Después de muchos años volví a visitar mi antigua escuela, aquella secundaria de los profesores y amigos de la juventud, aquellos tiempos de juventud donde ya se tenía una remota idea del denominado éxito. Quien no recuerda nuestros tiempos de colegio, donde éramos evaluados como personas individuales. Pero en el mundo real fuera de la escuela, las personas normalmente trabajan en equipo con una meta compartida, y cuando ellos ganas, el resto también. En realidad, en el mundo de los negocios existen pequeños equipos que se insertan en grandes equipos, y en todo nivel la meta es que todos tengan éxito.
Como no recordar el salón de clases con el profesor que visualiza su trabajo como una forma de dar información al cerebro de los alumnos, la puerta del salón cerrada y las sillas atornilladas al suelo, en dirección al profesor. Los alumnos toman nota cuidadosamente, teniendo en cuenta que serán evaluados después sobre ese material. Como tarea, se les pide que lean el material asignado de un libro que lo lean en voz baja. Esto no podría ser más diferente que la vida después de la universidad, donde tú eres tu propio profesor, encargado de imaginar lo que necesitas saber, donde encontrar la información y como absorberla. En realidad, la vida real es el examen final con libro abierto. Las puertas se abren ampliamente, permitiéndote recurrir a recursos infinitos a tu alrededor conforme tratas problemas abiertos relacionados con el trabajo, la familia, amigos y el mundo en su totalidad.
Adicionalmente, en grandes clases, por decirlo así, se les proporciona a los alumnos pruebas de elección múltiple con una sola respuesta correcta para cada pregunta, y las burbujas deben ser cuidadosamente llenadas con lápices número dos para una fácil calificación. Por el contrario, en la mayoría de situaciones fuera de la escuela existen una multitud de respuestas para cada pregunta, muchas de las cuales son correctas de alguna forma. Y, más importante aún, es aceptable fallar. En realidad, el fracaso es una parte importante del proceso de aprendizaje de la vida. Al igual que la evolución es una serie de experimentos de ensayos y errores, la vida está llena de falsos inicios e inevitables tropiezos. La clave del éxito es la capacidad de extraer las lecciones fuera de estas experiencias y avanzar con dicho nuevo conocimiento
Para la mayoría de las personas, el mundo es algo diferente a un típico salón de clase. No existe una sola respuesta correcta que nos lleve a una recompensa clara, y enfrentar el muro de opciones al frente de cada uno de nosotros puede ser algo abrumador. Aunque la familia, amigos y vecinos nos darán con mucho gusto consejos sobre qué hacer, es esencialmente nuestra responsabilidad de elegir nuestra propia dirección. Sin embargo, es útil saber que no tenemos que acertar a la primera. La vida se presenta ante cada uno con diversas oportunidades para experimentar y recombinar nuestras habilidades y pasiones de formas nuevas y sorprendentes.
Me aúno a la esperanza de ver a las personas que apreciamos vean el éxito en una nueva visión. En una opinión que se centra en la innovación y el empresariado, ideas que son relevantes para aquellos que trabajan en entornos dinámicos, donde las situaciones cambian rápidamente, requiriendo que aquellos involucrados conozcan cómo identificar las oportunidades, balancear las prioridades y aprender del fracaso. Adicionalmente, a ello son valiosos para quien quiera sacar el mayor jugo a la vida. Los esfuerzos que realizan las personas con el objetivo de sacar adelante un negocio, no es otra cosa que EMPRESA, donde también estas empresas tienen que estar preparadas para enfrentar sus resultados negativos –perdidas-, donde pienso que tienen dos efectos, uno que ayudan a mejorar para hacer las cosas mejor y otros que extinguen, para ello las empresas en el primer caso tienen que contar con grupos de personas calificadas, que tienen que estar en constante preparación profesional y ética, que lleven adelante este objetivo; y en el segundo a aquellas empresas que no toman en cuenta la preparación profesional, y estarían confinadas a afrontar el efecto de desaparecer por no contar con los recursos necesarios para salir airoso de cualquier adversidad.
La ecuación del Éxito es: Colaborador + Empresa = Éxito