Tenía ganas de tomar una cerveza, un vino, cualquier bebida espirituosa que me haga cantar y bailar para celebrar el fin de este periodo de diez años y diez días, y proclamar este 28 de enero como el primer día del resto de mi vida (como la película), con ganas de escribir circunstancias divertidas de doble sentido a fin de… de engañarme y superar mi alicaído estado de ánimo; pero creo que es más que ocioso, es frívolo, enfrascarme en esos menesteres cuando en mi país ocurren desastres como este último: CUSCO.
Digo Cusco cuando en realidad es parte de la zona Sur que comprende Cusco, Ayacucho, Apurimac, Huancavelica y Puno; pero entiendo que todo está etiquetado como #cusco quizá por ser más “marquetero” en el exterior.
Este hecho no es nuevo; recuerdo desastres por lluvias, friaje, sequías, desbordes, huaycos, niños, niñas, terremotos, pero lo que más preocupa y exaspera es quizá la falta de prevención por parte de los responsables, que inclusive tienen la obligación de educarnos para actuar adecuadamente como comunidad ante estos hechos. Estos son aconteceres naturales que NO podemos evitar, pero SÍ podemos prevenir las consecuencias; lamentablemente, esto no se hace.
Quiero leer lo que escribo de aquí a cinco años, y si la realidad no ha cambiado, no solo no hemos avanzado, hemos retrocedido.
Yo tengo miedo, miedo de acostumbrarme a ver estos hechos de manera novedosa, como tema de conversación, o tranquilizándome y juntar “ropitas” para los damnificados (que sé bien que son necesarias, pero hay algo más). Tengo miedo de volverme apática, incrédula o simplemente como quien oye llover decir “Sí, así es siempre”. Mi miedo está fundado en mi ignorancia, pues no sé a quién compete qué. Sé bien que hay instituciones, que hay declaraciones de emergencia por parte del ¿ejecutivo?, ¿qué les compete a los de las municipalidades?, ¿a los de las regiones?, ¿al Sr. Estado? Mi miedo está en que no sé a quién demandar en estos casos. Demandar en el sentido de reclamar.
He vivido virtualmente los llamados de los blogueros y twitteros, locales y extranjeros, la acción de los blogueros cusqueños que han vivido de manera directa esta penosa situación y de alguna forma sé que como comunidad se ha denunciado la inacción ante el desastre y se han movilizado conciencias, se ha actuado como vocero, se ha ayudado en el momento debido cuando se tenía que HACER.

Miren como quedó la vía férrea de Aguas Calientes tras el paso de varios aludes

Cole Gainer elcomercio.pe
Pero, por favor, ¿en qué consiste la prevención?, ¿a quién le corresponde hacerla?
Entré más que por curiosidad, como suelo hacer las cosas, por indignación a la página del Instituto Nacional de Defensa Civil de este mi país, Perú. !Tienen 37 años de existencia en prevención de desastres! Entonces, esta institución no marcha bien, porque yo recuerdo toda mi vida haber escuchado lo mismo: no se previno las consecuencias, no hay medidas, no hay programa de emergencia, muchos damnificados, muchas pérdidas que lamentar.
En esta página web, como noticias de último minuto, mencionan los desastres ocurridos en esos departamentos del sur por fenómenos hidrometeorológicos. !Tienen una red especial de comunicación en situaciones de emergencia!, pero ¿han actuado con la celeridad suficiente? Yo estoy segura que tanto los lugareños como los turistas nos dirán que NO. Los turistas recordarán este hecho de forma negativa y nunca más querrán regresar a un lugar tan inseguro como nuestro país, inseguro no por su realidad natural sino por la ineficacia de la Defensa Civil peruana, vivida en carne propia; y en cuanto a los lugareños, no les quedará otra opción que resurgir de sus escombros para empezar de nuevo. Recuerden, por favor, que se dio prioridad de ayuda al turista, dejando de lado al lugareño y que esto se hizo más por cómo nos ven de afuera. Yo no digo que se debió ayudar al nacional y dejar de lado al extranjero. No digo eso; pero tengo la impresión de que las cosas aquí se hacen por “quedar bien afuera”, lo que no es una buena política administrativa. Muchas de las medidas que se toman en nuestro país se rigen bajo ese criterio.
Si uno ve la página de este Instituto, pensaría de manera ingenua que todo debe marchar bien en este aspecto, pero parece que es letra muerta como casi todo en nuestro país. Esto lo comprobamos con cada desastre, desastroso ¿verdad? !No les dará vergüenza a los directivos de este Instituto de defensa civil!Deberían deponer su cargo.
Con fecha 7 de enero del 2010, ostentan este pdf Es prevención para la zona de Lima en caso de crecida de ríos, pero vamos a ver la misma triste historia uno y otro verano. Una vez conversando con un amigo acerca de este tema, este me decía que “los pobladores tenían la culpa pues hacen sus covachas en las orillas y luego cuando ocurre el desastre no quieren que los ubiquen en otros lados”. En fin, el hígado de mi amigo hizo caput y yo con él. No creo que se trate de echarle la culpa al poblador ignorante que pretende estar cerca del río por la necesidad del agua que NO TIENE, o por n razones que desconozco. Valdría hacer una encuesta y conocer cuáles son sus razones, probablemente muy valederas para él e insignificantes para nosotros.
Creo, finalmente, que debe ser parte de nuestra educación entrar y conocer esta página. Cada estudiante debería saber a lo que tiene derecho: su seguridad como ciudadano. Debería difundirse este contenido en las emisoras radiales y canales de televisión, que sea parte del currículo educativo lo que es seguridad ciudadana; de lo contrario, dentro de cinco años, seguiremos en la ignorancia y ante la pregunta “¿Tienes miedo?” solo quedará decir “Yo tampoco”.

(…)
Quiero agregar un vídeo enviado como un llamado de auxilio por parte de un bloguero, que no sé por qué motivo no hizo eco en súper bloguero. No quiero pensar que fue por mezquindad sino por descuido. Lo RT y ahora lo coloco aquí.

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