Para quienes creen que es exagerado el calificar de necios a países como el Perú, Ecuador y Paraguay porque invierten tan sólo alrededor del 0.1% de su PBI en investigación, desarrollo e innovación, mostremos los siguientes informes:
1) En un estudio realizado por el investigador M. J. Nadiri en el año 1993, se examinaron 63 estudios publicados por economistas de alto reconocimiento. Aunque la mayoría de los datos provenían de fuentes norteamericanas, también se tuvo en cuenta datos de Japón, Francia, Canadá y Alemania. La conclusión final fue la siguiente:
“En promedio las actividades de investigación y desarrollo rinden entre un 20% y un 30% de tasa anual de retorno en lo que se refiere a inversiones privadas y en el sector industrial.” (es decir, por cada 100 dólares invertidos en I+D, al año de la inversión se han producido entre 120 y 130 dólares y la ganancia es de 20 a 30 dólares. ¿Algún Banco le ofrece ese rendimiento?)
Fuente: M. J. Nadiri, “Innovations and Technological Spillovers,” Working Paper No. 4423 (Cambridge, MA: National Bureau of Economic Research, 1993). Science & Engineering Indicators 2000.
2) El mismo Nadiri Estima que desde el punto de vista social, la rentabilidad de la inversión en I+D se acerca al 60%.
Fuente: Artículo “Supporting R&D to Promote Economic Growth” de la CEA del gobierno norteamericano
3) Paul W. Heisey, en “ISSUES In Food Security” (Boletín No. 765-10 de junio de 2001), hace notar cómo entre 1960 y el 2000 la población de los países en desarrollo aumentó en un 25%, mientras que la producción de cereales se triplicó. La explicación se da en las semillas y en los fertilizantes mejorados gracias a la inversión en investigación y desarrollo. En el mismo artículo se muestra la tasa anual de retorno resultante de invertir en I+D sobre la base de cerca de 400 casos estudiados en Latinoamérica, África y países miembros de la OECD.
En el caso de Latinoamérica, Heisey estima que la rentabilidad de invertir en I+D es de 40%
4) Conocedores de lo rentable que puede ser invertir en I+D, los líderes del G77, proponen promover el desarrollo de Ciencia y Tecnología en los países pobres y promueven el intercambio Sur-Sur. Sin embargo en el Perú, los oídos de nuestros dirigentes se endurecen y les debe sonar a broma la declaración del 30 de octubre del 2002, en la que, entre otras cosas se dijo:
“In particular, we call on our governments to make a commitment to raise the level of funding on science and technology research and development to at least 2.5 per cent of the Gross National Product (GNP) by the year 2010,” it says. Developing countries currently invest only 0.6 per cent of GNP in scientific research and development, compared to 2.3 per cent invested by industrialised countries
(“En particular, invitamos a nuestros gobiernos a comprometerse a elevar el nivel de los fondos para Inestigación e Innovación en Ciencia, Tecnología, por lo menos hasta el 2.5% de su PBI para el año 2010”, se dice en la declaración. Los países en desarrollo invierten sólo el 0.6 % de su PBI en investigación científica y en desarrollo, mientras que los países desarrollados invierten el 2.3%)
http://www.scidev.net/News/index.cfm?fuseaction=readNews&itemid=19&language=1
Ya han pasado 4 años desde esta declaración que nos instaba a elevar los fondos dedicados I+D a fin de llegar por lo menos al 2.5% del PBI, ¡Pero nosotros seguimos con nuestro ridículo 0.1% del PBI!
la ignorancia de nuestra clase dirigente respecto a la importancia de la ciencia y la tecnología como elemento vital para el desarrollo del Perú es espantosa y data de mucho tiempo atrás. Quien quiera sufrir un poco, puede leer la siguiente historia sobre el primer automóvil peruano, tomada de la biografía de Juan Alberto Grieve Becerra y escrita por la Historiadora Katya Rodríguez (proyecto Historia UNI, proyecto impulsado por el Dr. Ignacio López Soria, ex rector de la UNI).
“Entusiasmado el ingeniero por esta nueva actividad, y siendo él la más grande autoridad en motores en el Perú, decidió en 1907, construirse un automóvil. Grieve pasaba todos sus momentos libres en su taller, ubicado en el jirón Washington 117. Allí, con la ayuda de algunos operarios inició el trabajo. A sus treinta años, joven para iniciar tamaña empresa, se convirtió en el pionero de la industria automovilística. Los coches que recorrían Lima a inicios de siglo, europeos en su mayoría, tenían entre seis y ocho caballos de fuerza (HP), ya que se pensaba que un carro de mediana potencia era lo que una ciudad necesitaba.
Pero la falta de caminos y carreteras en las afueras de la ciudad y las dificultades que eso producía a la circulación de autos es lo que llevó a Grieve a diseñar un motor de 20 HP, para vencer la falta de buenos caminos. Así su automóvil podría ser también un vehículo de turismo, que pudiera recorrer las afueras de Lima.
Todos los componentes mecánicos del automóvil fueron diseñados en el taller con planos y cálculos hechos por Grieve: motor, chasis, transmisión y diferencial. Los únicos elementos que se importaron fueron las llantas Michelin, el encendido Bosch y el carburador.
El automóvil tenía cinco asientos para paseos fuera de la ciudad, dos adelante y tres atrás. Estos últimos podían retirarse, quedando sólo un coche de dos asientos.
A fines de 1908 estaba listo el primer automóvil diseñado y construido en América del Sur, que en su época fue descrito como ‘una joya de precisión mecánica’. Su performance fue comparada con la de un Renault o un Brassiere, considerados los mejores coches a principios del siglo XX.
El costo total del automóvil fue de 300 libras, la mitad de lo que costaba un carro europeo de igual potencia. “Grieve” fue el nombre de la patente que le dio el constructor y su idea era comercializar una flota de alrededor de veinte autos
[…] Jorge Grieve Madge contó que su padre se decidió a hablar con el presidente Leguía para, con auspicio del gobierno, construir tres vehículos para la Dirección de Correos y otros tres para la Prefectura. La respuesta que cuenta que dio el presidente fue: ‘nosotros necesitamos de los productos de países avanzados y no experiencias con productos peruanos.’
[…] Al no encontrar incentivos del gobierno, lo que pudo convertirse en una floreciente industria no prosperó. A pesar de que “Grieve”, nombre con el que patentó su vehículo, había demostrado ser un potente auto de ciudad que podía circular sin problemas en caminos difíciles, y a bajo costo, muchas personas prefirieron los precios de los Ford que empezaban a llegar. Los autos americanos no eran muy apreciados en ese momento, ya que su calidad no era comparable con la de un auto europeo.” (Rodríguez 2000: 31-35).
Si no creemos en nuestra gente y no la apoyamos en el desarrollo de ciencia y tecnología, si no invertimos en lo que más ingresos puede generar , como los la I+D ¿Sigue pensando el lector que el calificativo de país necio es exagerado?
¿Quiere el lector comparar al Perú con un país que ha apostado por la inversión en Educación, en Ciencia y Tecnología?
Contrastemos al Perú y a China. Veamos la comparación en el PBI/cap en US $ nominales:
Fuente: Fondo Monetario Internacional (FMI). Elaboración; E.Ismodes
Parece que no estamos mal ¿no? Sin embargo, si ahora tomamos en cuenta el poder adquisitivo de los habitantes de los dos paises y colocamos las cifras en US $ PPA (Paridad de Poder Adquisitivo):
Fuente: Fondo Monetario Internacional (FMI). Elaboración; E.Ismodes
El contraste es evidente y a buen entendedor…basta esta última imagen
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