Alan C. Kay (Springfield, Massachusetts. 1940), informático que a finales de los sesenta inventó el ordenador portátil, advierte del peligro de manejar computadores y navegar por la Red «sin educación». Según este visionario de los ‘bytes’ que ayer fue investido doctor ‘Honoris Causa’ por la Universidad de Murcia (UMU), la Red y el ordenador son los «mejores inventos de la Historia en términos de pedagogía».
-¿Los ordenadores serán los profesores del futuro?
-Entre los objetivos que nos pusimos al inventar el ordenador personal hay uno fácil y otro difícil. El fácil fue intentar meter toda la información ya existente en los libros en el ordenador. Además, ahora, gracias a Internet, el usuario puede encontrar millones de libros y publicaciones en la Red. Por otro lado, en el disco duro puedes almacenar cientos de textos. La difícil, de la que sólo se ha conseguido una parte y es fundamental para que el ordenador sea una herramienta perfecta para educar, es lograr que represente ideas y aprender de ellas. La primera parte, llamada ‘simulación’, la hicimos muy bien; la segunda, que, para entendernos, pretende meter a un profesor dentro del ordenador, no está del todo lograda. -¿Por qué?
-En gran medida porque nadie ha sido capaz de crear inteligencia artificial de manera completa; también porque todavía no estamos capacitados para programar lo que serían las cualidades de un buen profesor. Por otro lado, no hay que olvidar que los inventores de los ordenadores e internet fueron militares estadounidenses, y sus objetivos primigeneos no tenían nada que ver con la educación. No obstante, que los ordenadores consigan suplantar algún día a los profesores es más fácil que haber creado Internet.
-¿Acabará Internet con las editoriales?
-Lo mismo hicieron ellas con los monjes, cuando éstos eran los únicos que hacían libros en serie. Lo importante de la tecnología es poder leer igual que en el papel, y eso ya se ha conseguido: el soporte es lo de menos si mantiene la calidad de la lectura.
-Usted afirma que la verdadera revolución de los ordenadores aún no ha llegado. ¿Cómo será?
-La revolución de la prensa escrita no ocurrió cuando Gutenberg imprimía biblias, ni en la reforma protestante, sino en el siglo XVIII con la llegada de las democracias, que usaron la prensa para expandirse. En estos momentos, los ordenadores sirven para leer, ver películas o escuchar música, pero la verdadera revolución vendrá cuando empecemos a comportarnos de manera distinta por culpa de los ordenadores.
-¿En Apple se han inspirado en su Dynabook para crear el iPad?
-Todavía no he tenido tiempo de probarlo, pero creo que es más un aparato de consumo que un aparato para crear.
-Steve Jobs ha dicho que es la verdadera revolución.
-(Risas). Todo el mundo tiene opiniones hoy en día, pero la mayoría de predicciones sobre el futuro han sido erróneas. Es normal que Jobs diga que su producto es la revolución, pero igual se equivoca.
-Algunas voces culpan al ordenador de proporcionar mucha información pero también de olvidar el desarrollo del conocimiento.
-Internet y los ordenadores, sin educación, son muy peligrosos. Lo mismo pasa con la televisión.
-Algunas sociedades ven Internet como una amenaza.
-Muchos escolares estadounidenses no tienen ni idea de cómo moverse por la biblioteca y no están familiarizados con los libros. Internet y el ordenador personal, por contra, son los dos mejores inventos de la Historia en términos de educación, sobre todo para ellos.