Hace mucho que no escribo …y nosé si sea porque la inspiración se me haya ido o simplemente porque este ajetreado training no me deja pensar con claridad. Lo cierto es que cada día aparece siempre algo de lo que sé que podría hablarles…pero misteriosamente después lo pierdo, y llegan momentos en que me siento frente a la PC y simplemente nose que contar.
En esta ocasión es acerca de un tema súper “subjetivo”, jajaj …lo catalogo así porque depende mucho del cristal con el que lo quieras ver, y en realidad es una de los tipos de temas que más me gusta analizar porque se que nunca habrá una respuesta correcta o incorrecta.
Se trata acerca de tomar la iniciativa, y no me refiero a los miles de proyectos o planes que puedas tener en la vida y que sigues pensando en emprender (tengo varios en curso y solo YO se cuando los terminaré), sino a aquellas situaciones “amistosas-amorosas” que siempre nos causan duda y nos dejan con aquella pregunta …”que hubiese pasado si…”.
No me considero una persona timida, pero si debo reconocer que en estos últimos tiempos me cuesta mucho más trabajo arriesgarme en esos aspectos. Es decir que con frecuencia me quedo con la duda de …” y que tal si hubiese llamado, o enviado el mail , o escrito en el face…” y es que si bien antes tomaba la decisión, lo hacía y no importaba que fuese a pasar después; ahora me cuesta trabajo el imaginarme que tendré enfrentar cualquier tipo de consecuencia. Me cuesta trabajo el pensar que el tipo de relación que tienes con alguien podría cambiar solamente a partir de ese impulso “iniciativo” que antes no me costaba tomar.
Y es que, nosé si se traté de un temor producto de demasiadas decepciones (entiéndase por esto que no se logró el resultado deseado que se planeó obtener con la iniciativa) o si simplemente es el no querer cambiar la forma en que se dan las cosas…pero el hecho es que dejamos pasar el tiempo creyendo que algún día de una forma mágica todo resultará tal cual lo soñamos. Y entonces el teléfono sonará, recibiras el mail, dejará el coment en tu face y mil etceterás más. Suena lindo no?…y aunque eso sea lo que aún nos mantiene sonriendo sabemos que cabe la remota posibilidad de que sea real si tomáramos la iniciativa. Pero preferimos mantener la duda, esa expectativa que nos tiene intranquilos y a la vez conformes,porque sabemos que es lo que existe y lo que podemos controlar.
No es mi intención que todo esto suene a un ánimo derrotista, sino más bien a uno cuestionador…que nos hace perder el impulso de tomar la iniciativa??? que nos hace dudar??? a que le tememos???…si de todas formas podremos seguir jugando con las ilusiones que nos hacen sonreír???….
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