Hoy en el trabajo fue cumpleaños de mis compañeras, le decoraron su sitio especialmente para la ocasión (globitos y serpentinas), y la verdad es que quedo lindo. Pero lo que más me llamo la atención es que antes del medio día ya tenía en su sitio “los regalos”, el hombre q está enamorado de ella le hizo llegar el pack completo:
-Un peluche
-Caja de rosas rojas (no, no eran Rosatel, tampoco hay que ser tan exigente)
Bueno si faltaron los chocolates, los mismos que cambio por un regalo..una cajita bien decorada que la verdad nosé que era y tampoco me interese por averiguar.
El punto es que al ver las rosas allí tan bien acomadaditas en su sitio me puse a pensar en todas las veces en que a mí me habían regalado rosas..y la verdad es que son contadas, aquí va el resumen:
1era vez.- La rosa Rosada en canastita
Este fue un regalo, de alguien que se supone “solía “y en ocasiones “suele ser” especial (ya les hablaré de él en futuros posts). El punto fue que me super encanto el detalle, se notaba que se había esmerado en escoger el color y la presentación, y aunque no era de una floreria renombrada guarde esta rosita hasta que de tan seca prácticamente se deshizo.
2da vez.- El ramo de Rosas multicolor
Tal vez decir ramo es muy exagerado, creo que en realidad eran 3, las recibi de un muchacho que se enamoró de mí y me las dió el día que se me declaró. La verdad nose si la confusión o el hecho de ver que se esmero por traer sus rositas (eramos estudiantes de los 1eros ciclos) pero la acepte sin estar realmente segura de lo que mi corazón quería …así que comenzar una relación a la que no le ves futuro no llegará a mucho y sí , esa relación terminó en muy poquito tiempo.
3era vez.- La Rosa por obligación
El chico que me regalo la rosita de la 1era vez, me regalo también varias decepciones una de ellas coincidió con un verano, en el que bajo la teoría de “un clavo saca a otro clavo” accedi a salir con un amigo de mi hermana, como es obvio y para evitar el roche esta salida fue de cuatro, por lo que invite a una amiga para que fuera la compañera del amigo de mi prospecto, así los cuatros fuimos al lugar convenido: Miraflores. Sitio que esta infestado de vendedores ambulantes de rositas, los mismos que saben que la estrategia de venta consiste en arrochar a algún patin que este sacando planeta con una flaca, para que¡ zaz ¡la rosita sea comprada. Así pues a nuestros acompañantes les toco vivir esa experiencia, y no les quedo otra más que ceder, xq sino ¡Que mal que hubiesen quedado¡, jajajajajajaj.
4ta vez.- La Rosa que no quería recibir
El chico de la rosita de la 1era vez salió del país por un long, long, time …las razones serán tema de otro post, pero lo cierto es que nuevamente las ilusiones se quebraron y decidi volver a aplicar la teoría del clavo que saca otro clavo, la hipótesis: mi super amigo de la universidad, paño de lagrimas y eterna velita prendida va a funcionar como enamorado. Razón por la que decidi llevar a cabo la experimentación justito una semana antes de que el chico de la rosita por 1era vez regresara de su recorrido por el mundo.
Conclusiones:
-El chico de la primera rosita regreso buscandome con sumo interes, el mismo que se tradujo en una rosa Rosatel rosada.
-Yo no quería recibirla, puesto que quería y “debía” ser leal con la relación que había comenzado, hace solo unos días
-El chico de la primera rosita, insistio en dejar la Rosatel, porque a pesar de lo que yo podía sentir o no en ese momento por él este era un regalo que quería darme
-Yo decidi conservar la Rosatel, porque nunca me habían regalado una, pero solo hasta que se secase. Después de ello guarde la tarjeta.
Estas son todas las rosas que he recibido en mi vida, cada una me recuerda un momento medio palteante y rochoso, por lo que estoy empezando a creer que no tengo mucha afinidad con este tipo de regalo.
Se que las rosas tienen una conexión especial con el amor, y con el hecho de que realmente tu enamorado (novio , esposo, etc. ) tengan un detalle contigo, pero lo más importante es que este se haga porque realmente nace del corazón y no con el afán de publicar algo, quedar como el “chico perfecto”o simplemente sumarle puntos al planeta que tienes con aquella “flaquita que esta buenaza¡”.
Ojala y la vida me deparé unas cuantas rositas más, porque después de todo, A quién no le ha gustado recibirlas?