Para obtener la licencia social y lograr operar en la minería peruana, se necesita de un conjunto de acciones y continuos diálogos por parte de los inversionistas, ya que el no obtenerla puede llegar afectar seriamente el crecimiento de las inversiones mineras, como ha estado sucediendo últimamente con grandes proyectos mineros, que por falta de buenas relaciones comunitarias y entendimiento, esos proyectos mineros han quedado estancados. En este orden de ideas, existe el desafío tanto para el Estado y para las empresas mineras en lograr la licencia social; por ello es importante contar con un modelo de requisitos mínimos que permita tener buenas relaciones entre las empresas mineras y sus comunidades.
Por otro lado, opinamos que el gobierno no ha trabajado lo suficiente, ni ha tomado acciones eficientes para regular la importancia de establecer diálogos y lograr acuerdos con las comunidades donde se encuentran las operaciones mineras, dado que las comunidades no se han sentido involucradas o peor de los casos han sentido que sus derechos han sido vulnerados. Como resultado de ello es que se han generado diversos conflictos sociales en torno a la actividad minera, y que en la actualidad muchos de ellos el Estado no ha llegado a frenarlos por su falta de involucramiento inicial en las relaciones entre el inversionista minero y la comunidad. Además para que un proyecto minero sea viable se necesita no sólo el involucramiento de la empresa en el desarrollo sostenible de las comunidades, sino también de parte del Gobierno.
En este orden de ideas, las empresa mineras en el Perú deben tomar como base los lineamientos del modelo de relaciones comunitarias de la Corporación Financiera Internacional (IFC) para lograr buenas relaciones con las comunidades y trabajar en un ambiente armonioso, como es por ejemplo participar a la comunidad de lo que se va hacer desde un inicio en las operaciones, monitorear conjuntamente los impactos de sus operaciones, saber las necesidades de la población, entre otros; y de esa manera se ayudará a reducir la pobreza como a mejorar la calidad de vida de la población. También se contribuirá a prevenir conflictos sociales en el sector, así como disminuir los existentes. Esto ayudará además a que las inversiones mineras sigan creciendo; y generar grandes aportes económicos para el Perú.