Señala Gustavo Faverón que existe una estructura en la sociedad que permite los abusos contra las mujeres lo que lleva a los delitos contra ellas. Se centra en el programa “El valor de la verdad” donde se resalta una imagen de la mujer (a mi entender un discurso) que la lleva a ser considerada como una prostituta, drogadicta, mala madre, hipócrita, tonta, manipulada. Se le retrata como perversa, sucia, criminal, promiscua, como un lumpen, de constitución auto-falsificada, e indigna de respeto.
Cualquier enunciación discursiva no es de carácter ingenuo. A través de la performatividad del discurso (el orientalismo crea el oriente, el racismo las razas, etc.) esa imagen de la mujer necesariamente repercute en los televidentes. Esto es acorde a la constitución machista de las distintas sociedades. Esto puede considerarse como el reino del falo. A través de los diversos medios de comunicación se puede observar esto.
El utilizar carteles publicitarios en distintos espacios donde como estrategia publicitaria se utilizan mujeres con poca vestimenta donde se resalta su voluptuosidad. Esto lleva a resaltar la dimensión corporal de la mujer más no su propia alteridad. Esto se genera con mayor magnitud en verano con comerciales de cervezas, gaseosas, condones, etc.
Los periódicos y los medios escritos en su mayoría colaboran en “silenciar” en la mayoría de sus páginas a las mujeres. No están como mujeres per se en las secciones de política, económica o deportes. Se las confina a la sección de espectaculos o sociales. Son importantes en reafirmar los discursos de género en las revistas del corazón o en otras donde más que nada se resalta el boato banal de los distintos países europeos.
A mi parecer el medio de comunicación más imparcial es la radio. En algunas posibilidades es interesante apreciar la modalidad en la cual una mujer enuncia una oración. Este modo está caracterizado por la frivolidad y la atención en cosas específicas provenientes de tiendas comerciales. Si no se da esto, se le incluye en comerciales de productos alimenticios.
Faverón señala: ” La televisión es un medio real que transmite mensajes reales que se transforman en consecuencias reales que toman forma de hechos reales como la muerte real de una mujer de verdad”. Esta frase puede resumir las características fundamentales de la televisión.
La televisión es capaz de enunciar un discurso que llegue a sus receptores de una manera bastante efectiva. Combiana una doble dimensión: la visual y la auditiva. Esta doble articulación parece ser su mayor virtud y lleva a pensar lo potente de su influencia.
En la televisión se unifican todas las estrategias de loas otros medios. Se resalta la corporalidad de la mujer en programas cómicos, películas, novelas, etc. La imágen corporal estática viene a ser reemplazada por movimientos sensuales de bailarinas. Además, la potencial voz sensual y con otras características, viene a ser asociada a un cuerpo definido.
La televisión también se encarga de ser el medio más poderoso (tras el presencial) de adoctrinar a las mujeres en la constitución del género. La asignación de novelas, programas de chismes, etc. todos considerados para mujeres. De la misma manera resalta la masculinidad y reafirma el imperio del falo.
A manera de cierre, la televisión es uno de los medios para la transmisión de las estructuras sociales a través de enunciaciones discursivas. Una reforma de los medios de comunicación urge de realizarse, puesto que si bien existe la libertad, ésta no puede degenerar en libertinaje. Además, la libertad adquiere su verdadera dimensión en hombres con conciencia. De otra manera, es como dar autos deportivos a ciegos.
*La únicas encargadas de reafirmar la identidad y realizar una reforma son las mismas mujeres.