En medio del huracán tecnológico, los niños y los adolescentes son los grupos etarios que con mayor rapidez y facilidad se adaptan al nuevo escenario de la comunicación. Un reciente estudio de la Fundación Telefónica, realizado con escolares de siete países de la región, profundizó en el tema y descubrió las tendencias en el uso y la valoración de las pantallas a las que nuestros hijos tienen acceso cotidiano: televisión, internet, videojuegos y celulares. Aquí sus conclusiones. Mientras la madre conduce el auto, la hija de 15 años no deja de enviar mensajes de texto por celular a su amiga, quien está a su lado en el asiento trasero. “¿Por qué no conversan?”, interroga la madre. “Estamos conversando”, responden las menores sonriendo. “Entonces, ¿por qué hacen eso?”. “Para que no nos escuches”. Esta metáfora cotidiana creada en el blog de vida digital de The New York Times no solo es útil para mostrar las inmensas posibilidades de comunicación que tienen los adolescentes hoy, sino para sugerir la velocidad con que las nuevas tecnologías han terminado pegadas en la piel juvenil.
Y en este proceso los teléfonos móviles se ubican como los instrumentos predilectos del futuro en que convergen pantallas como los videojuegos, la televisión y el acceso a internet. De hecho, el reciente estudio “La generación interactiva en Iberoamérica”, realizado por Fundación Telefónica y la Universidad de Navarra (España), revela que los peruanos entre los 10 y 18 años prefieren significativamente el celular (47%) frente a la red (40%). Este cambio de rumbo tras el reinado de internet deja alelada a una colectividad que aún no termina de comprender sus pasos acelerados por la sociedad de la información.
Te prefiero porque…
1. Eres mucho más mío. El especialista en nuevas tecnologías Eduardo Villanueva considera que los móviles son “como una expresión personal de los adolescentes” en el sentido de que pueden concentrar elementos de su personalidad y “ser utilizados para lo que sea desde donde sea”. Esta portabilidad contrasta con las limitaciones propias de las computadoras: “Internet es un espacio de uso público, los chicos no lo perciben como verdaderamente cercano”, afirma Jorge Bossio, experto en tecnologías de la información de la Universidad Católica. Y es que, según la investigación citada, el 62% de los jóvenes peruanos navega en internet desde cabinas públicas, lo que reduce, de algún modo, su nivel de privacidad y, por ende, identificación con la red.
2. Eres más barato. En un país con el 41.1% de la población bajo la línea de los dos dólares diarios de ingresos, las tarifas de los celulares continúan siendo un factor decisivo de uso. Mientras que, por un lado, basta un sol para suscribirse a un plan pospago de Claro o Movistar, en el caso del internet, hay que sumar al precio promedio de un ordenador (300 dólares) el costo de navegación calculado en 30 dólares mensuales. Así se explica que los menores puedan tener en sus manos parte importante de los 18 millones de celulares que registró Osiptel a nivel nacional a mediados de este año.
3. Me das estatus. “Los adolescentes tienen en sus teléfonos elementos que son valorados por su círculo social. Así, el celular pasa a ser un adorno que llevan consigo”, explica Bossio. Se configura, según esta idea, un escenario en que los jóvenes pasean los mejores modelos y funcionalidades de sus máquinas con el fin de saciar su necesidad de aceptación social y diferenciación del resto.
4. Mis padres te prefieren. Según el estudio de Telefónica, los menores de entre 6 y 9 años utilizan el celular para comunicarse con sus padres. Cuando crecen y sus edades pululan entre los 10 y 18 años, sus intereses cambian y privilegian hablar con sus amigos. En esta etapa, el 61% de adolescentes reconoce que sus principales interlocutores pertenecen a su red amical.
Sin embargo, esta baja precocidad en el uso de los móviles, según Bossio, ya llamó la atención de los descubridores de nichos de mercado: “La industria de los celulares venden ahora a los padres la posibilidad de estar plenamente comunicados con sus hijos”, señala. Entonces, se refuerza la idea de la familia interconectada a través de la tecnología.
A pesar de estos halos de modernidad en el Perú, el estudio de Telefónica, aplicado a 90 mil escolares en siete países latinoamericanos, señala que “los jóvenes peruanos se encuentran en la retaguardia de la generación interactiva”. Basta conocer que, a diferencia de otras naciones, los adolescentes aquí usan el celular fundamentalmente para hacer o recibir llamadas (83%) y no para consumo o creación de contenidos, tales como música, fotografías y navegación por internet (no llega al 50%). Pero el estudio también aclara que esto no significa que el país no esté encaminado en el proceso de entronizar al celular como el aparato multimedia predilecto.
Bolsillo conectado
La idea de que sea el celular el elemento más valorado en el futuro por los jóvenes, en tanto agrupador de las distintas tecnologías, es sugerida por Manuel Echánove, director regional de Telefónica Latinoamérica. “Al hogar permanentemente conectado, donde hay infraestructura de internet utilizada por diferentes miembros de la familia, se añadirá el bolsillo permanentemente conectado. De hecho, el iPhone marca un cambio en la tendencia en los nuevos dispositivos, que privilegian la navegación por internet. En estos aparatos, solo un botón es para voz, el resto para acceder a la red”, sostiene.
Pero Jorge Bossio aclara que, en lo que a nuestro medio toca, se experimentará un cambio lento que requerirá de una inversión muy fuerte en infraestructura por parte de los operadores telefónicos. De hecho, el actual servicio 3G ofrecido por Claro, que permite videollamadas y banda ancha de internet, opera en un reducido número de distritos de la capital y zonas comerciales.
Así, este aparato vanguardista en el que se puede revisar el correo electrónico y transferir datos con una velocidad de hasta 1.5 megabytes por segundo tiene aún un mercado reducido. Pero Bossio cree, sin duda, que “todo se va hacia el móvil”, que permite simultaneidad a los usuarios frente al “tener que dejar de hacer actividades para sentarse frente a una PC”.
El escenario venidero, sin embargo, es mucho más complejo. El libro “La generación interactiva en Iberoamérica” aclara: “El uso que los jóvenes hacen de las nuevas pantallas no implica que hayan dejado de usar otros medios, sino que desde el inicio, cuando conformaron su dieta mediática, (estas pantallas) han formado parte del menú (…). Donde sí se puede observar un efecto de desplazamiento es en la preferencia de unas pantallas sobre otras respecto de generaciones anteriores”. En este proceso, el celular se ubica como el preferido por los adolescentes.
“Siempre habrá espacio para la computadora como tal. Pero cada vez habrá más contenidos compartidos, como el acceso al e-mail”, añade Eduardo Villanueva, para quien no se trata del reemplazo de un medio por otro, sino de un uso diferenciado. La computadora se hace muy útil para “manipular grandes cantidades de datos y ver una buena película”. En suma, el futuro escenario mediático se hace inmanejable a la vez que ubica al teléfono móvil como sinónimo de comunicación fluida y perfectamente humana.
¿Solo o contigo?
La disyuntiva de encontrarse solo hablando por una máquina pero encandilado por la voz que viaja hasta, quién sabe, el otro lado del mundo, ha llevado a algunos analistas a sospechar que la tecnología actual puede generar sujetos aislados, pasivos e individualistas. Según la psicóloga Gina Gagliuffi, la masificación del celular entre los menores “favorece su privacidad e independencia, pero va en contra del control de los padres, pues les impide establecer límites y horarios. Los jóvenes lo hacen todo sentados en la silla. Antes había que salir de la casa para socializar, ahora no es necesario moverse para pasar de la vida privada a la pública”.
En ese sentido, Gagliuffi recomienda fomentar la comunicación familiar con actividades de interés común entre padres e hijos para fortalecer sus habilidades sociales y autoestima. Una vez más, se refuerza el concepto humano en un contexto tecnológico que muta velozmente y que olvida a veces que los celulares y el internet son sólo herramientas comunicativas y no un fin en sí mismos.
Cifras
82 por ciento de los adolescentes peruanos realiza partidas de juegos de estrategia en red.
34.8 por ciento de los jóvenes investigados tiene acceso a internet en casa.
Cyberpadres
Un dato optimista que muestra el estudio de la Fundación Telefónica es que el Perú es el tercer país de Latinoamérica en el que los docentes se muestran más activos en el uso y recomendación de internet. Jorge Bossio lo explica: “Las carencias en el sector educativo peruano, donde hay colegios que carecen de bibliotecas completas, hace que los profesores opten por decirles a sus alumnos ‘busquen esto en internet’”. Por otro lado, si bien la mitad de los menores reconoce que sus padres les preguntan qué hacen mientras están navegando, los jóvenes peruanos lideran el índice de la afirmación “me dejan hacer todo” cuando acceden a la red. Se evidencia, así, la necesidad de una orientación paterna en el uso de esta tecnología.
Para chatear
La investigación señala que el 51.1% de los menores peruanos prefiere el internet como medio de ocio antes que la televisión (35.4%). Y cuando están en la computadora, el 80% utiliza el messenger como vehículo predilecto de comunicación.
Por Ghiovani Hinojosa
FUENTE: DIARIO LA REPUBLICA, LIMA 14 DE DICIEMBRE DE 2008.
Definitivamente la comunicación humana está sufriendo cambios vertiginosos, y seguirá siendo alterada por las nuevas tecnologías.
Desafortunadamente, dada la proliferación de todo tipo de información en Internet, los niños quedan expuestos a riesgos, por eso se necesita regulaciones bien definidas y censura a la información en línea.
es muy pooco lo que los padres pueden hacder hoy día que setán tan ocupados.. quizas en los profesores está la esperanza
maria cerron llallico
Huancavelica-Perú