14/9/2020
La formalización fue un camino que muchas micro y pequeñas empresas (mypes) tomaron durante el estado de emergencia para continuar sus operaciones, manifestó Kenneth Bengtsson, presidente ejecutivo de Efact.
Explicó que durante el periodo de aislamiento social obligatorio la implementación de servicios de facturación electrónica de forma voluntaria en la plataforma de la empresa se incrementó en 12%.
“Para realizar ventas por canales digitales, las empresas necesitaron brindar a sus clientes credibilidad y confianza en su servicio, y la única forma era entregando comprobantes electrónicos validados. El transporte de mercancías también fue un factor que motivó la formalización, porque los controles se intensificaron y las autoridades exigen a los comerciantes las facturas de los productos que se trasladan”, explicó el ejecutivo.
Opciones
La necesidad de formalizarse, la proliferación de nuevos emprendimientos y la imposibilidad de trabajar con facturas físicas motivaron que la implementación de servicios de facturación electrónica crezca durante el estado de emergencia, precisó Bengtsson, quien afirmó que la mayoría de las compañías que accedieron al sistema fueron mypes.
El ejecutivo de Efact recordó que el 1 de setiembre culminó la prórroga de la Sunat para que todas las empresas creadas en el 2019 y 2020 implementen el sistema de facturación electrónica. Además, todas las compañías nuevas tendrán un plazo de tres meses para emitir comprobantes digitales de forma obligatoria.
Bengtsson indicó que las mype identifica otros beneficios en la facturación electrónica, como la creación de un perfil crediticio positivo para acceder a alternativas de financiamiento.
El gerente general de Perú Factoring, Rafael Zorrilla, recomendó a las empresas con necesidades de capital inmediato, generar un historial en centrales de riesgo, trabajar con bancos y adquirir distintos productos de forma recurrente para que el sistema financiero las reconozca como buenos pagadores.
Detalló que antes de la pandemia, el 80% de empresas que accedía a financiamiento por factoring negociaba facturas electrónicas y solo el 20% presentaba con comprobantes físicos. Luego de declarado el estado de emergencia el promedio se elevó a 98%.