Sobre la Escritura de la Historia

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El presente artículo tiene por objetivo reflexionar en torno a la lingüística y la historia. Con este fin se busca plantear un marco teórico para aproximarse al pasado contenido en la escritura y desde la escritura.

Todo mi marco teórico de la lingüística se lo debo a Mario Montalbetti y las clases de Análisis Lingüístico. Se tiene el significado (el contenido de la referencia), significante (lo que se refiere) y objeto/sujeto (el referido) organizado en un triángulo:

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Un ejemplo en torno a un perro

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La relación entre el significante y el significado forma lo que se conoce como signo lingüístico. Hay tres aproximaciones para explicar la relación entre ambos que reciben el nombre de teorías del signo. Para Aristóteles el significante antecede al significado. Para Chomsky el significado antecede al significado. Finalmente, para Saussure ambos son simultáneos.

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Considero que tanto el significante como el significado y, por supuesto, el objeto/sujeto tienen una historicidad. Entiéndase por historicidad el poder modificarse en el tiempo (si tenemos dos momentos t1 y t2, por la historicidad ambos son diferentes). La historicidad entonces hace que puedan variar en el tiempo (a intervalos de tiempo más cortos o cercanos la variación tiende a ser menor pero es una modificación en sí).

Es importante analizar al objeto/sujeto. Este personaje será sobre el cual girará toda la investigación y la escritura de la Historia. Los predicados que se redactarán lo implicarán a él como sujeto o agente. Este objeto/sujeto evidentemente tiene historicidad porque se encuentra bajo las dimensiones del espacio/tiempo. Puede ser objeto/sujeto una piedra, el rey de España, una comunidad campesina de Guatemala, etc.

Un ejemplo puede clarificar la situación. Aún hoy utilizamos el significante ‘comunidad’ para referirnos a las colectividades campesinas. Este término comenzó a utilizarse en el siglo XVI y su uso se desbordó en el XVII, XVIII, XIX, XX y XXI. Pero evidentemente las colectividades campesinas son diferentes en cada uno de estos siglos y en estos momentos. Entonces, tenemos un significante que permanece constante mientras que el sujeto a quien designa varió y el significado también lo hizo.

Si se designa a la historicidad de estos tres elementos (significante como S, significado como s y objeto/sujeto como O) como *, entonces tenemos ocho posibles combinaciones:

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La lectura es la siguiente: En el caso 4 se llama ‘el significante se mantiene constante mientras que el significado y el sujeto/objeto varía’. En el 7, ‘el significante y el significado varían, pero el objeto/sujeto se mantiene constante’. La 3, ‘el significante y objeto se mantienen constantes mientras que el significado varía’.

La primera y octava posibilidad son imposibles. La primera puesto que si el significante, significado y sujeto/objeto son constantes, entonces no hay historicidad. Es el tiempo presente y no hay un estudio histórico sobre el mismo presente en tanto pasado. El último porque todo varía y no hay un elemento de referencia. Esto lleva a que la historicidad para su estudio en estos tres elementos no tiene que afectar ni a ninguno ni a todos. Por lo tanto, la variación tiene que afectar mínimo a uno o máximo a dos.

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Para organizar estas seis posibilidades se tiene dos criterios: por la inmediatez del pasado y por la teoría del signo a la que refiere. La primera toma como elemento ‘estructurante’ si el sujeto/objeto se mantiene constante. Si el sujeto no varía (caso 3, 5 y 7) entonces la historia es reciente (sujeto aún vivo pero que ya tiene pasado) o a la descendencia directa. Esto hace que el intervalo temporal que lo comprende sea realmente corto. La segunda manera, que se dan en los casos 2/4/6,  el sujeto varía lo que lleva a tener un marco temporal más amplio: un pasado más lejano. Por tanto, tenemos dos pasados: el pasado inmediato y el pasado distante.

El segundo criterio toma en consideración a las teorías del signo. El caso 2 y 7, donde el Ste. y Sdo. tienen el mismo signo (o varían o no varían) se asocia a la propuesta de simultaneidad de Saussure. En el caso 3 y 4 hace que el significante anteceda al significado por tanto se sigue a Aristóteles. En los casos 5 y 6  el significado el significado permanece mientras que el significante varía por tanto se sigue a Chomsky.

Volvamos al caso de  ‘comunidad’. Se tiene un significante que permanece constante pero un significado y sujeto que varían. Esto se asocia al caso cuatro. Es cuestión de tiempo el poder asociar cada una de las posibilidades a un ejemplo propio de la investigación histórica.

Por qué realizar este tipo de reflexión? Qué es lo significativo de este escrito para que no sea una simple divagación u onanismo? La Historia, en tanto discurso, se encuentra escrita. Es por esta razón, junto que la gran mayoría de fuentes que son documentos, que el signo lingüístico es inmediato a la Historia como práctica (investigación). Desconocer de lingüística en el trabajo histórico es como investigar sin análisis, es tan sólo leer y comparar.

Tener en cuenta este escrito es un intento por acercarse a lo real, al otro, pese a todas nuestras subjetividades inherentes a la condición humana misma. De no ser esto posible, entonces se tiene un patrón sobre el cual opera la subjetividad.

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