La calle es para valientes
y yo valiente nací,
un día tejer yo quise
y en un ovillo me vi.
Me gusta la adrenalina,
me gusta la lucha diaria,
como corsario me siento
en la sucia palangana.
Todos tienen una meta
y yo la mía, creí,
debo llevar el sustento
para poder subsistir.
No me gusta que me miren
como una mujer bonita,
soy guerrera y pego fuerte
cuando me enseñan el diente.
Y este viaje no termina
y yo terminar ya debo,
pues cantoras con su llanto
nos deleitan con charango.
…
“con esa sonsa te quedarás”
…
Y mientras la congestión unida
a la polución existe,
nadie da nada pues no hay
“producto golosinario”,
y la musaka hoy día
no nos llena la pancita.
Maldigo pues hoy no tengo
ni una china de decencia,
y me quedo en el silencio
de su mirada perdida
y le digo “no hay plata”
como si fuera mentira.
Deja un comentario