Tal vez llame la atención la presencia de material educativo de nivel universitario junto a videos musicales de Avril Lavigne en YouTube, pero el portal que permite compartir videos es hoy una fuente importante de material para estudios superiores.
Más de 100 universidades se asociaron con YouTube en la creación de un canal oficial, incluidas instituciones de la talla de Stanford, MIT, Harvard, Yale y la Universidad de California en Berkeley.
Hay material promocional que incluye visitas virtuales a los campus, pero lo más interesante es lo que viene directo de las clases o los salones de conferencias: muchas universidades ofrecen videos de conferencias, cursos de introducción y hasta las clases de todo un semestre.
En una época en la que aumenta el desempleo y mucha gente no está en condiciones de pagar lo que cuesta la universidad, estos cursos universitarios gratuitos a través de YouTube asoman como una alternativa interesante.
“La gente en todo el mundo tiene grandes deseos de superarse, de estudiar temas que nunca pudieron explorar o con los que no tienen contacto desde hace tiempo”, declaró Obadiah Greenberg, director de alianzas estratégicas de YouTube.
En los últimos cinco años, las universidades han estado abriendo sus puertas al público a través de portales cibernéticos.
“La imagen de elitismo (asociada con muchas universidades) es cada vez más anticuada a la luz de la aparición de YouTube”, expresó Scott Stocker, director de comunicaciones por la web de Stanford.
Cuesta creer que resulte tan fácil tener acceso a estos cursos. No hay que registrarse y en un minuto, uno puede ver al profesor Walter Lewin demostrando las leyes físicas del péndulo.
En diciembre pasado, MIT anunció que su portal había generado más de 50 millones de visitas en todo el mundo.
Uno se pregunta qué interés puede tener una institución educativa que cobra sumas enormes por admisión en ofrecer gratis sus productos.
Ben Hubbard, director de programas del proyecto digital de la Universidad de California-Berkeley, opina que esa ha sido siempre la vocación de una universidad.
“La misión de la universidad ha sido la misma, desde nuestra fundación en 1800”, manifestó. “Tiene tres partes: enseñar, investigación y servicios comunitarios. Probablemente en 1800 no pensaban en tener un alcance global, pero la tecnología ha eliminado las barreras geográficas”.
En 2007, Apple creó iTunes U, un servicio que da a las universidades la opción de distribuir su material internamente, solo a sus estudiantes, o a todo el mundo. La mayoría de las universidades combinan ambos servicios.
Herramientas como iTunes U y YouTube EDU no solo benefician a la gente curiosa, que está siempre interesada en aprender algo nuevo y en tomar una o dos clases de ingeniería o economía, sino que constituyen poderosos instrumentos publicitarios, que en realidad ponen a disposición de la gente apenas un aspecto de la experiencia universitaria, según las universidades.
“Sabemos que el verdadero valor de una educación universitaria va más allá de las clases en sí”, declaró Stocker.
La internet “da a la gente la posibilidad de ver a la distancia lo que es la experiencia de Stanford, pero uno no recibe un título y no tiene contacto directo con la facultad”, agregó.