La calle es para valientes

y yo valiente nací,

un día tejer yo quise

y en un ovillo me vi.

Me gusta la adrenalina,

me gusta la lucha diaria,

como corsario me siento

en la sucia palangana.

Todos tienen una meta

y yo la mía, creí,

debo llevar el sustento

para poder subsistir.

No me gusta que me miren

como una mujer bonita,

soy guerrera y pego fuerte

cuando me enseñan el diente.

Y este viaje no termina

y yo terminar ya debo,

pues cantoras con su llanto

nos deleitan con charango.

“con esa sonsa te quedarás”

Y mientras la congestión unida

a la polución existe,

nadie da nada pues no hay

“producto golosinario”,

y la musaka hoy día

no nos llena la pancita.

Maldigo pues hoy no tengo

ni una china de decencia,

y me quedo en el silencio

de su mirada perdida

y le digo “no hay plata”

como si fuera mentira.

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