Es necesario referir que ese acto, no es sino, el cumplimiento de una atribución constitucional contenida en el artículo 118. 7 de la Constitución Política del Perú que prescribe:
“Artículo 118.- Corresponde al Presidente de la República:
(…)
7. Dirigir mensajes al Congreso en cualquier época y obligatoriamente, en forma personal y por escrito, al instalarse la primera legislatura ordinaria anual. Los mensajes anuales contienen la exposición detallada de la situación de la República y las mejoras y reformas que el Presidente juzgue necesarias y convenientes para su consideración por el Congreso. Los mensajes del Presidente de la República, salvo el primero de ellos, son aprobados por el Consejo de Ministros.
(…)”
Creemos que el Presidente no hizo sino, cumplir con dicha atribución, empero en completo desdén por las esperanzas de los ciudadanos; si hubo algo bueno, creo que se circunscribe a la ratificación de la Hoja de Ruta (sin detalles por cierto) y a la “re” ratificación del modelo, lo que supone seguridad en adelante para quienes no votaron por él.
De ahí en más, el discurso fue realmente bastante variadito, en palabras de Rosa María Palacios, ya que se fue del SNIP hasta cordones umbilicales, ello denotó la amplitud y sobre todo la generalidad con la que se refirió el Presidente, dado que tanto sus informes como sus anuncios fueron poco objetivos, y generaron más que satisfacción, la necesidad de abrir mayores de debates, de brindar más explicaciones y consecuentemente una gran incertidumbre.
Tal vez se debió ser puntual en cuestiones coyunturales específicas, como el Proyecto Conga, la huelga de profesores, el aumento de sueldos a diversos sectores del Estado, proyectos de infraestructura significativos, los sistemas administrativos del Estado y sus mejorías, y sobre todo un mea culpa por lo acontecido en relación a sus propuestas y a la Gran Transformación a la que hizo tantísima alusión.
En cambio, empezó por lo último, es decir, por la Gran Transformación con maquillaje distinto y que debidamente evaluada no resultó sino, una carta de buenas intenciones plagada de medidas populistas y asistencialistas en nombre de la inclusión social.
Lo que decimos no es falso, porque si enumeramos los nuevos programas diseñados por este gobierno así como los reencauchados superamos cifras importantes, ya que tenemos: CUNA MÁS, BECA 18, PENSION 65, TRABAJA PERU, JOVENES A LA OBRA, SAMU, AGRORURAL, FISE, CAR, TE VEO BIEN, VUELVE A SONREIR, TE ESCUCHO MEJOR, ESPERANZA, FISAL, ABRIGA PERU entre otros, además de JUNTOS, FONCODES y lo que se hará con PRONAA.
Está claro que la Gran Transformación no tiene planes a futuro o –propiamente- Políticas de Estado, ya que se hace evidente que dichas medidas no durarán más que su período de gobierno, lo que es preocupante, pues no se cuenta con una visión de país, por el contrario se pretende patear el tablero en cuestiones puntuales como la labor de los profesores en el Perú.
Es obvio que en este post no abordaremos todos los puntos indicados en el discurso, ello sería imposible, pero sí daremos énfasis a las cuestiones que más nos interesan, una de esas cosas es el tan mentado aumento de remuneraciones a los docentes del magisterio nacional, al respecto el Presidente dijo:
“Educación de calidad para todos
La mejora en la calidad educativa es clave para lograr el desarrollo integral. La posibilidad de ejercer a plenitud nuestra ciudadanía o de tener un empleo digno y productivo sólo será posible si mejoramos significativamente la educación en nuestro país, y en particular de los más vulnerables.
En Educación, en este año nos hemos centrado en tres prioridades fundamentales: mejorar los aprendizajes de todos los estudiantes; relanzar el trabajo con el magisterio; y modernizar la gestión para que los cambios sean sostenibles.
(…)
Para mi gestión, los maestros son actores claves para estos cambios educativos. Por ello, estamos presentando al Congreso un Proyecto de Ley de Desarrollo Docente, que incluirá mejoras remunerativas y aborda de manera integral tanto la meritocracia, como un sistema de formación y estímulo a la innovación.
No obstante, exigimos a los maestros un gran compromiso para con nuestros estudiantes y las metas que como país nos planteamos en educación. Mejores condiciones suponen mayores responsabilidades y estamos seguros que los verdaderos docentes, aquellos que eligieron esta carrera por vocación, asumirán el reto de cambiar, para cambiar la educación.
(…)
Tres condiciones importantes para mejorar la calidad educativa: estamos ampliando las materias y el número de evaluaciones de aprendizaje, incluyendo una, en quinto de secundaria. Se ha transferido recursos, por cerca de 350 millones a gobiernos regionales y locales para la construcción de más de 150 escuelas y se está modernizando el sistema de gestión del ministerio de educación mediante la simplificación de procesos y el mejoramiento de los sistemas de información.”
No creo que esto haya generado más que desconcierto y desilusión en los directos involucrados, pues, tuvo que ser la Ministra Patricia Salas, quien horas después diera explicaciones en Canal N con el detalle siguiente:
Entonces está claro que no habrá aumentos remunerativos inmediatos, ya que ni siquiera podrán ser considerados aumentos, dado que serán nuevas remuneraciones ajustadas a nuevas condiciones, esto no demuestra eficiencia o velocidad en la implementación de una nueva política educativa de Estado, sino la probable imposición de un régimen especial –híbrido-, que en palabras de la Ministra es una solución, pero que –según ella misma- no tiene presupuesto para este año, cuenta con reglas propias aunque no se dieron mayores detalles, y que importan en resumen la desaparición de la Ley del Profesorado y del marco regulatorio de la Nueva Ley de la Carrera Pública Magisterial.
En buena cuenta, la mecida fue gravosa, pues, el Presidente y la Ministra no hicieron alusión a una mejora de condiciones o por lo menos al cumplimiento de la carga social que como deuda interna tiene el MINEDU con los profesores, sino que, entre gallos y media noche se pretende implementar un nuevo régimen integral que involucra muchos aspectos y que según los citados se podrá implementar en lo que queda de gobierno, lo que demuestra improvisación y evasión de las cuestiones que son objeto de reclamo hoy en día.
Ojala el mensaje hubiese sido directo, honesto y real, de modo tal que se hubiese evitado mantener el estado de incertidumbre o por le menos generado expectativas positivas en relación a las justas reclamaciones de los profesores. Tal como lo compartimos en twitter, hubiese sido mejor que se resuma el mensaje con este video (que por lo menos nos alegró el día).
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