Brasil, también por sus inmensas extensiones de tierra, se especializaron en la producción de café. Esto resulta interesante puesto que los granos de cada país no fueron sustitutos predilectos sino complementarios. América continuó siendo la dispensa del mundo, ahora gobernada por autoridades locales. El tan anhelado sueño, los objetivos y visiones de los viajeros (ojos imperialistas) de los siglos XVIII y XIX llegaron a consolidarse en este último.
El Perú tuvo la posibilidad de poder decidir de manera autónoma a su destino y ser libre en él. Todo esto con la financiación gracias a guano, que si bien fue un recurso que no pudimos escoger puesto que estaba ahí en las islas, fue la principal fuente para la consolidación del estado. El capital distribuido hacia las élites nos invirtió de manera satisfactoria. Los ferrocarriles no consiguieron articular un mercado interno nacional. Se quedaron deudas y de elevado monto que lo incluyeron en el sistema como país moroso (y necesitado de continuos empréstitos sucesivos) que hasta el día de hoy no se puede terminar de pagar.
El guano, y los empréstitos en torno a él, dejaron al país en una aguda crisis económica que trató de ser superada con la explotación del salitre. Otra vez la naturaleza se mostraba pródiga con el estado mediante un recurso mineral que también era utilizado para la fertilización de los campos y para el desarrollo de explosivos. Los principales yacimientos del salitre se encontraron en el sur del país, principalmente en Tarapacá. El presidente pardo procedió a la expropiación de los capitales que habían invertido en explotaciones al curso. Las nacionalidades de éstos eran chilena e inglesa. Se genera un descontento, un profundo resentimiento, que sirvió como agravante para la posterior Guerra del Pacífico.
Antes de entrada en la guerra, es necesario poner atención en dos importantes puntos: la condición del sello y la posición de la élite.
La República trajo consigo un discurso de libertad con las cosas consideradas vetustas propias del dominio colonial. Una primera medida fue la abolición de la República de españoles y de indios. A priori, esto puede parecer una medida muy buena pero esto fue un atentado contra los últimos. Tras la ausencia de los españoles peninsulares en los cargos públicos, se generó un vacío en quien debería de tomar los puestos más importantes en el estado y tomar la condición de élite. La búsqueda consistía en que el grupo debía de asumir la preponderancia de los cargos públicos, en otras palabras, asumir el gobierno. La posta la tomaron los criollos, especialmente los de Lima, en una primera instancia. Adquirieron legitimidad a través de un discurso que les representara como los descendientes directos de los incas pero no emparentados en ningún sentido con los indios. A esto, Cecilia Méndez lo llama Incas sí, pero indios no. Cabe señalar que la que fue desplazada por la participación política activa de los militares hasta la aparición de José Pardo en la segunda mitad del siglo XIX.
La población natural no podía apelar a sus derechos legítimos puesto que se encontraban desahuciados tras una campaña de exterminio emprendida por la corona española tras la insurrección de Túpac Amaro. A la élite cusqueña, descendientes de los incas, se les prohibió participar en desfiles como otrora lo hacían y poco a poco fueron disminuyendo su poder mediante el remplazo de personas naturales por españoles en los cargos políticos. Tras la gran rebelión era normal que se pudiera encontrar caciques españoles en las parroquias del Cuzco. La población indígena adquirió y permaneció en el estado de subalternidad comenzado por los peninsulares y llevar a fondo por los criollos.
Una trágica medida de incomprensión de la abolición del tributo indígena por parte del presidente Castilla debido a los ingresos de guano. El tributo indígena indicó el respeto de la propiedad de la tierra por parte del estado colonial. El virreinato defendía sus posesiones contra usurpaciones de terceros. La abolición del tributo indígena como medida liberalista tenía la consigna de que capitales privados se hicieran de las extensiones territoriales para hacerlas producir en la modalidad de hacienda. Se creía que al liberar la tierra y adjudicarla a un propietario se iba a abolir las instituciones de las comunales que no beneficiaban la producción. El propietario podía pedir préstamos con los cuales invertir en la propiedad algo que no se podía cuando la posesión de tierras estaba en manos de varios. Penoso fue el resultado al ver que las haciendas asimilaran mecanismos coloniales para la coerción laboral como enganche. Esto consistió en el reparto forzado de mercaderías para ser pagadas con futuro trabajo. Claro ejemplo de esto son las haciendas del centro del país como Laive de la familia Valladares.
Sin tierras y en la condición de su eternidad ocasionada por los propios “peruanos”. La población nativa quedó relegada y empobrecida. Ahora que el estado busca solucionar la pobreza y la desigualdad en el país mediante un gobierno social primero debe de pensar cuál fue el origen de esta. Considero que en este periodo de tiempo está una clave importante.
La guerra del pacífico fue teatro donde subieron todas las contradicciones del estado a más protagonistas para terminar en un rotundo fracaso de la función. Un ejemplo de esto son las contiendas entre los más importantes políticos (o personalidades) como Mariano Ignacio Prado debe y Nicolás de Piérola, Andrés Avelino Cáceres y Miguel Iglesias, Cáceres y Piérola.
Cuando el estado republicano y la élite limeña se dieron cuenta de que necesitaban este otro natural para defender los intereses “nacionales”, se trató de educar de manera intensiva en el uso del fusil. Se llevaron el chasco de su vida, y también resentimientos como los retrata de manera magistral Ricardo Palma, puesto que pese a la leva obligatoria de pobladores de las serranías las negligencias de los altos mandos militares fueron las causales de la derrota. Si es que a un individuo recogido por la leva se le hubiese preguntado que el Perú, quienes son los peruanos por los chilenos, y por qué atacaron los chilenos no los peruanos; considero que las respuestas no hubiesen sido nada claras. Los altos mandos militares se apuraron implicar un fusil y no preparar mentalmente a las futuras tropas. Además es el que se queja de la ineficiencia en el campo de batalla de la población de la Sierra y la considera como una carga.
La población de las regiones automáticamente entró en conflicto cuando el ejército chileno incursionó en la sierra. Por ejemplo en la región central incursionaron las expediciones de Ambrosio Letelier y Estanislao del Canto. Sus intereses se vieron atacados, sus mujeres injuriadas lo que significó una ofensa al poder paternalista sobre el control de la sexualidad, y se produjeron ataques no militarizados sino espontáneos. Uno de estos puede considerarse el suceso de Comas.
Cáceres pudo percatarse de la destreza de las montoneras tiendas convirtió en guerrillas. Importantes contingentes de personas fueron tomadas para la formación del Ejército del Centro. Principalmente fueron los trabajadores de las haciendas, quienes reunidos por su hacendado como por ejemplo los Valladares, formaron batallones como el Concepción. Andrés Avelino Cáceres recurrió a alianzas con individuos que ahora sí tenían una motivación pragmática para entrar en la contienda bélica. Ya no sólo se defendían los intereses del Perú, si no los propios. La reunión de todas estas fuerzas le permitió a Cáceres tener un poderoso contingente militar que puso en aprietos la ocupación chilena. Se obtuvieron victorias con una de Pucara hasta hacer finalmente derrotados en Huamachuco y con la firma del Tratado de Ancón por Miguel Iglesias que significó el fin formal de la guerra con Chile.

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Somos Libres? Parte II: El gobierno de los Borbones

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El siglo XVIII se inicia con un cambio dinástico: la casa de Austria es remplazada por la casa de los Borbones franceses. El último rey Habsburgo, Carlos II, murió sin dejar descendencia lo que ocasionó un problema entre las distintas monarquías para ver quien ocuparía esta corona. El enfrentamiento fue abierto entre los Habsburgo y los Borbones que finalmente llegó a la solución con la llegada al trono de los segundos. Un nieto del rey sol, Luis XIV, tomaría la corona española. El tratado que sirve como testimonio del acuerdo fue el de Utrecht donde el los Borbones renunciarían a que, si se diera el caso por sucesión, España y Francia se unan. Además, abrieron las rutas comerciales que beneficiaran a los otros estados que se encontraban desarrollándose. El esclavismo por ejemplo se les concede a los ingleses. Esto se debe a una política que permitiese un cierto equilibrio entre las potencias tras un período donde la monarquía española se hizo de buena parte del mundo. Anecdótico es recordar la frase de Francisco I de Austria donde se preguntaba donde estaba el testimonio de Adán que le cedía el nuevo mundo a España.
La casa de los Borbones buscó revertir la infausta situación económica de la metrópoli aumentando la exacción tributaria y económica de las colonias (ahora sí los virreinatos pasaron a considerarse colonias). Es en este período donde ya se puede hablar de España en el sentido completo de la palabra. Los Borbones, al tratar de tener un estado fuerte siguiendo el despotismo ilustrado francés y la utilización de burócratas de profesión, establecieron un marco legal único que atentaba contra los fueros de las otras coronas. La hegemonía Castellana permaneció en España al ser Madrid la capital. Los cambios políticos, económicos y sociales se fueron dando de manera gradual siendo su punto más importante las famosas Reformas Borbónicas.
Un suceso importante que sacudió el Virreinato del Perú fue la cesión de Potosí al recién creado Virreinato del Rio de la Plata. Esto hizo que el Perú perdiese su polo económico más importante en las dos últimas centurias. Se produjo una reorganización económica interna y se descubrieron nuevos centros mineros que serían explotados en conjunto. Entre estos tenemos Huantajaya, Hualgayoc, y Cerro de Pasco. La minería continúo siendo la médula de la economía peruana. Paralelo se dieron los desarrollos agrícolas, en especial, los azucareros del norte. Una gran concentración de esclavos eran los que se encontraban en complejos de plantación a los que se les confería parcelas a los trabajadores para que produzcan lo necesario para su subsistencia.
El último motor económico fueron los obrajes que eran grandes centros de producción textil donde se reunían grandes cantidades de trabajadores siguiendo el mecanismo de la mita. Se dio una gran producción textil en estos centros y también en los chorrillos que eran centros de pequeña producción. Conforme transcurrieron los años, la imposición fiscal sobre los obrajes y los constantes levantamientos de la población natural, tuvieron como consecuencia la aparición de estos grandes centros de producción siendo remplazados por los chorrillos.
En el siglo XVIII se dio el auge de los repartos. El cargo de corregidor podía ser comprado por un particular puesto que la corona estaba ávida de recursos económicos. Adquirir este cargo era una inversión, que estaba auspiciada por financieras tanto en España como en el Perú, puesto que el que lo adquiría recuperaba su dinero mediante este mecanismo. Consistía en la venta compulsiva de mercaderías por parte del corregidor a la población natural. El pago debía de efectuarse al cacique quien se lo daba al funcionario. En una primera instancia la historiografía señaló que las mercaderías eran banalidades como pelucas, lupas, espejos, entre otras cosas inútiles. Pero estudios posteriores como el de Golte evidencia que las mercaderías repartidas eran producidas por la economía local y este mecanismo funcionaba como dinamizador de la economía. Los productos repartidos eran mulas, textiles de los obrajes, paños de Quito, instrumentos metálicos y coca. Si bien los productos no eran de la más alta calidad, al menos podían ser útiles.
En el siglo XVIII es donde comienzan a arribar expediciones extranjeras que eran consideradas como científicas. Estas expediciones provenían de diversas potencias europeas pero principalmente de Francia y de España. En este marco se pueden ubicar las expediciones de Amadeo Frezier, Alcides D’Orbigny, Malaspina, Ulloa, Alexander von Humboldt, entre otros. Todos estos viajes dejaron un escrito a manera de conclusiones. En estos escritos, a manera de informe, se resaltan recursos naturales como la cascarilla (quinina) o el guano.
Pareciera ser que tras de todo el discurso científico se encontraban unos “ojos imperialistas” (como señala Mary Louise Pratt en el título de su libro) que estaban orientados hacia la búsqueda de fuentes de riqueza, ya no necesariamente mineral como buscaba España, para su extracción hacia Europa. En los primeros años la dependencia política estaba sujeta al mercantilismo. Esto hizo que la extracción por parte del centro a la periferia sea de recursos minerales en especial oro y plata. También el monopolio de la corona sobre ciertos productos en la periferia como bienes suntuarios entre ellos el vino. Ahora que el liberalismo estaba en boga se buscaban extraer cualquier tipo de producto que sirviera de base para satisfacer algún tipo de demanda en el espacio de los circuitos comerciales. Si es que se extraían recursos y se exportaban, los estados estaban dispuestos a generar el sentido recíproco: un considerable flujo mercantil hacia las periferias. El contrabando inglés en Argentina es un ejemplo de como se fue erosionando la dominación hispánica mediante el comercio. Peculiar y morboso es revisar que todos estos tratados revelan los recursos que luego fueron depredados por su venta a Europa. Los ojos imperialistas iban en busca de futuros mercados para las potencias que se encontraban repartiéndose el mundo.
Estos trabajos científicos también permitieron determinar la situación actual en la cual se encontraba América en pleno siglo de las luces. El conde de Buffon utilizó los expedientes de las misiones científicas para demostrar la inferioridad del hombre americano mediante la analogía del león y del puma. El puma es más cobarde que el león, así que el hombre americano es más temeroso que el europeo. Empezó a utilizarse una argumentación propia de un cierto determinismo geográfico. También se encuentran las menciones de Cornelio de Pauw y de Hegel que continuaban esta línea. El primero de ellos señala que los americanos eran seres inferiores por criarse en un ambiente húmedo. Por ejemplo un pantano que es húmedo sólo puede dar a luz insectos. Pero es en México y Perú donde aparecen dos voces, Clavijero y Unanue, que defendieron la integridad de los criollos. Un espacio crítico de la postura europea fue también el Mercurio Peruano.
El siglo XVIII marca un inicio de la colonización mental americana en el contexto del siglo de las Luces. A manera de comparación, si es que se produjo una conquista por las huestes pizarristas, también se produjo una conquista producto del implante de la taxonomía propuesta por Carlos Linneo. Por ejemplo el ave originaria de estas tierras, el gallito de las rocas, pasará a llamarse Rupicola peruviana. Toda la flora y fauna americana pasará a estar colonizada por el arte de nombrar propio del cientificismo europeo. Este es el inicio de la colonización intelectual metropolitana.
En el plano social, se formó un mosaico racial producto del mestizaje que se extendía considerablemente. Bajo tres troncos (lo negro, lo español y lo indio) se produjeron diversas mezclas donde siempre tenía mayor importancia, y era considerado superior, quien tuviera mayor cuota de sangre española. El múltiplo de cinco, quinterón, era quien marcaba el tan ansiado ascenso en la jerarquía de las castas. Para intentar comprender una sociedad como la peruana del XVIII se utiliza el término de sociedad de castas. Grupos de individuos organizados según su origen racial. Pero esto no resultaba exclusivo puesto que el color de la piel a veces no determinaba el origen de los padres por la carga genética. Peculiar son los términos que se utilizaron para denominar a las castas como tornatrás, chino, notentiendo, entre otros. Las castas contribuyeron a desmoronar el sistema de las dos repúblicas pues se encontraron vacíos legales para que los individuos encuentren sus propios beneficios. El primer paso por parte del estado virreinal fue poner nombre a todo el fenómeno porque se le estaba pasando de las manos. Si es que puedes nombrar, ya puedes controlar como lo ocurrido en la fauna y flora. Esto se reflejó a la hora de realizar los tan famosos cuadros de casta, que en México fueron varios, llevados a cabo por el virrey Amat.
En el caso de Lima, no se puede hablar de una sociedad en eclosión. Uso el término según la segunda acepción de la RAE donde se señala que es un brote, manifestación, aparición súbita de un movimiento cultural o de otro fenómeno histórico, psicológico, etc. La misma sociedad colonial estaba diseñada para “amortiguar” los descontentos sociales. La población esclava que se encontraba descontenta por su condición no llegaba a armar una rebelión conjunta como en Haití sino que huían. Podían desempeñar la actividad de bandidos donde recogían ingresos para su subsistencia. Alberto Flores Galindo analiza la sociedad del XVIII donde busca responder por qué no se produjo un levantamiento urbano en Lima que lleve hacia la independencia. Propone la existencia de una aristocracia y de una plebe que se encontraban en una sociedad con facturas que daban espacio a leves levantamientos que impedían la formación de uno general.
Un tema importante para señalar es la Gran Rebelión de José Gabriel Condorcanqui mejor conocido como Túpac Amaru. Como herencia del gobierno militar revolucionario de Velasco Alvarado y de la historiografía de Carlos Daniel Valcárcel se tiene un importante maniqueísmo. Se tiene al rebelde que lucha por la independencia de la corona y a los nobles adictos a la causa realista que lo traicionaron. La historiografía se ha encargado de vencer estas limitaciones subjetivas de un gobierno que necesitaba crear la figura de un héroe.
José Gabriel Condorcanqui fue un cacique que se levantó en armas en pos de encontrar un lugar importante dentro de la nobleza cuzqueña. Condorcanqui era un cacique tributario de Surimana, Pampamarca y Tungasuca. Al quedar vacante el marquesado de Oropesa que era la principal posesión territorial en la región del Cuzco. Los sucesores a este cacicazgo eran descendientes directos de los incas. Primero, perteneció al matrimonio entre Beatriz Clara Coya, hija del Inca Sayri Tupac, y Marín García de Loyola, descendiente de San Ignacio. Luego pasó a manos de su hija Ana María Lorenza García Sayri Túpac de Loyola quien se casó con Juan Enríquez de Borja, descendiente de San Francisco de Borja. Su hija se casó con un descendiente del otro santo jesuita San Francisco Xavier y la pareja recibió la misma propiedad. Esa posesión era importantísima y de máxima consideración para la nobleza cuzqueña.
Condorcanqui inició un litigio en pos de la posesión con Diego Felipe de Betancur. El pleito judicial demandó que Amaru no se dediqué plenamente a su actividad económica que era ser arriero y gaste muchísimo dinero en el trámite. El resultado fue negativo a los intereses del cacique. Esto ocasionó una especie de frustración en él, sumado con una inversión que realizó para el negocio que no le resultó favorable. Pareciera ser que estas causas sirvieron para que detone este movimiento. Pero no hay que olvidar que durante este siglo ocurrieron decenas de levantamientos en el territorio que ha sido estudiado por Scarlett O’Phelan.
La Gran Rebelión se puede dividir en dos periodos. Una primera instancia que dura hasta la el nefasto suceso de Sangarará. En este periodo Tupac Amaru recibió el apoyo de diversos grupos sociales entre los que estaban españoles y criollos que iban contra el mal gobierno pero no contra el monarca. En Sangarará se produjo la quema de una iglesia con feligreses dentro. Esto marcó que los españoles que lo seguían le restaran su apoyo y lo excomulgaran. Esto fue un duro golpe para Amaru puesto que lo puso al mismo nivel que su enemigo, el corregidor Arriaga de Tinta.
La segunda etapa comienza después de este episodio. Según se señala, esta etapa es toma una dimensión más andina. Es interesante esto puesto que la tradición andina era entablar litigios y usar hasta la última instancia la vía judicial. La violencia tomará una dimensión violenta muy importante. El movimiento llegará a su ocaso en Cuzco con el levantamiento de la élite cuzqueña. Entre los integrantes de este contingente se encuentran Mateo Pumacahua, miembros de la familia Sahuaraura, entre otros.
La historiografía de Carlos Daniel Valcárcel llevó a calificar a la élite como traidores adictos a la causa realista. Ahora esta interpretación ha sido cuestionada puesto que, antes que defender al rey, defendieron sus propios intereses que se veían amenazados por alguien a quien consideraban advenedizo. Túpac Amaru no tuvo un consenso entre la población no por su programa sino por su status.
Antes de avanzar hacia la República es necesario hacer un breve y escueto balance de la trascendencia del periodo virreinal. Se tratará de evitar el facilismo de considerar que siempre estamos mejor sin el dominio de los españoles y evitar caer en las consideraciones propias de la Leyenda Negra Hispana. La República de Indios, al tener su propio corpus legal o fueros, permitía que mediante el tributo metálico se defienda la propiedad y posesiones de la población natural. Se trataba de evitar la mayoría de veces el retiro arbitrario sin a travesar por litigios.
Otro tema importante era la participación de la figura del defensor de naturales quien llevó a los que se hacían de sus servicios a muchas victorias legales. También no se permitía la injerencia de la inquisición en lo referente al campo religioso.
Algunas colectividades como los Huancas tuvieron mucha prosperidad durante el virreinato. Ellos se aliaron a las huestes pizarristas y no fueron encomendados a ningún español sino que siguieron siendo señores de su propia tierra. Otro ejemplo son los Iquichanos que trabajó Cecilia Méndez.
También es importante señalar lo importante de la institución vertebradora de la presencia española en estos territorios: VIRREINATO. No era un simple territorio periférico como colonia o capitanía. La condición que se tenía era de súbditos de la corona que ofrecían tributos pero se recibía ciertos beneficios.
Finalmente, se señalará un balance de la trascendencia de la presencia hispana. A diferencia de las otras potencias Europeas, desarrolló un modelo colonizador que incluía al dominado dentro de la estructura estatal. No realizaron campañas genocidas como los ingleses en Estados Unidos para expropiar a los indígenas de la tierra y formar un modelo que los excluyera totalmente. Los Españoles guardaron una conciencia en debates públicos como las Juntas de Valladolid, donde debatieron Las Casas y Sepúlveda, y la Junta Magna celebrado en la segunda mitad del XVI durante el reinado de Felipe II. En esta reunión se resaltó lo ilegítima de la presencia hispana en estas tierras pero su retiro sería más perjudicial. A pesar de todo, trajeron la religión católica y con ello la salvación. La tradición legal hispana también es una importante herencia española.

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Somos Libres? Parte I: El Perú bajo los Austrias

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La presente entrada tiene por objetivo reflexionar acerca de la estructura económica existente durante los siglos XVI, XVII y XVIII en el Perú. Dos consideraciones previas. En primer lugar utilizo los términos de estructura no en un sentido marxista sino mecanicista. Busco en que parte la configuración determina un modelo de dependencia. La segunda consideración es que llamo Perú de manera indistinta tanto al periodo virreinal como al Republicano. Considero, como hace poco Mark Thurner, que el nombre Perú surge durante el Virreinato. Esto a diferencia de Argentina que surge en el XIX como neologismo derivado del término latín de plata (argento). Espero que se entretengan leyendo este escrito.
Pablo Macera divide la historia del Perú en dos periodos: la etapa de la autonomía y la de la dependencia. La etapa de la autonomía comprende desde la aparición del hombre en estas tierras hasta el ocaso del Tawantinsuyo. La etapa de la dependencia comprende desde la presencia hegemónica y colonial hispana hasta la dominación imperialista estadounidense. En el intermedio se pasa por la influencia importante tanto de los franceses como de los ingleses.
La propuesta de Macera da comienzo a este artículo mediante el planteamiento de la pregunta de que si somos libres o no. Primero definamos someramente que entiendo por libertad (este esfuerzo está lejos de ser una divagación filosófica sobre la trascendencia de esta palabra). Considero la libertad como la capacidad de poder decidir de manera autónoma (sin ningún tipo de coerción ni coacción) el camino el cual seguir y, evidentemente, transitarlo. Entonces: ¿somos libres, algunas veces lo hemos sido, alguna ves lo seremos?
La etapa de la dependencia arranca desde el siglo XVI. El arribo a América de las huestes españoles se da bajo la dinastía de los Habsburgo o casa de Austria. Antes de 1492, no se podía de hablar de la existencia de España en todo el sentido de la palabra. Existían reinos como el de Castilla, que tenía una estructura ganadera lanar muy fuerte agrupada en torno a la mesta; Aragón, que se dedicaba mucho más a las actividades comerciales y tenía posesiones como Barcelona, Valencia, Sicilia y Nápoles; León, Navarra, etc. Los Reyes Católicos, Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, emprendieron la campaña de reconquista ibérica tomando el cristianismo como bandera para expulsar a los moros (musulmanes) ubicados en la parte sur del territorio. Consiguieron su objetivo en 1492 (este año es el áureo para los españoles: reconquista completa, conquista de América y publicación de la gramática castellana por Nebrija). Se unificaron los reinos entorno a esto dos monarcas que llevaban el estado siempre en sus desplazamientos. Ambos tuvieron una hija, Juana (la llamada más adelante loca) que se casó con un príncipe de la casa austríaca Felipe “el hermoso”. Aquí se entroncan más coronas que llegarán a hacer síntesis en la cabeza de Carlos V (del Sacro Imperio Romano Germánico) o I (de España). El monarca no era rey de España sino rey de Castilla, Aragón, León, etc. En una cabeza yacían varias coronas no una sola. Esto es importante para tomar en cuenta porque el rey debía de gobernar siguiendo los fueros, leyes especiales, de cada región. Hasta su último gobernante, Carlos II, los Austrias reinaron más de ciento cincuenta años en 5 monarcas: Carlos I, Felipe II, Felipe III, Felipe IV y Carlos II.
La primera institución colonial en hacer presencia en tierras peruanas fue la encomienda. Esta institución consistió en la cesión de los tributos de vasallaje que se le hacían al rey de Castilla hacia aquellos españoles embarcados en la empresa de conquista en el Nuevo Mundo. El mecanismo recompensa venía siendo efectivo desde la campaña por la Reconquista Ibérica donde se cedían tierras. En este caso la cesión se inscribía en la figura llamada Merced. El español ahora convertido en encomendero no era un señor de la tierra, como en España, sino un señor de indios. Recibía tributos de un determinado grupo de personas adscritas a un ayllu, etnia, etc. y podía recurrir a su trabajo como servicio personal legítimo. Las primeras ciudades comenzaron a ordenarse siguiendo la institución llamada cabildo que era la reunión de los vecinos ilustres del área. Los indios adscritos a determinada área conferida al encomendero le abastecían un determinado cupo de tributos que no necesariamente eran variados. Es el encomendero quien tenía que comerciarlos para adquirir otros recursos.
Los encomenderos, ahora vecinos ilustres, ganaron una fuerte importancia y poder político en su reunión que era el cabildo. La corona legisló con el objetivo de amainar este poder y fue mediante las Leyes Nuevas donde detonó la segunda guerra civil tras el arribo español. La primera fue la lucha entre Francisco Pizarro y Diego de Almagro que derivó en la muerte de ambos. Las Leyes Nuevas trajeron consigo la abolición de la perpetuidad de las encomiendas que era un ataque considerable a su base de poder lo que causó rabia por parte de los encomenderos quienes tomaron esto como un atentado contra su bienestar. Reunidos bajo el mando de Gonzalo Pizarro se levantaron contra la corona llegando inclusive a ajusticiar al primer virrey del Perú Blasco Núñez de Vela. La corona para solucionar esta anarquía que podía atentar contra su dominio envió al pacificador Pedro de La Gasca quien negoció con los encomenderos insurgentes una salida pacífica al impase. Ofreció el mantenimiento de sus posesiones sumadas con la de los aún rebeldes que no se plegaran al bando realista. La Gasca fue el encargado de realizar una segunda gran conquista española, conquistó a los conquistadores. Más adelante se levantará Francisco Hernández Girón por la abolición del servicio personal. Sucumbirá en Huánuco que pasará a tener el título de la “Muy Noble Ciudad de los Caballeros…” y a tener en su escudo un hombre (Hernández) atacado por un León.
Es con el Virrey Francisco de Toledo donde la encomienda pasa de significar un poder político a no ser más que un ingreso monetario. Es necesario resaltar el papel secundario que la historia ha conferido a Lope García de Castro que sugiero revisar en algún momento puesto que Toledo continua algunas de sus políticas. Toledo decretó la monetización del tributo que tuvo por objetivo que la población indígena participe activamente en el mercado en calidad de asalariado. La necesidad de mano de obra era menester por el casi nulo interés acumulativo existente en la gente nativa. Este tipo de mentalidad tardó mucho tiempo en entenderse.
También hacen su aparición los corregidores que eran unos funcionarios que tenían por objetivo recaudar los tributos de manos de la población natural. El tema de funcionario debe de tomarse con cuidado puesto que no recibía un sueldo fijo por parte de la corona sino que cobraba una tasa de los tributos que recaudaba. El corregidor hacía la función de intermediario y sirvió para relegar la presencia del encomendero, El tributo era recaudado por el corregidor quien lo liberaba de las costas (una especie de gastos operativos) entre los cuales destaca el pago contemplado hacia los religiosos por la evangelización de los naturales. Y es que Toledo también reorganizó la manera de ocupación del espacio mediante una nueva disposición u organización urbana siguiendo la figura de una cuadrícula. Los nuevos centros poblados que adoptarán la cuadrícula como traza urbana pasarán a llamarse reducciones que servirán de base a los pueblos y ahora ciudades. La reducción implicaba necesariamente “reducir” a la población que habitaba en locaciones dispersas en un solo lugar que debía contener una plaza y una iglesia. Los indios vivirían concentrados en la reducción para su evangelización y vivencia en policía mientras que los encomenderos vivían sólo en las ciudades más importantes (y más adelante incluso en España).
En el siglo XVI se comienza la explotación minera en Potosí. En un comienzo se utilizó los conocimientos propios de las poblaciones nativas como el empleo de guayras. Estas eran una especie de hornos a manera de cono invertido donde recibían el aire necesario para avivar el fuego que separaba el mineral de la piedra. La explotación minera en primera instancia descansó sobre los conocimientos ancestrales de estas tierras. Esto incluye que una importante parte de la producción de mineral se quedaba en los encargados de manejar estos artefactos. La injerencia española en los procesos productivos fue muy limitada. Es necesario mencionar que durante esta época la corona española no recibía sus principales ingresos de América sino de la Mesta castellana (gremio de criadores lanares) y de los Países Bajos.
Un segundo periodo en la extracción minera esta determinado por la utilización del mercurio para conseguir el proceso de la amalgamación. En un primer momento se utilizó el mercurio importado desde la minas de Almadén en España. Luego la corona tuvo la mayor de sus fortunas al encontrar este importantísimo componente en Huancavelica. El empleo del mercurio y el proceso de amalgamación trajo como consecuencia que el proceso de extracción del mineral se complejizara. Empezó la necesidad de utilizar técnicos encargados de manejar máquinas complejas que trajo como consecuencia que el proceso recaiga en manos de españoles. Se dejo atrás a la población natural y sus conocimientos para reducirlos a trabajadores asalariados que disponen sólo de su mano de obra. Esta tuvo mucha importancia pues eran quienes conocían las vetas de mineral más importante y podían desempeñar una actividad selectiva. La minería sirvió para la población natural como el medio por el cual hacerse de la cantidad monetaria de los tributos asignados.
Esta última etapa se dio de manera predominante durante el siglo XVII. Es en este siglo donde se produjo un importantísimo y considerable desarrollo en la extracción minera. El siglo XVII trajo para el Imperio Español muchos cambios. En primer lugar, España que era la principal potencia mercantil del orbe perdió su lugar hegemónico pare cedérselo a Inglaterra y los Países Bajos. Estos últimos eran los abanderados del liberalismo. España no pudo cambiar sus estructuras (una economía rentista con una clase dirigente sin mentalidad productiva) con la misma velocidad conque se desarrollaban los cambios históricos. Además, el ingreso de la plata americana trajo como consecuencia el incremento de los precios. España quedó sumergida en una considerable inflación por un mineral que finalmente no tenía a este reino como su último destino. Se dirigía hacia donde se encontraban los principales financistas de la corona como los Fugger. En conclusión, el siglo XVII fue el siglo de la decadencia de la monarquía española ya que perdieron un lugar que no recuperarán hasta la fecha.
Pero distinto fue la situación en los virreinatos. El desarrollo de la minería de Potosí trajo como consecuencia el establecimiento de una ciudad tan poblada como Paris en el mismo tiempo. La necesidad de abastecer el mercado formado por los trabajadores de este centro hizo que se formasen circuitos comerciales en el Sur del Perú. La protagonista de los viajes en los caminos coloniales fue la mula cuyo centro de crianza principal se localizó en la parte norte de la actual Argentina, en Tucumán. Se dio una gran producción de recursos que otrora estaban en monopolio de la corona como por ejemplo el vino. La coca también elevó su producción.
Pero no sólo en el sur andino se encontraba el desarrollo. Los comerciantes limeños, agrupados bajo el gremio del Tribunal del Consulado, adquirieron la mayor importancia en lo que se respecta al comercio en la parte meridional de América. Tenían un acceso exclusivo y privilegiado para acceder a las ferias de Nombre de Dios y Portobello que traían las mercancías desde Europa. Un caso particular son los libros como el Quijote que llegaban encajonados y de ahí se trasladaban a todo sitio a lomo de mula. A manera de anécdota este personaje hizo su aparición en América (una persona se disfrazó de él en una lid con tonalidad caballeresca) en la localidad de Pausa en una actividad social. De ahí los comerciantes se encargaban de comercializar la mercadería a través de toda la región. Incluso se llegó a tener contactos mercantiles con el célebre Galeón de Manila. El Tribunal del Convirtió en una institución muy sólida y rica en recursos monetarios. Ellos fueron los que financiaron al ejército realista durante la independencia puesto que querían proteger sus intereses frente a un futuro incierto.
En el plano social, en estos dos primeros siglos existieron dos repúblicas como manera de organización: La República de Españoles y la República de Indios. Cada una tenía su propio corpus legal y su distribución urbana (ubicación geográfica) claramente definida. En la ciudad de Lima, los españoles residían en lo que hoy corresponde al Damero, mientras que la población indígena en el actual Barrios Altos. Los encomenderos o vecinos ilustres se dividieron el espacio en cuadrículas llamadas solares. A los más importantes se les daba mayor cantidad y más cerca a la plaza. Es por eso que la casa de Pizarro está en el mismo centro y la casa Aliaga contigua. Las órdenes religiosas que llegaron a Lima fueron dispuestas más cerca a la plaza según su llegada. De esta manera están más cerca los dominicos y franciscanos. Un poco más lejos los Mercedarios. Finalmente los Agustinos y Jesuitas. Otra cuestión sobre Lima. En el escudo aparecen dos águilas negras (no gallinazos que hacen referencia a las águilas negras de los Habsburgo), las estrellas corresponden a los tres reyes magos (Lima es ciudad de los reyes porque su fecha de fundación fue aledaño a la bajada de los magos en tiempos crísticos) y la J K corresponden a Johanna (latín de la reina Juana) y Karolus (latín de Carlos V) reyes en el tiempo de la fundación.
La traza urbana del cercado de Barrios Altos no es claramente líneas rectas sino contorneadas. Es notable la existencia de muchísimas iglesias en esta parte de la ciudad que pueden dar a entender la campaña de evangelización española. Puede ser también que se hayan colocado iglesias sobre huacas prehispánicas porque Lima era un centro muy poblado sino hay que tener en consideración las distintas huacas en tantos distritos. La población indígena era considerada como miserable en derecho o, de manera más elegante, infantes. Se consideraba que no eran capaces de defenderse en un juicio como las mujeres que necesitaban del marido y los niños de sus padres. Esto generó que el mismo marco legal generara una figura que defendiera a la población natural en los innumerables procesos judiciales. Esta figura fue brillante puesto los que llevó a la victoria en múltiples ocasiones. Me estoy refiriendo al defensor de naturales.
Otro ejemplo de distinción entre españoles e indios fie la Inquisición. Esta institución SOLO estaba restringida a la República de Españoles puesto que su dimensión sólo era asimilable para veteranos en la fe. La población natural o la República de Indios tenía como institución que garantizara la rectitud de la fe a la Extirpación de Idolatrías pero nunca llegó a cuajar como tal. La aparición del mestizaje hiso que poco a poco este ordenamiento social comenzara a tambalearse para, en el siglo XVIII, comenzar a desmoronarse. Los mestizos en algunas ocasiones se pasaban por indios, cuando eran acusados ante la inquisición. Pero se consideraban como españoles para no pagar tributos.
Un punto interesante a tomar en cuenta es que se experimentó un colapso demográfico dramático en los dos primeros siglos del arribo hispano. Las enfermedades transmitidas encontraron a una población natural indefensa en su sistema inmunológico. El cálculo más mesurado indica que 9 millones de personas habitaron el Tawantinsuyu y la mayoría murió. Entonces eso de considerar a la población natural como descendientes directos de los incas u otras etnias es una mentira puesto que el mestizaje intervino ahí. Al igual como un colapso demográfico existió un colapso geográfico. Campos cultivados de papa, maíz, oca, maca, olluco, entre otros recursos nativos fueron remplazados en algunos casos por cebada, trigo, membrillo, higos, vid, entre varios más. La geografía también fue modificada.
De esta manera transcurren los siglos XVI y XVII que a mi parecer fueron los de mayor grandeza del virreinato puesto que pertenecía a la principal monarquía del mundo. En este período (nuevamente) se sucedieron cinco monarcas: Carlos V, Felipe II, Felipe IV y Carlos II. Normalmente el juicio histórico cae sobre los últimos monarcas a los cuales se les atribuye rótulos de incapaces. Considero que esto resulta un tanto injusto puesto que la mala situación económica fue un legado de Carlos V que financió las campañas contra los luteranos a través de opulentos personajes como los Fugger. O quizás la construcción de la Armada Invencible por parte de Felipe II que fue destruida en combate contra los ingleses. Este endeudamiento y crisis recayó en los monarcas.
Importante es resaltar el modelo colonizador español que, si bien aseguraba un dominio sobre los naturales, no los exterminaba como el modelo colonizador inglés. El sistema incluía a la población nativa como parte del sistema, en la parte inferior como sistema colonial, pero les daba vías como la evangelización como medio de redención espiritual más no social. La mano de obra natural era requerida a la hora de edificar el sistema. Es por esto que el mestizaje es nuestra riqueza y la política hispana favoreció esto.

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