Cuando estaba en el colegio solía ser una de las alummnas más participativas del mundo y no lo digo sólo porque fuera de aquellas espesas que tooooda la vida contestaban las preguntas del profesor en clase, sino que estaba en cuanta actuación habia en el cole, sea el día que fuera (desde el día de la madre hasta el día de Arequipa), la razón un no tan innato talento para declamar.
De alguna manera siento que lo heredé de mi hermana ( si yo pienso que fue por ósmosis), lo cierto es que casi todo el mundo que estudio en nuestro colegio sabía que las hermanas Lovatón tenían siempre el protagonismo en cualquier evento que se realizára en el cole.
Mi hermana es 6 años mayor que yo, por lo que dejó el cole cuando yo todavía estaba en primaria…digamos que de cierta forma perdí cierto protagonismo (antes eramos 2, ahora solo una) pero aún podía defenderme de cierta forma en lo que a mi capacidad de protagonismo se refiere.
Un día me mando a llamar una de las profesoras de historia, tenían que preparar la actuación para fiestas patrias, y aunque aún nos encontrabamos a inicios de Junio querían ir ya desginando a las personas que participarían en ella. Me pidio que preparará una poesía para ese día, la escogimos juntas, saque una copia del libro en el que estaba y listo. Recuerdo que vimos en el calendario la gran cantidad de semanas que faltaban para la presentación y eso de alguna manera me hizo sentir tranquila. Tranquilidad que poco a poco se fue convirtiendo en desidia porque habré perdido la hoja donde estaba el poema por lo menos unas 2 veces, sin tan siquiera haberlo leido por completo (no es por nada pero soy muy buena memorizando cosas, así que no me asustaba mucho el que fuese a estar muy cerca la fecha de la actuación). El punto es que, no recuerdo muy bien pero, en la misma semana en que debia estar listo el poema nuevamente no lo encontre y al ir en la busqueda del libro que lo contenía este tampoco estaba. ¿Ahora que iba a hacer?, la profesora quería escuchar ya el preeliminar de la poesía que con tanta antelación me habia dado, y yo nisiquiera la tenía en la cabeza. No es que en aquella época tuviese muchas obligaciones (tenía 14 años) pero asumo que algo MUY importante andaría haciendo que deje de lado el favor que me habian pedido.
Muy entonces, faltando un día para la actuación asumí mi culpa, no me sabia el poema y lo habia perdido, planteé la solución de aprender otro más corto que había recitado en actuaciones pasadas y que me sería facil de recordar para la actuación del día siguiente.
Recuerdo que esa noche estudie el poema y lo habre prácticado unas 7 veces, estaba más que segura que era lo suficiente para un poema de pocas estrofas, sencilla y hasta medio monse. Al día siguiente estaba lista para salir a escena, sin embargo algo dentro de mi me estaba haciendo sentir un tanto insegura…me sentía mal por no haber cumplido responsablemente con lo encomendado???…habia decepcionado a mis profesoras???…todas esas cosas seguían dando vueltas en mi cabeza, hasta qeu finalmente fuí anunciada y salí a recitar, recuerdo bien que el poema este tenía a los más 7 estrofas cortas entre en la 1era y la 2da sin ningun problema, pero al llegar a la 3era mi mente se nublo, no recordaba lo que seguia, tenía cerca de 10 años recitando y eso JAMÁS, jamas me había pasado¡¡¡¡¡…titubeé frente a toooodo el colegio y entre en la 6 estrofa, acorte el poema y obviamente todo el mundo lo notó. Y si había algo que mi cole detestaba es que la actuación se viese desprolija eso si que era un horror. No recibi un llamado de atención muy grave pero la indiferencia y algunas miradas fueron suficientes para sentirme tremendamente mal.
Ese día me sentí sumamente devastado tanto que no quise comentar nada con nadie en casa, les hable del tema luego de varias semanas, me escucharon,me dijeron que a cualquiera puede pasarle e incluso mi hermana me dijo que a ella tb le habia pasado.
El punto es que a veces siento que yo nunca logre recuperarme de ese momento, como prueba de ello está el que nunca más volví a recitar a partir de ese día, a pesar de que cada vez que lo hacía me sentía tan poderosa. Siempre pienso en que aparecerá la oportunidad perfecta para reintegrarme nuevamente el ruedo de declamadores, pero la verdad es que nisiquiera me he automotivado en aprender un poema para tenerlo listisimo cuando la ocasión llegue.
Extraño esa parte de mi, quiero volver a sentirme poderosa, quiero volver a transmitir sentimientos con mi poesía y quiero, una vez más, escuchar los aplausos al terminar.
Éxitos en todo¡¡