Es que los tiempos han cambiado tanto, y cada vez lo hacen de manera más rápida, que cada forma de pensar, de actuar, de sentir, de emitir opiniones, de reunirse y obviamente de votar -elegir- han cambiado, sin que muchos lo hayan notado.

A propósito de las futuras elecciones para Gobiernos Regionales y Locales en todo el Perú, se emitieron bastantes reglamentos a efecto de positivizar las reglas y los procedimientos que en nuestro mundo electoral [salvaje] se deberán cumplir con el fin de no mostrarnos una vez más como desadaptados sociales en busca de votos por desesperación -quizás para tomar por asalto las gerencias o direcciones de logística de las Entidades o para hacer lobby con determinados intereses y ojala en algunos casos para hacer verdadera “gestión pública”-.

Una de las resoluciones antes citadas, es la Resolución Nº 136-2010-JNE que aprobó el “REGLAMENTO DE PROPAGANDA ELECTORAL”, que consta de 24 artículos, una Disposición Transitoria y una Disposición Derogatoria. Que además modifica el numeral 4.7 del artículo 4 del Reglamento sobre el Uso de Publicidad Estatal en Elecciones Regionales y Municipales, aprobado por el artículo primero de la Resolución N° 057-2010-JNE. Dicho reglamento entró en vigencia a partir del día siguiente de su publicación en el diario oficial El Peruano.

Sólo basta con saber que a la fecha ya se emitieron más de cuatrocientas resoluciones por el Jurado Nacional de Elecciones (en adelante JNE), para notar lo complicado que será el proceso de elección en este año, ¿Acaso habrá por lo menos un ciudadano común y corriente que lea todas las resoluciones y reglamentos para procurar ser responsable en su elección? No creemos que esta pregunta pueda ser respondida, ya que quizás, ni siquiera los propios funcionarios del JNE lo hagan –nos referimos a leer las resoluciones y no a elegir con responsabilidad, porque ese es otro cantar-.

Para el caso de la provincia de Cusco –como ejemplo en cuanto a la publicidad electoral-, la cuestión se torna interesante, pues, el padrón electoral actualizado hasta febrero de los corrientes, precisa que, el total de electores en la provincia asciende a 265,812 personas, desagregado arbitrariamente para este post del modo siguiente:

Varones: 129.203.
Mujeres: 136.609.
Menores de 39 años: 77.853 (se debe entender entre mujeres y varones, y que constituyen el 29.2% de la población electoral de la provincia según datos extraídos del JNE).

Si bien, pudimos haber elegido otros grupos etáreos, los discriminamos intencionalmente con el objeto de precisar que, ese casi 30% segregado arbitrariamente, podría considerarse como la población electoral joven, que por cuestiones tecnológicas y actuales (estudios, trabajo, usanza, etc.) está adecuada y habituada al uso de las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (en adelante NTIC). Situación esta que importa, que una campaña electoral seria, responsable y sostenible, podría llevarse a este grupo a través de las NTIC, y no como algunos pretenden hacer: Pegando afiches en lugares públicos y privados, repartiendo panfletos de todo tipo en la ciudad, realizando pintas en lugares públicos y privados, colocando publicidad de diverso material en lugares públicos y privados de la ciudad, con sus lindas caras, contaminando el ambiente visual de los ciudadanos, y, emitiendo sonidos molestos, que en muchos casos superan los límites máximos de contaminación sonora, etc.

Obviamente, todos lo actos antes citados se llevan y llevarán a cabo sin justificación y autorización alguna, pero, lo más resaltante y vinculado a este post, es que los mismos podrían y deberían ya [no] realizarse, dado que a más de la contaminación extrema e impensada que tal proceder genera, ésta, como forma de propaganda y publicidad política, ha quedado desfasada en el tiempo y muchos parecen no haberlo notado. ¿Acaso no saben cómo gano las elecciones Obama?

Podríamos aventurarnos a precisar que el 30% citado párrafos arriba, que incluye a la población electoral entre 18 y 39 años, es un grupo de personas que naturalmente ya debe contar con un e-mail, con un blog o con una suscripción en una red social, como Facebook, Hi5, Twitter, etc. Medios a través de lo que, bien se podría implementar todo un proceso propagandístico electoral sin contaminar –léase en todo el sentido de la palabra- la ciudad o ciudades, evitando dañar aún más el medio ambiente; podríamos incluso hablar de un campaña electoral sostenible aunque sea a nivel básico y simple, porque a diferencia nuestra, en otros países la cultura digital está aún mucho más avanzada y es obvio que las NTIC no sólo se utilizan como medios de ocio y diversión, sino, como verdaderos medios de comunicación que importan una regeneración social, a través de grupos y contactos virtuales, que no necesariamente constituyen movimientos estructurados ni jerarquizados, sino que aparecen por iniciativa de algún ciudadano o ciudadanos activistas y preocupados por determinadas cuestiones.

Ahora bien, es necesario precisar que estos grupos, usualmente llegan a muchas personas, retroalimentando exponencialmente la repercusión de sus actos y la adhesión de nuevos miembros a sus acciones y actividades, planteando ideas y actos que sin constituir ideología de algún tipo ofrecen soluciones, es decir constituyen un nuevo escenario, quizás así deba entenderse y en adelante no gane o deba ganar las elecciones el que llena plazas con regalos o el que empapela más la ciudad o estampa su rostro en media ciudad, sino, aquel que con ingenio une fuerzas, suma energías, iniciativas e ideas para llevar a cabo su objetivo procurando ser respetuoso con el medio ambiente.

Después de todo creo que los ciudadanos estamos cansados de votar cada cierto tiempo y que durante ese lapso, los pseudo-políticos del entorno [no] nos escuchen, y decimos pseudo-políticos, porque, la política hoy en día ya no es cuestión de tacto (que quizás sea para los ginecólogos), olfato (que quizás sea para los perros), muñeca (que quizás sea para los deportes de contacto) y demás aberraciones que oímos a diario, sino que es gestión y eficiencia para lograr un desarrollo sostenible, aún, desde la campaña electoral.

De acuerdo a lo antes precisado, esperamos que este proceso electoral, procure para nosotros candidatos inteligentes, que no contaminen el medio ambiente, y que lleguen a los ciudadanos –por lo menos a los que está involucrados con la cultura digital- de manera responsable y nada contaminante, que hagan de sus campañas, actos sostenibles y respetuosos en medio del proceso, que sólo cumplan con lo establecido en el artículo 14 del Reglamento citado líneas arriba, que precisa:

“Artículo 14.- Limitaciones generales
Está prohibida la propaganda electoral que:
14.1 Atente contra la dignidad, el honor y la buena reputación de toda persona natural o jurídica.
14.2 Promueva actos de violencia, discriminación o denigración contra cualquier persona, grupo de personas u organización política.
14.3 Se desarrolle en las instalaciones de las entidades públicas, de los colegios profesionales, instituciones educativas estatales o particulares y los locales de las iglesias de cualquier credo.
No obstante, las instituciones educativas y colegios profesionales podrán utilizar sus instalaciones para promover el voto informado del ciudadano a través del debate de planes de gobierno, para lo cual los organizadores deberán actuar de manera plural y neutral, solicitando la autorización previa del Jurado Electoral Especial competente para el desarrollo del evento.
14.4 Se realice mediante pintas o inscripciones en calzadas y muros de predios públicos y privados.
14.5 Se difunda a través de altoparlantes desde el espacio aéreo.
14.6 Invoque temas religiosos de cualquier credo.”

Aquel que lo haga, esperemos que gane, puesto que estará demostrando responsabilidad y respeto, aún antes de haber ganado. Así sea, por el bien de todos, ya que si como electores se nos permitiese llegar a los candidatos a través de las NTIC, quizás pudiésemos decirles lo que pensamos, sentimos y queremos, porque créannos que en un plaza no se los gritaremos, dado que tal vez nunca nos oigan, y por eso sólo pretendemos ser activistas en determinadas situaciones y para algunas acciones que aunque no sean completamente significativas, seguramente servirán de algo para cambiar nuestra situación.

Evitemos esto: